XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

Salir a no perder

Los debates electorales parecen algo extraordinario. La practica debería ser habitual y estar regulada. En cuanto a su celebración y la presencia o no de los candidatos son muy sanos y reveladores. Ves a los candidatos solos antes sus debilidades y fortalezas con estrategia y con sus condiciones y habilidades personales

25/04/2021 - 

Los previos. Hemos visto esta semana el debate para las elecciones a la Comunidad de Madrid, que más parecía la final de la Champions que no de la non nata Superliga. Mucha expectación nacional por las consecuencias a posteriori. En los pronósticos aquello se preveía como un "todos contra Ayuso". Al final como eran muchos los partidos a jugar y necesidades para todos los candidatos, la actual presidenta salvó los muebles. Fiasco de Pablo Iglesias al que se le presuponía telegenia, combatividad y experiencia contrastada y un Ángel Gabilondo dubitativo y con desespero por reunificar la alternativa de izquierda. A lo mejor esperaba el CIS de Tezanos que daba una bajada al PP para compensar la suya propia. Destacó la mesura de la ex de Podemos, Mónica García candidata de Más Madrid, que resolvió bien. La victoria del evento fue para el medio público que organizó la sesión. Radio Televisión Madrid cumplió con las expectativas y se presentó un debate ágil y no encorsetado

El resultado: ganar sin perder. Es sabido que las campañas electorales se antojan largas y solo son para adictos y los convencidos. Los debates que deberían ser regulados en la ley electoral, poco voto suelen mover de cara a los futuros resultados. Son un escaparate para ver las estrategias de última hora. Lo de salir a no perder lo hemos visto muchas veces en los terrenos deportivos con desigual resultado porque se te puede volver en contra. Es un juego peligroso. Pero en esta ocasión las urgencias de todos han dado digamos que una victoria a los puntos por no perder para Díaz Ayuso. No es un formato en el que esté cómoda, lo mismo que Ángel Gabilondo que tenía que batirse el cobre con Iglesias y con una candidata en ascenso como Mónica García. Por momentos daba la sensación de que los asesores junto a los candidatos no habían visto las posibilidades de sus patrocinados. Y por eso son buenos los debates porque ves en su estado natural al político, sin trampa ni cartón y si ya permites que debatan y dialoguen y no caigan en los hieráticos monólogos, el objetivo está conseguido. 

Entre la polarización y el bipartidismo. Sin duda el escenario electoral en Madrid traerá consecuencias nacionales. Estos comicios transcienden aunque a muchos no les guste. La prueba es la repercusión mediática y la presencia de candidatos de campanillas como Pablo Iglesias y la omnipresencia de Pedro Sánchez en la campaña. Es un reto político para todos. Hay polarización nacional por momentos en detrimento de las comunidades autónomas y también entre candidatos como Ayuso e Iglesias y una especie de bipartidismo por bloques. Se trata de medir las fuerzas en la derecha con de momento tres formaciones políticas y la izquierda con otras tres en condiciones desiguales. Los trasvases de votos entre los distintos partidos de ambos bandos serán interesantes. La duda demoscópica es comprobar si habrá reparto de votos entre izquierda y derecha. Las empresas sociológicas e institutos de opinión  hablan de movimientos incluso del PSOE al PP. Los indecisos dicen que son unos 600.000 y esta es una cifra muy elevada. Así que puede haber un recoloque en el tablero electoral. 

El Tablero

PSOE: Pedro Sánchez en apuros. Madrid le puede complicar a futuro su posición en La Moncloa. Ángel Gabilondo parece un candidato de riesgo. Les ha pillado el toro y después de “con este Pablo Iglesias, no” a que "te necesito para que me apoyes... quedan doce días y tenemos que ganar" hay un trecho recorrido en pocos días. Dormía tranquilo Sánchez, ya sin Iglesias en el Gobierno y resulta que el que le quita el sueño es su candidato. Otras lecturas más aviesas dicen que incluso al presidente le interesa que gane a Ayuso. Maniobras y estrategias tan arriesgadas y calculadas no parecen ser efectivas y las cosas a veces son más sencillas de lo que parecen. Madrid es la piedra de toque que necesita Sánchez para confirmar su liderazgo y control de la escena política y partidaria. De ahí que se vuelque con tanto ahínco en la campaña madrileña y que la factoría monclovita con Iván Redondo a la cabeza hayan dirigido el asunto y la inestimable cooperación de Tezanos en el CIS con sus equilibrios motivadores para el electorado.

