MURCIA. De la mano de Fernando López Miras, la Región de Murcia se ha convertido en un espacio de libertad económica y una de las comunidades con más baja fiscalidad. Medidas como la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, reducciones del IRPF en su tramo autonómico, bonificaciones fiscales para las familias murcianas y, por supuesto, la Ley de Aceleración, que ha permitido simplificar trámites burocráticos, favorecer la inversión, el emprendimiento y la creación de empleo. Y el Gobierno regional sigue bajando impuestos: los contribuyentes de la Región de Murcia se beneficiarán este año de tres nuevas deducciones autonómicas de entre 100 y 600 euros en el IRPF, activadas para apoyar a las personas con discapacidad y a aquellas que han tenido que realizar conciliación familiar y laboral en el escenario de la pandemia.
Unas nuevas deducciones que supondrán un ahorro estimado para 13.000 contribuyentes que superará el millón y medio de euros. Cabe recordar que los ciudadanos de la Región ya se ahorraron 9,8 millones de euros el pasado ejercicio gracias a las diez deducciones aplicadas por la Comunidad en la cuota autonómica del IRPF, de la que podrán aplicare este año una nueva rebaja, con una estimación del ahorro total por este concepto de 15,2 millones de euros.
"LA REGIÓN FUE la comunidad en la que más creció la recaudación por IRPF e IVA"
Todas estas políticas económicas y fiscales han generado estabilidad y confianza y fortalecido la economía de la Región, que, como demuestran los datos oficiales de crecimiento del PIB y de creación de empleo, está exhibiendo una resistencia ante los embates de la crisis de la covid-19 superior a la del conjunto de España. Unas políticas que constatan que, cuando se bajan los impuestos, crece la actividad económica, se crea más empleo y, por tanto, se recauda más: de esta forma, la Región de Murcia ha sido en 2020 la comunidad autónoma en la que más creció la recaudación por IRPF e IVA. Y de ahí que, también gracias a la eficacia en la gestión del gasto y la optimización de los recursos, haya conseguido el Gobierno regional bajar su déficit un 44%, y ser por octavo mes consecutivo la Comunidad Autónoma que antes paga a sus proveedores, pese a los gastos extraordinarios de la pandemia y la infrafinanciación que seguimos sufriendo.
Frente a este modelo liberal de éxito, el Gobierno de Sánchez se empeña en un patrón fracasado, típicamente socialista, el del intervencionismo y los altos impuestos. Inmisericorde con su política de sablazos fiscales a las clases medias, ha incrementado para este ejercicio, y de una tacada, nada menos que once impuestos, entre ellos el IVA sobre las bebidas azucaradas y edulcoradas, el IRPF, el aplicado sobre las primas de seguros, o el Impuesto de Matriculación, que encarecerá significativamente, y en el peor momento, los precios de venta de los turismos. Asimismo, las nuevas tasas Tobin y Google terminarán repercutiendo en el consumidor.
En una nueva vuelta de tuerca, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha amenazado con otra dañina subida impositiva en 2022, fijando un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, e imponiendo a las CCAA sendos incrementos del Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones y Donaciones. Recupera con ello, el PSOE su falaz discurso sobre la necesidad de una "armonización fiscal", con lo que hay que llevarse la mano a la cartera: el Gobierno social-comunista, muy significativamente, siempre apuesta por una armonización fiscal al alza, y nunca a la baja. En realidad, se pretende utilizar un mero pretexto para subirnos a todos los impuestos, especialmente a las clases medias y al tejido productivo de nuestro país, y con ello, intentar derribar las políticas de baja fiscalidad llevadas a cabo por comunidades gobernadas por el PP. Porque avasallarnos a impuestos es marca exclusiva de la casa socialista.
En lugar de seguir el ejemplo de Gobiernos autonómicos como el de la Región de Murcia y apostar por disminuir la presión fiscal para mejorar las perspectivas de futuro de la economía en general, el Ejecutivo de Sánchez pretende incrementar la recaudación del Estado subiendo los impuestos, no solo a los empresarios, sino a los que más están sufriendo las consecuencias de esta crisis, como son las familias y los pensionistas. En este sentido, recuperar impuestos doblemente confiscatorios como el de Sucesiones o incrementar el de Patrimonio resulta especialmente inoportuno, inmoral e inhumano en estos momentos, en los que tantas familias, como consecuencia de la letalidad del coronavirus, tendrán que sumar al dolor por la pérdida de un ser querido, el desasosiego de afrontar el injusto pago por una herencia o un patrimonio que durante años, esfuerzo y sacrificio ha costado crear y mantener.
No nos quedaremos quietos ante semejante atropello. Vamos a plantar cara sobre el terreno a Sánchez y mostrar a los españoles que existe otro modelo muy diferente al que ofrece el Gobierno social-comunista: el modelo del PP, basado en la rebaja de impuestos, las facilidades a la creación de empleo y la apuesta por el establecimiento de empresas. Vamos a dar la batalla, seguiremos bajando impuestos y, desde luego, no toleraremos que nos obliguen a subirlos. Por la salud de nuestra economía y por el bien de los murcianos y todos los españoles.
Mª Dolores Valcárcel Jiménez
Diputada PP Asamblea Regional