Manuel Padín, Noelia Arroyo y Juan José LópezCARTAGENA. A la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, se le subían los colores mientras escuchaba al presidente de los hosteleros de Cartagena, Juan José López, decir que a principios del próximo año puede darse una debacle en el sector con el cierre de negocios y, por tanto, la consiguiente destrucción de puestos de trabajo. "Somos un sector muy vulnerable y si esto no se consigue estabilizar, a primeros de año muchas empresas podrían cerrar", aseguraba el representante de bares y restaurantes de Cartagena y Comarca. "A día de hoy trabajamos para hacer una recomposición de nuestras empresas, de nuestro sector pero con las facturas de luz y de gas que pagamos ahora mismo, es imposible mantener los puestos de trabajo o de tener un servicio continuado en nuestros establecimientos".
El panorama, tal y como se puede leer en las palabras de López, no es nada halagüeño. Por eso, la alcaldesa hizo una enmienda a estas aseveraciones. Arroyo, que acababa de presentar la firma de un convenio de colaboración "histórico y pionero" entre el Ayuntamiento y Hostecar, le chirriaban las afirmaciones de Juan José, por lo que, a continuación, salía al paso para aclarar, en primer lugar, que lo que le ocurre a los profesionales de bares y restaurantes no es nada diferente de lo que le puede suceder a una familia, un taller de coches, una tienda de corsetería o a un Ayuntamiento.
A continuación, pasó del pesimismo del hostelero ante el panorama que se prevé si no se toman medidas a un mensaje cargado de determinación y optimisa: "En Cartagena, el sector turístico atraviesa un buen momento", subrayó la Alcaldesa, para añadir que éste tiene las mismas amenazas que el resto de sectores. "Lo que tenemos que hacer es dinamizar la ciudad con los hosteleros. Los apoyamos para se encuentre la profesionalización de sus trabajadores, la seguridad, la confianza y la excelencia".
Noelia Arroyo no estaba dispuesta a escuchar que el panorama pinta negro, sino que 2023, año de elecciones, recordemos, solo puede traer lo mejor para la ciudad "lo que piden cada vez más los profesionales -de la hostelería- es mano de obra. No están pensando en despedir, están pensando en contratar".
No le falta razón al presidente de Hostecar, como tampoco a la alcaldesa de la ciudad. El representantes de los bares y restaurantes de la Comarca recordó que son un sector muy vulnerable y que si esta incertidumbre y la salvaje escalada de precios no se consigue estabilizar, "a primeros de año muchas empresas podrían cerrar. A día de hoy trabajamos para hacer una recomposición de nuestras empresas, de nuestro sector, pero con las facturas de luz y de gas que pagamos es imposible mantener los puestos de trabajo o un servicio continuado en nuestros establecimientos. Estamos pagando un 30% más que en años anteriores", contaba con cierto desdén López.
López no pintó un buen escenario en un futuro no muy lejano al explicar que no es solo el trabajador el que saldrá perdiendo "el gran perjudicado es el sector", añadía el hostelero, "llegaremos a un punto en que no podremos mantenernos. La subida energética y la materia prima provocarán el cierre de negocios o la restricción de horarios y puestos de trabajo".
La representante municipal recordaba que el sector servicios es el que más trabajo da y, por tanto, el que más empleados necesita y más en un momento en el que los datos turísticos de Cartagena este verano son más que esperanzadores: "lo que piden cada vez más los profesionales es mano de obra. No están pensando en despedir, están pensando en contratar", reflexionó la alcaldesa. "No está pasando nada que no vivamos cualquiera de nosotros", quiso argumentar para luego, aprovechar el momento para lanzar el aguijón político al Gobierno de España. "Lo que se debe hacer es dejar de recaudar más impuestos y que se pueda garantizar la estabilidad de los negocios. Nos apoyamos en el sector para dinamizar la ciudad".
Por último, la Alcaldesa recordó que esperan desde diciembre una serie de actos, fiestas y acontecimientos que lejos de servir como paño de lágrimas deben ser un acicate: "tenemos por delante una Navidad, unos Carnavales, Semana Santa y Cruces de Mayo que si los trabajamos van a ser muy buenos. Que no cunda el pesimismo, que hay muchas oportunidades y tenemos que aprovecharlas".