PP: Pablo Casado o Isabel Díaz Ayuso. De manera callada Casado intenta aprovechar el rebufo de Ayuso y de ir haciendo recambios y revoluciones internas para que le pille preparado por si a Sánchez se le ocurre lo del adelanto electoral. De ahí los movimientos para relevar a sus líderes territoriales, como en el caso de la Comunidad Valenciana. Isabel Díaz Ayuso no necesitaba arrasar y salvo contados enfrentamientos en especial con Pablo Iglesias salió indemne del envite/debate. En el PP, Pablo Casado ya piensa en el cambio de ciclo político en España porque la derecha está movilizada con muchos puntos de diferencia sobre la izquierda en Madrid y se piensa que eso es trasladable a la situación nacional. La candidata Ayuso esperaba un ataque generalizado y se encontró con el enfrentamiento entre parroquias y con las urgencias de sus contrarios. Confrontó con Iglesias y García, con algún leve traspié que la hacían parecer distante. La táctica de salir a no perder le vino bien por las necesidades de los demás.

Vox: Santiago Abascal, fontanero fallido. Vox quería reeditar su éxito en Cataluña pero en Madrid. Por eso es él quien dirige la campaña hasta ahora con desigual resultado. Las encuestas le dan a la baja y Rocío Monasterio no logra colocar sus mensajes agresivos porque en parte son recogidos por el PP y esa es una pelea desigual. Abascal y compañía quieren reivindicar la necesidad que puede tener Ayuso de pactar con ellos, pero la fuerza que recogen los sondeos es para los populares. El efecto Vox se ha desinflado. El permanente enfrentamiento a diestra y siniestra no les sale a cuenta. El encontronazo permanente con Iglesias tampoco le beneficia. Se han quedado en terrero de nadie pero podrían ser necesarios para apuntalar a Ayuso.

Unidas Podemos: Pablo Iglesias, desvaído. Desubicado, desmotivado, sin ganas como si estuviera de retirada y no fuera con él el debate y la campaña. Parecía que era un trámite más cuando todo el mundo le presuponía el más cualificado para este formato en el que siempre ha salido victorioso. Por momento parecía errático y además sumaba peras con manzanas. Las cifras de contagios y fallecidos combinaban porcentajes con números con la consiguiente tergiversación. Llegó a decir que en Madrid hay lista de espera para operar para 600.000 personas cuando la cifra real se sitúa en torno a los 60.000. Y además le ha salido una buena competidora antigua compañera como Mónica García que le puede sacar los colores y lo más importante, los votos. La izquierda ha perdido una ocasión. 

Ciudadanos: Inés Arrimadas y Edmundo Bal, a la desesperada. A Bal se le reconoce la preparación y la experiencia pero Madrid no es para él. En el debate madrileño intentó acercarse a Gabilondo y le salió regular, y también a Ayuso que le dio cierto cariño, pero nada más. Sus problemas son los votos y el espacio de centro que intenta reclamar pero se le escurre por el flanco popular, por Más Madrid e incluso por el PSOE. Arrimadas tiene una difícil papeleta. La tensión casi es permanente porque se barrunta debacle electoral. Su pacto con el PSOE para Murcia y la moción de censura fracasada y la inopinada presencia de un candidato de urgencia como Bal han hecho el resto y no por el propio Bal en sí, sino por la situación casi de liquidación de la formación.

FOTO: EFE 

Las frases del debate

Isabel Díaz Ayuso, presidenta Comunidad de Madrid: "Señor Iglesias, es usted una pantomima, un personaje no creíble que da vergüenza ajena". ¡Casi el único enfrentamiento. Tomó nota y recogió velas por si perdía. Estrategia de no perder para ganar!

Ángel Gabilondo, candidato PSOE:  "Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones. Te pido tu apoyo". ¡Cambio de planes y llamada a la desesperada. No es creíble tras anunciar que con Iglesias no iría ni a la esquina!

Edmundo Bal, candidato de Ciudadanos: "Llevo 30 años sirviendo a España, no me vuelva a llamar traidor". ¡Disputando el espacio a Vox. Quién se lo iba a decir a Ciudadanos!

Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos: "Mi casa la pago yo, no me pone un piso de lujo Sarasola". ¡Descolocado y sin ganas y dando algún detalle de sus habilidades que en esta ocasión no le han ayudado!

Mónica García, candidata de Más Madrid: "Cuando se necesitaron sanitarios se contrataron a curas. El único milagro que tenemos son cifras dramáticas". ¡Contundente y creíble. Le ha salido un competidora a Iglesias e incluso a Gabilondo!

Rocío Monasterio, candidata de Vox: "Sus brigadistas nos apedrean en los mítines". ¡Cuerpo a cuerpo con Iglesias que solo da resultados para su parroquia!

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