MURCIA. La generación X me corre por las venas, tanto que hasta llevo su letra tatuada en mi DNI. A estas alturas de la película casi todos somos ya padres de adolescentes; los más avezados en el arte de la caza tienen hijos universitarios. Los que no brillamos por nuestro físico tuvimos que ir a la repesca del outlet y ahora estamos pringados con fiestas de cumpleaños en diabólicos parques infantiles. ¿Algún empresario se ha planteado montar el chachipark del infierno? Sería todo un éxito, el reflejo más fiel de lo que se vive allí dentro. Yo estaría ideal de protagonista en el tren de la bruja. Iba a dar escobazos a diestro y siniestro.
Pero volviendo al tema generacional, a lo mejor por ese motivo Dabiz Muñoz ha decidido introducir la X en sus marcas comerciales, para atraer al público de esta generación. Somos lo suficientemente bipolares como para decirles a nuestros hijos que no les compramos un McDonald porque no es saludable, pero sí somos capaces de hacer más de una hora de cola para degustar la hamburguesa más cool del momento en Murcia. Al menos en el Mcauto estás despachado en quince minutos.
Y que conste que este artículo no va sobre la comida, a la que no he tenido el placer de conocer, sino con la tontura de los cayetanos murcianos. No entiendo el furor que despierta esta camioneta roja lejos del sefie de rigor. Muerta me quedo cuando veo a los puretas haciendo cola frente a un foodtruck ¡cerrado!, esperando pacientemente como si estuvieran esperando que abran las puertas del concierto del mismísimo Springsteen. ¡¿Pero estamos locos?!
Por si no lo sabían, si tomas una hamburguesa en GoXo no has ido a DiverXo, no has ido a StreetXo, sólo estas comiendo las migajas que brillantemente te acerca Dabiz en una magistral estrategia empresarial. Sería como el Eau de Parfum para los que no pueden pagar el perfume.
Me pregunto yo, en esta ruta camionera que ha montado el Chef por antonomasia (no olvidemos que lleva dos años consecutivos siendo calificado como mejor Chef del mundo): ¿a alguien de su agencia de marketing se le ha ocurrido pensar que cuanto más bajan sus puestos ambulantes al sur, más se aproxima su nombre al mismo de la anatomía femenina? Sí, usted también lo sabe, ¡al chocho! Esa 'x' no es pronunciable en panocho más allá de una 'ch' en condiciones. ¡Qué poca cultura nacional!
Bueno, señores, no les voy a negar que soy una amante de la comida basura y me atrae mucho la idea de probar una hamburguesita grasienta y churretosa que me haga vibrar en el asiento, pero lo que sí que tengo claro es que será bajo mis condiciones. Yo soy una señora y no pienso denigrarme esperando en una cola multitudinaria como una más. Por quince pavos exijo como mínimo que algún buenorro me sirva en mesa y si no, adiós en noviembre a David y su XoXo.
Gracias por su lectura.