Ser español, lo hispano, la hispanidad

MURCIA. Decía don Miguel de Unamuno, "pues sí; soy español de nacimiento, de educación, de cuerpo y espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio…".

Vivimos un momento convulso de la historia, donde ser español está censurado incluso en nuestro propio país. En algunos territorios que formaron parte de la corona española efectúan ataques vandálicos contra signos españoles, algunos de ellos como fray Junípero Serra y fray Bartolomé de las Casas, que fueron incansables defensores de los derechos humanos, muchos siglos antes de la declaración universal de los mismos. Ataques orquestados por personas pertenecientes a organizaciones social-comunistas, que manipulan a grupos juveniles a través de la tergiversación de la historia; jóvenes a los cuales les faltan dos lecturas de la historia; jóvenes que no han advertido que ellos mismos contienen en su forma de vivir, en su cultura en su idioma, el español (rico idioma) que les sirve para comunicarse, que emana del mismo origen al que atacan, vasta herencia de sus ancestros, seguramente, muchos de ellos tienen sangre española y están colmados de herencia hispana.

En Estados Unidos, gran parte de su territorio actual, toda la parte suroeste, fue descubierto en los siglos XVI y XVII por españoles, mucho antes de que llegaran los ingleses y franceses. Sirva como ejemplo el jefe apache Jerónimo, parlante de español y cristianizado por los españoles. Se ha dado el caso recientemente que el estado norteamericano no ha podido expropiar a familias indígenas, gracias a poseer títulos de propiedad expedidos en su día por monarcas españoles.

"es necesario recordar que ser español, lo hispano, es un hecho diferenciador de otros pueblos y culturas en todo el mundo, en positivo"

Vivimos nuestro pasado, incluso en nuestra patria, como algo que nos apela y nos compromete a superar el actual estado de pesimismo que nos invade, iniciado tras la pérdida de la España de ultramar. Aún hoy perdura en una gran parte de la sociedad española. Pues sí, es necesario recordar que ser español, lo hispano, es un hecho diferenciador de otros pueblos y culturas en todo el mundo, en positivo. Ningún país en el mundo ha realizado la gesta que ha hecho nuestra querida España, los españoles, de ser reducido en el siglo VIII por los musulmanes a las montañas astures de Covadonga, a reconquistar el territorio de nuestra España en ocho siglos y seguidamente a emprender la mayor aventura llevada a cabo por ningún pueblo del mundo, el descubrimiento de América del Sur, América del Norte y Oceanía.

El español es un tipo ingenioso y valiente, que, encomendado en los valores del cristianismo, hoy muy olvidado y a veces perseguido, ha proporcionado al mundo grandes personajes en los ámbitos de la ciencia, las letras, las artes y las humanidades.

Entre los siglos XV-XVIII, fue desarrollado por la Armada española, la más importante del mundo en ese periodo, la tecnología y las cartas de navegación, que posteriormente han servido de fuente de conocimiento para el resto de armadas del mundo. Héroes hoy olvidados, exploraron y cartografiaron el mundo. Los españoles no hemos tenido como los anglo-americanos la potente industria cinematográfica de Hollywood para dar notoriedad mundial a nuestros héroes y gestas. Actualmente hay hazañas realizadas por españoles que se reconocen mejor fuera de España que dentro, dada la pésima y sectaria gestión de la enseñanza que se realiza en España. Así privan a los jóvenes españoles de conocer la realidad de la historia, realizada por sus antepasados.

Es un hecho notorio en la actualidad que los turistas que visitan nuestro país, además de reconocer y admirar nuestro vasto legado cultural, manifiestan, que les gusta la forma alegre de ser de los españoles. En definitiva, de cómo vivimos, influenciados por el clima cálido, nuestro carácter alegre y abierto, nuestra gastronomía muy rica y diversa. Carácter y personalidad celtibérico, forjado a través de los siglos, como los numantinos que decidieron quitarse la vida antes que perder su libertad.

