MURCIA. Esta pareja murciana está enamorada de Japón. Por eso, en la reforma que llevó a cabo la interiorista y restauradora murciana Isabella Bo en su vivienda unifamiliar, ubicada en una conocida urbanización de Murcia, existen muchos guiños a la estética y cultura nipona, que se integran a la perfección en esta casa con personalidad, funcionalidad y un sinfín de detalles de buen gusto.

Como ocurre en muchas ocasiones, la familia para la que estaba destinada este proyecto creció a lo largo de su ejecución. De hecho, se recibió con ilusión un nuevo miembro, el cuarto sin contar a la perra, que también es una más. La vivienda que querían actualizar para que fuera un hogar para 'los cinco' tenía más de 25 años de antigüedad, por lo que -según señala Isabella Bo- no era tan antigua como para "tirarla abajo", pero se quedaba anticuada en muchos aspectos, como en la distribución convencional en la que un pasillo daba acceso a las diferentes estancias, cocina y baños. Como en todo proyecto de Isabella Bo, se estudió lo qué se echaba en falta y las mejoras que se podían ejecutar, pero conservando todo aquello que fuera de interés y aportase a la casa. 

La primera acción clara fue ganar el espacio de una pequeña terraza delantera a la cocina, para crear "un espacio multifunción amplio y muy comunicado con el salón y toda la cocina". Un espacio que, de hecho, se ha convertido en "el corazón de la casa", como los clientes le comentaron posteriormente a la diseñadora. "La cocina y el office les atrapa, es muy funcional y favorece la convivencia de la familia mientras hacen actividades diferentes pero simultáneas", apunta Isabella Bo.

Otro de los deseo de la propietaria era un vestidor. "Le propusimos una distribución de su actual suite mucho mas abierta y atrevida, en la que se accede al espacio privado de padres desde el vestidor dirección al baño y desembocando en el dormitorio que a su vez tiene salida al jardín. Esta nueva distribución le ha proporcionado el vestidor ansiado y a su vez un dormitorio actual espacialmente y muy bello", explica la interiorista.

Elementos conservados

Entre los elementos y materiales que se han conservado se encuentra, por ejemplo, el suelo de piedra natural, con una calidad y prestaciones perfectas para la familia, por lo que se integró con los nuevos pavimentos, creando entre ellos un interesante encuentro en forma de cuña. También se ha mantenido el sofá del salón, así como el papel pintado del dormitorio de inspiración oriental, con el que los propietarios se sienten muy identificados. Se suman a esta lista las ventanas y la mesa de salón que encajaban perfectamente en el office.

Asimismo, entre los pequeños guiños a Japón destacan las lámparas Formakami de Jaime Hayon utilizadas en el office. También las tonalidades de los lavabos diseñados especialmente para esta vivienda, de mármol rosa portugués para los padres y macael gris para los niños.

Isabella Bo recuerda que en la propuesta "pasamos la zona de comedor al nuevo office, creando una zona de juegos con mucho almacenaje en el salón en donde anteriormente había una mesa de comedor", ya que se percataron de que la niña jugaba en el salón y este espacio no estaba acondicionado para ello. Con todo ello, se logró que salón-cocina y office conformasen un gran espacio muy fluido donde
suceda la vida familiar con gran practididad y comodidad. "

Actualmente la casa es confortable
y corresponde a lo que necesitan en este momento. Están felices con el cambio y así nos lo han transmitido", asegura Isabella Bo.