Caballero hace bingo para el Efesé en el debut de Borja Jiménez

MÉRIDA. Un gol de Caballero en el 95 hizo cantar bingo a Borja Jiménez en su estreno como técnico del Cartagena. No fue un partido sencillo para los cartageneristas, mandones en el inicio pero que se apagaron tras el descanso. Bien hará Jiménez en trabajar esas desconexiones, que a punto estuvo de impedir su primera victoria en el Efese. Sonríe Jiménez y respira una afición albinegra que vive con el corazón en un puño cada partido en el que su equipo llega al descuento sobre el alambre. El pasado reciente no permite respiros.

Anda el Cartagena en busca de un ascenso que le permita crecer como club. El crecimiento institucional no ha sido refrendado en el campo, con dos playoffs de ascenso recientes. Tras el mazazo de Majadahonda, no sólo se levantó el equipo, sino que lo hizo con más fuerza. Sólo un mes fatídico en marzo privó al Efese de un ascenso que todo indicaba que se materializaría en junio, dominador con puño de hierro del grupo IV de noviembre a marzo. No es el caso del Mérida, en busca de una salvación en estos momentos cuesta arriba y que tendrá que pelear mucho. No es fácil la lucha por sobrevivir en una categoría tan salvaje como la Segunda B.

En ese cruce de caminos de Mérida y Cartagena, se percibió enseguida en el partido a que aspiran cada uno. Salió un Cartagena mandón, del balón y del espacio, imposible para los emeritenses rascar algo en los primeros 45 minutos. Sólo un error en el minuto 15 dio un susto a Marc Martínez, que tuvo que realizar una gran estirada. Ni migajas hubo del equipo entrenado por Diego Merino, a merced del Efese, serio, convencido de su plan. Sólo falto de gol para mandar en el marcador. A punto estuvo Elady en una contra perfecta del conjunto de Cartagena para abrir la lata en el estadio Romano, en la mejor ocasión del encuentro hasta ese momento. No hubo revolución en el nuevo Efesé de Borja Jiménez, tal y como avisó el propio técnico. Si se percibe la misma ambición en el grupo, con ganas de divertirse, sin ornamentos de más que le desvíe del objetivo: sumar de tres en tres para brindar en junio por el salto de categoría.

Mantiene, a su vez, los mismos vicios de la época de Munúa, pronto aún para Jiménez de imprimir su sello con tan sólo una semana de entrenamientos. Le cuesta demasiado a menudo mantener el ritmo al conjunto albinegro tras el paso por vestuarios y en Mérida fue una de esas ocasiones. Salieron los cartageneristas adormecidos, sin el fulgor del inicio, como si la victoria fuera cuestión de tiempo. No sobra decir que no hay rival fácil en la Segunda B y el Mérida, en el vagón de cola del grupo IV, fue la evidencia.

Los locales, más por demérito del Cartagena, fueron creciendo en el encuentro e igualaron la contienda, hasta entonces ganada a los puntos por el equipo de Jiménez. Sin ocasiones que contabilizar, el partido se volvió bronco, con demasiados parones, falto de ideas el Efesé, de nuevo sobre la cornisa en una plaza donde debía sacar los puntos. En un disparo desde la frontal, José Ángel a punto estuvo de anotar uno de los goles de la jornada. No espoleó la ocasión a los albinegros, imprecisos en el pase, sin claridad en el juego. Si espoleó al Cartagena la salida de Carrasquilla en el minuto 76, jugador franquicia desde que el club pagara 300.000 euros por su fichaje. Su presencia dio de forma instantánea fluidez al juego y empezaron a encerrar los cartageneros al Mérida, fiado desde entonces a achicar agua y amarrar un punto de oro ante el líder del grupo.

Los albinegros, ya con plomo en las piernas, esperaban una jugada aislada que les permitiera sonreír en el estreno de Jiménez. Y ya cuando no quedaba tiempo ni para respirar, una falta en tres cuartos de campo, lanzada al área por Santi Jara, permitió a Caballero cazar un balón que le hizo cantar bingo a Borja Jiménez en su estreno. No mereció mucho en la segunda mitad el cuadro albinegro, pero en estos campos también se ganan ligas. El 9 del Efesé hace campeón de invierno por tercer año consecutivo a los de Cartagonova. El Efesé sigue soñando por el ascenso.