"es hora de que tengamos un horizonte temporal mucho más amplio y valoremos sin complejos nuestro espléndido pasado"

Para poder valorar de forma objetiva, sin partidismos, la guerra civil del 36, motivo de vergüenza para ambos bandos, en las dos facciones militaban hermanos de sangre que se mataban entre ellos por su incapacidad de solucionar sus diferencias con el diálogo y no con las armas. La destrucción y el odio aún hoy dividen familias. Hay que analizar el periodo de 1931 a 1936, pero sobre todo el de 1898 a 1936. El franquismo se apropió de algunos signos pertenecientes a los Reyes Católicos, como el águila de San Juan y el yugo y las flechas, este último signo representa la unión y la igualdad en el mando de los monarcas católicos y es un elemento que simboliza la igualdad entre una mujer y un hombre en la escala de mando, motivo de discusión de nuestro tiempo. Por lo tanto, es hora de que tengamos un horizonte temporal mucho más amplio y valoremos sin complejos nuestro espléndido pasado; miremos con unidad de pueblo grandioso nuestro futuro. Las fuerzas políticas actuales siguen cometiendo los mismos errores del pasado, imponiendo unas a otras cuando se alternan en el Gobierno la imposición partidista de su miope visión de la realidad, no de la realidad diversa y común. En definitiva, la historia se repite, el pueblo sigue su sabio camino y las élites otro distinto.

En el devenir de la historia a juzgar por la cronología de los acontecimientos podemos afirmar a través del estudio y observación de los mismos que hay unos rasgos diferenciadores entre las conquistas españolas y las inglesas. Que en las conquistas españolas está más latente el humanismo, el hecho catequizador que el mercantilismo. Por lo tanto, es importante y necesario el conocimiento riguroso y objetivo de nuestra historia; quizá el mercantilismo utilizado por masones e ingleses fue uno de los detonantes de la independencia de las colonias americanas. En muchos casos hemos asumido los errores y difamaciones en la conocida Leyenda Negra generada por ingleses y franceses, quizá por la envidia generada por el poder incontestable de la hegemonía española entre los siglos XV-XIII. Los franceses en la sucesión de la Casa de Austria por la de Borbón, estos rodeados de sequito francés refinado, veían a los españoles como poco refinados. Los ingleses para robarle posesiones y sobre todo el comercio que dominaba España en el mundo entre sí y sus colonias, difamaciones que aún hoy siguen de parte. Es importante saber la verdad sobre todo lo sucedido en nuestra historia, para así poder desterrar las fábulas introducidas por la ignorancia o la malicia, conduciendo a los españoles a ver con claridad nuestro pasado.

"SOMOS líderes mundiales en trasplantes y me atrevo a decir que también tenemos los mejores abuelos del mundo"

Por supuesto, tampoco debemos caer en la ingenuidad o en un nacionalismo ciego que nos haga considerar que todo lo hecho por nuestros antepasados estuvo todo perfecto, pero los errores que pudieron cometerse quedan ampliamente superados por los aciertos. La magnitud descomunal de la obra que realizaron los españoles desde el siglo XV hasta finales del siglo XVIII ha cambiado para siempre la historia de la humanidad. Y todo ello nada más finalizar otra empresa titánica de casi ocho siglos, la Reconquista.

Y vemos que la España de hoy, pese a la imagen centrada en lo adverso que ofrecen los medios de comunicación, ha sido valorada por organismos internacionales como una de los mejores países del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el más seguro para viajar por todo su territorio, líder mundial en trasplantes y me atrevo a decir que también tenemos los mejores abuelos del mundo.

Todo ello me sugiere, que los españoles tenemos muchas razones para sentirnos orgullosos del ser hispano, del ser español, para todos los españoles actuales y los que vendrán.

Antonio Pérez Riquelme

Director comercial de Cristalería Jorma