MURCIA. El mes pasado salió la noticia de que el déficit del ejercicio 2020 de la Comunidad de la Región de Murcia había sido de -328 millones de euros, muy inferior al de 2.019, que fue de -585 millones de euros. En términos relativos, un 44% inferior.
Aun así, la deuda pública de la Región de Murcia ha seguido subiendo de forma preocupante durante el año pasado. Eso sí, durante el segundo semestre la tendencia fue más contenida. En total, hemos incrementado en 620 millones la deuda, para alcanzar los 10.182 millones de euros, casi un 35% del PIB regional.
Realmente, todo lo que sea un mejor control de gasto, nos puede parecer bien de entrada. Quizá el 2020 era el año propicio para ser más laxos en el rigor y más determinantes en intentar paliar parte de los estragos de la pandemia, pero siempre será mejor gastar menos que gastar sin criterio.
Lo que resulta llamativo son las valoraciones suministradas por el Gobierno de la Región en cuanto a estos datos.
Separo dos aspectos de esta valoración:
La primera afirmación que llama la atención de la Consejería de Presidencia y Hacienda es que "hemos recibido del Gobierno solo 3 de cada 10 euros que la Región de Murcia ha gastado por efectos de la pandemia". Si esto es así, y habiendo recibido 389 millones, el gasto extraordinario por la pandemia asciende a casi 1.300 millones en el año 2020. Sinceramente, no sé de dónde puede venir esa cifra.
De ser cierta esta afirmación, que es muy dudosa, nadie esperaría que la Administración Central, con cargo a deuda pública, camino de los 1,5 billones, se hiciera cargo de la totalidad.
"pongo en duda de que hayamos recibido "3 de cada 10 euros" del coste de la pandemia"
El incremento de gastos se debe básicamente al mayor volumen de transferencias (corrientes y de capital) que suponen un incremento de 315 millones (de los que el SMS se lleva 252 millones). Pero de estos 252, hay un incremento de 94 millones en transferencias de capital para cancelar endeudamiento de dicho SMS. Es decir, que no tienen nada que ver con las consecuencias de la covid.
Si añadimos una ejecución de inversiones por debajo del 50% (típico capítulo que se deja sin ejecutar cuando la tesorería no es boyante) y un incremento de gastos del SMS de solo unos 160 millones, la conclusión que saco de estas cifras es que se ha destinado parte de los fondos extraordinarios para el gasto corriente y que, por lo tanto, no solo pongo en duda de que hayamos recibido "3 de cada 10 euros" del coste de la pandemia, sino que puede que hayamos gastado de forma extraordinaria poco menos de lo recibido.
Entra dentro de la retórica habitual del gobierno de la Comunidad la invocación al "España nos roba" cuando habla de rendiciones de cuentas. Está constatado que es cierto que el sistema de financiación autonómica deja a la Región de Murcia por debajo de la media. Este caso merece un artículo propio y más detallado. Lo que no es nada riguroso es justificar una deuda de más de 10.000 millones de euros por una menor financiación, valorada por el CES en menos de 3.000 millones.
Pero en este último año, hemos sido testigos de 5 repartos de ayudas del Gobierno central a las CCAA (4 de ellos englobados en los 16.000 millones del año pasado, más el reparto de 5.000 millones para ayudas directas de este año). En todos ellos, hemos escuchado los mismos lamentos de prejuicios del Gobierno central que nos infringe un duro castigo por motivos políticos. No, señor. Para hacernos una idea, la Región de Murcia supone en términos de PIB el 2,6% del total nacional y en términos de población, el 3,18%.
En los 4 tramos de los fondos covid del año 2020, el reparto y criterios fueron:
En el fondo repartido recientemente para ayudas directas de 5.000 millones, el criterio de reparto era en dos tercios el peso relativo de cada Comunidad en la caída del PIB del año 2.020, ajustado al peso relativo de renta per cápita de cada una de ellas y en un tercio por indicadores de desempleo y desempleo juvenil. Nuestra Comunidad es de las que menos han caído en el año 2020. Sin duda, el mayor peso de agricultura e industrias alimenticias y el menor peso relativo de turismo y algunas industrias como la automovilística, han ayudado. Finalmente, el porcentaje del reparto que confiere a nuestra Comunidad ha sido del 2,56%. Ajustado al quedar fuera Canarias y Baleares, cuyo reparto se realiza aparte, un 2,85%.
"no se puede lloriquear que 'España nos roba' ni justificar los déficits más altos de España aportando datos que no se sostienen"
Se puede criticar la conveniencia o no de estos fondos, la idoneidad de las cantidades repartidas, algunos criterios para acceder a ellos (sobre todo en el caso de los fondos para ayudas directas donde claramente se han dejado atrás muchos sectores castigados el año pasado y donde no se recompensan a los negocios que han hecho el esfuerzo de reinventarse o cambiar para adaptarse al entorno y que por haber evitado una pérdida mayor, se vean fuera de la ayuda), pero no se puede lloriquear que "España nos roba" ni justificar los déficits más altos de España aportando datos que no se sostienen.
Es paradójico ver como la misma Administración que ha expresado en varias ocasiones el orgullo de haber sostenido a la Región en esta caída pandémica por encima de las demás CCAA, se lamenta amargamente que en los repartos de fondos basados en esa caída no nos favorece.
Lo peor de todo, es que el balbuceo reivindicativo funciona. Es una lástima.