CARTAGENA. Se aproximan las elecciones autonómicas y el Tibio se ha formulado cuatro preguntas sobre Ciudadanos (CS). Primera, ¿logrará un escaño María José Ros, su dirigente regional? El límite para entrar en la Asamblea se ha mantenido en el 3% de los votos válidos. Las encuestas le otorgan alrededor del 2,8%, luego solo le falta un 0,3% de votos. El censo regional, de alrededor de 1.100.000 individuos, se reduciría a 880.000 si votasen el 80% de los inscritos. Entonces, Ros tendría que lograr unos 26.400 votos, para lo que le faltan ahora unos 2.640. En resumen, si convenciese a poco más de dos miles de votantes adicionales, Ros sería diputada. Difícil, pero no imposible.
"les sería más beneficioso declarar que negociarán en cada región y municipio con la lista más votada, salvo con los separatistas"
Segunda, ¿cuál es su mensaje electoral central? El lema escogido, "Mereces una presidenta que no acabe en la cárcel", no va dirigido contra Vélez, el candidato socialista, que está imputado. Más bien va dirigido contra la corrupción del PP, encarnada en las imputaciones contra Pedro Antonio Sánchez y Ramón Luis Valcárcel. Lo aclaró Adrián Vázquez, su dirigente nacional, cuando dijo que "ninguna otra región europea tiene a sus dos últimos presidentes en la cárcel". Sin embargo, no debería ocultar que están procesados o condenados los presidentes catalanes Mas, Torra y Puigdemont, así como el vicepresidente Junqueras y Laura Borrás, la presidenta de la Asamblea catalana. Obviar ese dato es traicionar a su propio partido, CS, cuyo mayor mérito fue oponerse al separatismo catalán y ganarle en las elecciones autonómicas. Normal en nuestro contexto regional, el lema de CS también habría valido para Andalucía, donde hay dos expresidentes socialistas condenados por corrupción. En resumen, un lema central válido, pero insuficiente.
Tercera, ¿ofrece CS un programa liberal? Se autodefine como liberal, pero lo desmienten sus propuestas. En efecto, Vázquez ha anunciado que trabajarán en la regeneración del Mar Menor, lo que recordará a los votantes que CS apoyó la ley para concederle personalidad jurídica. La aplicación de esa ley ha empezado por conceder plenos poderes al equipo de Teresa Vicente, la profesora de la Universidad de Murcia que la promovió. Como todos ellos son izquierdistas, no puede ser una ley de orientación liberal. ¿Cómo olvidar que esa profesora declaró que la visita de Yolanda Díaz a nuestra región constituía un motivo de esperanza? ¿Y cómo obviar que de inmediato se dotará un puesto de Gerente para, en nombre del Mar Menor, incrementar la abultada deuda regional? La risa definitiva llegaría si tuviese éxito la iniciativa de Ione Belarra, dirigente de Podemos, de conceder personalidad jurídica también al río Tajo. Se mondarían los regantes cuando el equivalente manchego de Teresa Vicente declarase que trasvasar una sola gota del Tajo atentaría contra el derecho del río a evolucionar de forma natural. Obviamente, eso no es liberalismo.
También ha hablado Vázquez de mejorar la sanidad pública regional, pero resulta que nuestra región es la que mejor retribuye a los médicos y la que más ha incrementado proporcionalmente el gasto en Sanidad tras la pandemia. Al parecer, CS comparte en este punto la política del presidente Miras, que ha declarado que no impondrá ningún recorte para aminorar la deuda regional. El problema de nuestra sanidad es más de eficacia que presupuestario y aminorar la deuda debería estar en la agenda de cualquier partido liberal.
También quiere Vázquez fomentar la educación pública, pero lo liberal sería apoyar los conciertos educativos e incluso el cheque escolar. Finalmente, plantea rebajar cinco puntos el IRPF regional. ¡Por fin una medida liberal! En resumen, CS ha elegido una oferta a mitad de camino entre lo socialdemócrata y lo liberal. Justo como el PP del presidente Miras, diferenciándose de ese partido solo en carecer de antecedentes de corrupción. Valioso, pero insuficiente.
Cuarta, ¿ofrece certidumbre CS? Ha insistido Vázquez en la idea de que CS será decisivo para elegir alcalde en Murcia y presidente en nuestra región. No solo la gente sabe que probablemente no será decisivo, sino que, además, esa tesis remite de inmediato a preguntarse a quién apoyaría CS si fuese decisivo. La gente quiere saber qué haría CS con su voto y la repuesta de Guasp, su presidenta nacional, es que su partido ha dejado de considerar socio preferente al PP y dejará libertad en cada región y municipio de pactar con el PSOE o con el PP. Se corresponde con la idea de partido centrista que pregonan, pero genera una incertidumbre que quizás los lastre electoralmente.
"CS debería presentarse como un pequeño partido muy innovador e incluso insolente"
Una vez respondidas esas preguntas, les dará el Tibio dos consejos, que ellos no han solicitado y que probablemente no aplicarán. En primer lugar, en vez de decir que ya veremos si apoyarán al PP o al PSOE, les sería más beneficioso declarar que negociarán en cada región y municipio con la lista más votada, salvo con los separatistas. Eso daría cierta coherencia a su mensaje y eliminaría la incertidumbre de no saber qué hará CS con los votos que reciba. Además, dejaría abierta la puerta a pactar en unos sitios con el PSOE y en otros con el PP, pero sin crear falsas expectativas preelectorales.
En segundo lugar, en vez de decisivo, CS debería presentarse como un pequeño partido muy innovador e incluso insolente. Lo hábil sería que aprovechase su declive electoral para hacer propuestas impopulares, pero útiles, que no harán ni el PSOE ni el PP por miedo a perder votos. En su pequeñez, CS debería convertirse en el partido verdaderamente liberal que falta en la región y no en un partido obsesionado con captar votos con medidas de corte socialdemócrata. Pero bueno, CS tiene derecho a marcar su propia línea de partido incorrupto, centrista, tan liberal como socialdemócrata, y sin especificar de antemano si pactará con el PSOE o con el PP. Veremos si tiene éxito.
JR Medina Precioso