MURCIA. Como ganador de su segundo Grand Slam y actual número 1 del tenis mundial, Carlos Alcaraz Garfia continúa engrosando su fortuna. En consecuencia, el jugador de El Palmar busca nuevas formas de enconarle una función a este capital, para lo que continúa realizando sus primeras incursiones en el mundo empresarial, ahora con la vista puesta en el negocio inmobiliario.
Y es que el pasado 31 de julio se aprobaba el nacimiento de la compañía Garfia Properties SL, una firma de inversión con la que el tenista dará sus primeros pasos en el sector, tal y como consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME). Esta empresa ha sido constituida con 3.000 euros de capital social, el que hasta hace unos meses era el mínimo necesario para crear una empresa.
En concreto, esta sociedad está destinada a "la realización de todo tipo de actividades de carácter inmobiliario, en especial, las relativas a la adquisición, tenencia, arrendamiento, enajenación, promoción, rehabilitación y explotación por cualquier título de toda clase de bienes inmuebles".
Como socio único de esta sociedad aparece Garfia Valores, la sociedad holding recién creada por el tenista murciano que será la base desde la que realizará todos sus movimientos. Al igual que en aquella, el administrador único de la recién creada compañía es el padre del deportista, Carlos Alcaraz González y el domicilio social está ubicado en la residencia familiar de El Palmar.
De acuerdo con la ATP, el actual número 1 del mundo ha obtenido ya 20,3 millones de dólares tan solo en premios por participar en los torneos del circuito, de los que ya se ha proclamado campeón en 12 ocasiones a lo largo de su carrera, incluido el torneo de Wimbledon en el que se consagró como campeón al triunfar en la final ante un Djokovic que peleó hasta el final.
No obstante, más allá de los beneficios que le proporciona directamente su carrera como tenista, buena parte de sus ingresos vienen derivados de las colaboraciones de patrocinio que mantiene con las diversas marcas que se han interesado por su imagen.
En este sentido, destacan por encima del resto la estadounidense Nike, que viste y calza a Alcaraz; y Babolat, la marca francesa que le proporciona las raquetas, pues ambas mantienen contrato en exclusiva vigente hasta 2025, aunque ya buscan renovar su colaboración con el tenista murciano. En consecuencia, no resulta sorprendente que busque una forma de invertir su dinero para dar una mayor rentabilidad a estos ingresos.
Pese a estos movimientos empresariales, lo cierto es que el tenista murciano está en estos momentos centrado en su próxima participación en el Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam de la temporada en el que defiende título al vencer al noruego Casper Ruud en la final. Por el momento, Alcaraz ya demostró su estado de forma en Cincinnati, donde recuperó la forma en pista dura para obligar a Djokovic a sacar su mejor tenis para hacerse con el torneo.