MURCIA. Ser un superviviente en política no es nada fácil. Los sillones se ponen y se quitan a la velocidad del rayo y salir indemne de una batalla es muy difícil, pero hacerlo de más de una se puede calificar casi de milagro si no se es un estratega de primerísima línea. En la Región hay dos casos de políticos a los que casi se les daba por muertos y han resucitado con una fuerza inusitada. Ambos han coincidido hasta este viernes en un partido, Ciudadanos, que finalmente ha separado sus caminos. Se trata de Isabel Franco y de Mario Gómez.
La carrera política de la primera empezó como un cohete, siendo elegida como vicepresidenta del Gobierno regional por López Miras al inicio de esta legislatura tras ser la candidata a la Comunidad por la formación naranja. Su papel fue protagonista en el primer año de legislatura, tras hacerse fuerte en su puesto también de consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social.
Todo iba viento en popa para Franco hasta que el caso judicial que la ha atenazado desde hace dos años, el de posible fraude en las primarias que ganó en marzo de 2019, marcó sus relaciones con su propio partido, a la vez que se hacían más evidentes sus diferencias con la actual coordinadora regional de Cs, Ana Martínez Vidal, con la que finalmente perdía la pugna por liderar la formación liberal.
El polvorín que mantenía en un hilo la relación entre Franco y Vidal estalló con la salida del Gobierno de la consejera de Transparencia, Beatriz Ballesteros, quien dimitió, según aseguraba al no sentirse respaldada por Martínez Vidal.
La reacción de Isabel Franco, quien abandonó el consejo de Gobierno el día de la espantada de Ballesteros, no sentó nada bien a la líder regional de Cs. Y la ruptura se precipitó tras unas declaraciones en Onda Regional en las que Franco aseguraba que le causa "una gran preocupación observar cómo hablan de cambios en el Gobierno regional personas que no tienen la competencia para hacerlo", en alusión a Martínez Vidal. "No podemos equivocarnos diciéndole al presidente lo que tiene que hacer, porque eso indica que no le respetamos", recriminó.
Pese a todo, Franco mantuvo su sitio, en un discreto segundo plano, sin sacar la pata del tiesto, pese a que muchos la consideraban casi un cadáver político, y ha sabido sobrevivir hasta dar el golpe definitivo este viernes, cuando se conocía su acuerdo con López Miras para mantenerse como vicepresidenta del Gobierno regional, a la vez que desactivaba la moción de censura, que había incluso firmado unos días antes, en la que PSOE y Ciudadanos pretendían acabar con 26 años de Gobierno del PP en San Esteban con la propia Martínez Vidal como presidenta autonómica.
Otro superviviente de la política regional es Mario Gómez, que parece será el ganador, salvo sorpresa de última hora con 'tamayazo' en la moción de censura, de la 'guerra de denuncias' que se llevaba desarrollando desde que se inició la legislatura en el Ayuntamiento de Murcia. Su pacto con los populares que daba la Alcaldía a Ballesta ya surgió viciado el 14 de junio de 2019, un día antes de la constitución del equipo de Gobierno del Consistorio, cuando el líder de la formación naranja lo rompió para salvarlo in extremis unas horas después.
Otro superviviente de la política regional es Mario Gómez, que parece será el ganador, salvo sorpresa de última hora con 'tamayazo' en la moción de censura, de la 'guerra de denuncias' que se llevaba desarrollando desde que se inició la legislatura en el Ayuntamiento de Murcia
Desde ese momento los desencuentros han sido continuos y desembocaron en continuos enfrentamientos verbales, acusaciones mutuas e incluso denuncias cruzadas en los juzgados. Estos 21 meses habían convertido las relaciones entre populares y naranjas en un tenso campo de minas que ha terminado estallando a favor de Gómez.
Cuando todo parecía en contra de Mario Gómez tras la dimisión de Felipe Coello y sólo un par de días después de un acto público en el que todos los ediles del PP en Murcia llegaban a unirse contra el portavoz local de Cs y aseguraban que era el problema a la gobernabilidad, el primer teniente de alcalde y concejal de Fomento le dio la vuelta a la situación.
Las tensiones entre Ciudadanos y el PP sufrieron el golpe que a la postre sería definitivo con el encontronazo por la vacunación fuera de protocolo del hasta hace unos días concejal de Salud, Felipe Coello, quien se mantuvo en el cargo más de mes y medio después de que saltase el escándalo, haciendo caso omiso a las peticiones de dimisión por parte del propio Gómez e incluso de la coordinadora autonómica de Cs, Ana Martínez Vidal.
Pero los desencuentros llegaron a su culmen hace diez días, tras la denuncia de los populares contra el líder naranja por los presuntos delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos, que fue la respuesta a la investigación de los contratos del Consistorio a instancias de una denuncia de Gómez por posibles ilegalidades en la adjudicación de contratos por parte de sus socios de Gobierno. El terremoto político que ha surgido en la Región en los últimos días hizo el resto.
Finalmente parece que Mario Gómez será el vencedor en el tablero de ajedrez en que se había convertido el frágil pacto de Gobierno que llevó a Ballesta a la Alcaldía, de la que presumiblemente saldrá dentro de 10 días. Y es que el 25 de marzo parece ser la fecha en la que finalmente se celebrará el Pleno para la moción de censura. Todo si no hay sorpresas, que, visto lo visto esta semana, no se pueden descartar.