MURCIA. La Región de Murcia va volviendo a un cierto estado de normalidad dentro de la excepcionalidad que sigue marcando el día a día de la sociedad. Desde este miércoles, Murcia y Cartagena podrán abrir sus terrazas al 100% junto a otros 26 municipios entre los que se encuentran Ojos, Librilla, Ricote, Beniel, Lorquí, Campos del Rio, Bullas, Ulea, Abarán, Villanueva, Fortuna, Moratalla, Santomera, Pliego, Molina de Segura, Las Torres de Cotillas, Alguazas, Águilas, Alcantarilla, Fuente Álamo, La Unión, Mula, Cieza, Mazarrón, Blanca y San Pedro del Pinatar. Estos municipios se encuentran en nivel de alerta media/alta en Fase II de riesgo asistencial y podrán abrir al 100%. Respecto al cierre perimetral, Salud quiere ser prudente por el momento. Si todo va bien, se levantará tras el puente.
En el caso de Aledo, Albudeite, Ceutí, Lorca, Cehegín, Abanilla, Alhama de Murcia, Archena, Puerto Lumbreras, Caravaca, Calasparra, y Jumilla, la apertura de terrazas será sólo al 75%, ya que se encuentran en nivel de alerta muy alta en fase II. Será sólo en el exterior, por lo que las barras y el interior de los locales continuarán cerrados hasta nuevo aviso. Por otro lado, cinco municipios de la Región permanecerán con sus bares y restaurantes cerrados. Yecla, Totana, Los Alcázares, Torre Pacheco y San Javier tendrán que esperar para poder volver a disfrutar de su hostelería.
El portavoz técnico del Comité de Seguimiento de la Covid-19 en la Región, Jaime Pérez, ha advertido que la mejora en los datos no significa que la gente se pueda relajar. "Seguimos pidiendo responsabilidad ciudadana. Si todo sigue así, con todas las precauciones lo digo, podríamos hablar de levantar algunas de las medidas más duras como la movilidad entre municipios. Serán más flexibles si entramos en fase 1. Todo dependerá de como vaya la semana y de que podamos mejorar las cifras. Las medidas más eficaces están en nuestro mano", señaló Pérez.
Entre las preocupación de Salud se encuentra que pueda producirse una falsa sensación de seguridad en esta vuelta a cierta normalidad. "Nos preocupa la relajación y que la gente se sienta segura. No tanto que haya gente en la calle, siempre que sea con mascarilla y que el contacto entre personas se produzca por tiempo limitado. Sí nos inquieta que la gente tenga sensación de seguridad. No nos podemos relajar. Las cosas han avanzado bien, pero no nos podemos relajar", advirtió el portavoz de Salud.