CARTAGENA. El pasado mes de abril el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, y la, por entonces vicealcaldesa de Cartagena y actual alcaldesa, Noelia Arroyo, visitaban las obras del nuevo carril bici, que debe discurrir por los términos municipales de San Javier y de Cartagena, a través de la avenida principal Gran Vía. En aquel momento Díez de Revenga destacó la "apuesta del Ejecutivo regional por hacer las ciudades más amables para el peatón, la revalorización de la calidad del espacio y el apoyo a la transición a una sociedad baja en carbono a través del uso de modos de transporte más sostenibles y ecoeficaces desde una perspectiva energética, medioambiental y de calidad de vida".
Pero hoy, 10 de julio, en La Manga, en pleno verano, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia: los atascos no dejan de ser una constante, nada nuevo bajo el sol -por cierto abrasador- de La Manga, tanto a la entrada como a la salida. Además, el nuevo carril bici, a medio pintar, no deja de levantar quejas de los vecinos, por la confusión que supone y la continua invasión de vehículos de motor sobre el mismo. A eso hay que añadir que en algunos tramos, vecinos, patinetes y ciclistas comparten espacio junto a los coches, autobuses, furgonetas, caravanas, etc... con una mínima separación y mucho peligro para ellos.
Los vecinos de la zona de Veneziola, en La Manga, vienen denunciando estos días tal circunstancia, que supone tener que compartir un carril bici con el paso de peatones, en una zona en la que, en algunos tramos, no han colocado protectores de separación entre la carretera y los usuarios a pie o en bicicleta.
Tal y como se puede ver en la imagen, los vehículos pasan pegados a los viandantes -algo que no es nuevo y viene sucediendo desde siempre- pero alegan los vecinos que ya que se está habilitando más espacio, o eso es lo que proponen para la movilidad sostenible de los habitantes y veraneantes, qué menos que estos se puedan sentir protegidos.
"Dada la cantidad de camiones, autobuses, furgonetas de reparto, máquinas limpia playas y demás vehículos que a toda velocidad pasan por esta carrera, no estaría de más proteger a quien transite por el carril-bici", dicen en redes sociales a la vez que acompañan con fotos que lo describen.
Por su parte, la asociación vecinal La Manga-Veneziola denuncian que desde hace tiempo advierten del peligro de compatibilizar un mismo espacio para los vehículos de motor, los viandantes y las personas que van en bicicleta. "Además, pasa por delante de las marquesinas del autobús. Así que si una bicicleta pasa por esta marquesina se lo llevan por delante. Caminar es un deporte de riesgo en Veneziola; un mismo carril para peatones, bicis, patines, carritos para niños", dice Pedro Sánchez, secretario de la asociación.
Denuncia el vecino que en las zonas que no hay acera tendrán que compartir el espacio con el carril bici. "Se han olvidado completamente de los peatones. Les da igual por donde pase. No deja de ser curioso que La Manga la declaren como año de la movilidad y nos tengamos que ver con tantos problemas para desplazarnos".
Recordemos que el nuevo carril bici es una de las acciones del eje denominado 'La Manga se mueve', que promueve una movilidad más sostenible y de recreo en sintonía con la Agenda Urbana 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que abogan por incrementar el uso de medios de transporte blandos (bicicleta, a pie) y las áreas peatonales de las ciudades.
Los tiempos, las actuaciones y las promesas de los políticos no se parecen demasiado a las demandas de los vecinos, usuarios y turistas de esta zona que sigue estando bajo mínimos, otro verano más.