Los clientes dedican menos tiempo pero gastan más dinero
MURCIA. La convivencia con el virus es algo que poco a poco va calando entre la población, por más que haya algún exceso que pone en peligro al resto de la sociedad. Pierde poco a poco la gente el miedo a hacer una vida 'normal' dentro de esta excepción en la que vivimos. De esto se va beneficiando el comercio y, por extensión, los centros comerciales de Murcia y Cartagena. Han sufrido el miedo inicial de la población por ser entornos cerrados.
Rebajado el temor inicial, poco a poco comienzan a ver la luz estos grandes espacios comerciales. "A diferencia del año pasado, en este 2020 si hemos tenido un puente como tal y lo hemos notado. Las cifras nos dicen que este año ha ido mejor", afirma Jose María Pascual de Riquelme, gerente de Espacio Mediterráneo en Cartagena. "La afluencia ha tenido buenos niveles bastante buenos. Como ahora no hay muchas cosas que hacer, aquí vienes y tienes restaurantes, cines… Además, el viernes también fue fiesta en la Comunidad Valenciana y eso nos ha beneficiado", apunta Claudia Martínez, responsable de comunicación del Centro Comercial Nueva Condomina.
No han sido ajenos los centros comerciales a la dificultad de recuperar a los clientes en un momento de máxima incertidumbre, con una sobreinformación sobre la covid-19 algo abrumadora. Durante estos meses de pandemia, la afluencia ha bajado de media entre un 20 y un 25%, según la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC). "Este mes de octubre la caída de afluencia ha ido disminuyendo, siendo entre un 10 y un 12%. En Cartagena nos han perjudicado tres circunstancias: la pandemia, la falta de turismo extranjero y el estado del Mar Menor, cuyo deterioro ha influido también. Durante el verano nuestras caídas han estado alrededor del 25% respecto al año pasado", señala Pascual de Riquelme. "En comparación con otras comunidades autónomas no podemos quejarnos. Hemos tenido nuevas aperturas, señal de que la situación no va mal del todo. Arrancamos con cierto miedo por parte de los clientes, como todos los sectores de cara al público, pero poco a poco vamos normalizando la situación", añade Martínez.
Además de Nueva Condomina, en Murcia otros centros comerciales luchan por recuperar el pulso previo a la pandemia. Thader, de hecho, ha renovado recientemente sus instalaciones. Así, se han creado nuevos espacios de terrazas, se han mejorado de las comunicaciones verticales y flujos de circulación, además de la modernización del punto de atención al cliente, zonas infantiles, espacios de descanso y visualización comercial más abierta.
Por otro lado, Myrtea, el último de los tres centros comerciales en instalarse en Murcia, sufrió hace un mes el varapalo de El Corte Inglés, que anunció su salida antes de que finalice el año "obligado" por el grupo Pikolin, debido a que este último no asume sus responsabilidades con el mantenimiento de las instalaciones desde principios de año.
La falta de estrenos de cine, temerosas las productoras de malvender en estos momentos su producto, ha hecho que parte del ocio se pierda. Sin embargo, se consume más. Y es que, según la AECC, el gasto medio ha aumentado en aproximadamente un 5%. "El ticket de venta es mayor. Cada cliente que viene, viene a comprar y compra más. Ahora se gasta aproximadamente entre uno y dos euros más", afirman desde Espacio Mediterráneo. "Hemos caído menos de lo que esperábamos. La comodidad del centro y el hecho de haber reforzado la seguridad da confianza al cliente de acudir a Nueva Condomina sin miedo", señala Martínez.
Un punto, el de las aglomeraciones, para el que mucha gente sigue teniendo cierto temor. No han obviado este punto los centros, que se han vaciado en cumplir con las medidas sanitarias impuestas y crear un espacio seguro para los clientes. La implantación de geles hidroalcohólicos, el refuerzo de la limpieza en zonas comunes como pasamanos o escaleras es una máxima para la que no han escatimado gastos en los centros comerciales. "Las restricciones son las mismas que en cualquier comercio. En todo momento controlamos el número de gente que hay. Hemos puesto especial atención a la limpieza, la renovación continua del aire. El objetivo es dar seguridad al cliente. Aunque ese miedo va por barrios, unos lo normalizan y a otros les cuesta más", señala Pascual de Riquelme. "Al ser un espacio tan grande, que coincida mucha gente en una misma hora del día es difícil, eso nos beneficia respecto a zonas comerciales más pequeñas. Ser capaces de dar seguridad al cliente es primordial", añade Martínez.
Afrontan ahora un trimestre con mucha incertidumbre. Eventos como el Black Friday, que cada año suma más descuentos, y las compras de Navidad añaden esperanza a unos espacios que asumen que esta situación durará todavía un tiempo largo. "Se seguirá estabilizando la situación", afirman desde Espacio Mediterráneo. "Vamos a tener que convivir con el virus. En una economía de mercado la rueda no puede pararse", añaden desde Nueva Condomina. En el otoño de la covid-19, los centros comerciales siguen su remontada.