CARTAGENA. Yoset y Naara, de once y nueve años, saben lo que es tener a César, su padre, muchos días fuera. Es marinero y ha sido embarcado más de seis meses en otras expediciones. Conocen lo que es tenerlo lejos durante muchos días y noches, pero la partida de hoy, a nueve días de Nochebuena, se hace mucho más dura para ellos, para César y para Mari Ángeles, la esposa del marinero y madre de los dos pequeños. Un cartel 'Papá, te echaremos mucho de menos. Al agua campeón. Te queremos'. Conforme se acercaba el momento crecía el nerviosismo y la tristeza. Lágrimas en la despedida y emoción en la partida del Hespérides, que navegará rumbo a la Antártida en su vigésimo sexta campaña.
Serán 156 días fuera de su base y tras haber navegado más de 26.000 millas náuticas, el equivalente a más de una vuelta al mundo.
Pero antes, deberá cruzar el océano Atlántico y tras ellos, recalará en los puertos argentinos de Mar del Plata y Usuhaia. Desde este último, la población más austral del planeta, el Hespérides zarpará en demanda de las islas Shetland del sur, donde se encuentran las Bases Antárticas españolas.
La tarea principal en aguas antárticas del Hespérides será desarrollar a bordo los proyectos oceanográficos Antom-2 y DRACC. El primero de ellos tiene como objetivo cuantificar las entradas atmosféricas de contaminantes orgánicos emergentes y de la materia orgánica antropogénica en el océano Austral, y abordar el estudio de su relevancia bigeoquímica. Este proyecto podría llevar al Hespérides a los 71 grados Sur y así repetir la mayor latitud alcanzada por el barco en el hemisferio sur.
El segundo proyecto tiene como objetivo identificar las edades de los principales eventos y proceso tectónicos, oceanográficos y climáticos que conducen a la separación de la Antártida de América del Sur y al desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica.
Durante la campaña, el buque compaginará las actividades científicas con el apoyo logístico a las bases españolas, lo que implica tanto el transporte del persona científico como el aporte de material, combustible y víveres, con el apoyo a los 14 proyectos de investigación y cuatro series temporales en tierra.
Una vez finalizados los diferentes proyectos, se procederá al cierre de las bases españolas y comenzará el tránsito de regreso. Tras la última escala en Usuhaia se arrumbará en demanda de Salvador de Bahía (Brasil), donde el Hespérides afrontará el último proyecto, llamado PALADYN, y que tiene como objetivo estudiar al sur del archipiélago de Cabo Verde, la distribución espacial y temporal de los productos de combustión en las zonas tropicales y subtropicales del océano Atlántico.
El comandante del Hespérides, el Capitán de Fragata Tomás Cordón Scharfhausen, explicaba antes de partir que la campaña les llevará durante cinco meses a apoyar todos los distintos proyectos que se desarrollen. "Lo que hace diferente es la situación pandémica que vivimos. Esto nos va a impedir bajar a puertos de descanso y, por tanto, mantener la burbuja covid que esperamos haber alcanzado durante al menos los cuatro primeros meses de campaña. Hasta que no dejemos la zona antártica en el mes de abril no podremos bajar y eso hace que sea un reto y un esfuerzo mayor para una dotación que si bien está acostumbrada a estos esfuerzos, lo hace diferente".
Cordón Scharfhausen también quiso recordar al miembro de la dotación fallecido víctima de la covid en la infructuosa campaña antártica. "Las circusntancias son diferentes porque el año pasado partíamos sin vacunas. Hay un viejo refrán marinero que dice que el pesimista se queja del viento, el optimista espera a que cambie y el realista ajusta las velas. La Armada ajusta las velas y este año se han tomado medidas nuevas. Hemos recibido la tercera dosis y espero que las circunstancias sean mucho mas agradables. Este viaje queremos homenajear al sargento Francisco Rodríguez y esperamos que acabe sin incidentes".
El buque cuenta con una dotación formada por 11 oficiales, 12 suboficiales y 36 cabos y marineros, pudiendo alojar hasta 37 científicos y técnicos.