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María Huertas, Rocío Rubio, Adela Martinez-Cachá, de Bia 3, y Susi De Nicolás. Foto: C14 FhotographyMURCIA. La firma de ropa Pequeña Moma sigue firme su camino tras la su adquisición por parte de un grupo de empresarios 100% murcianos y ficha un grupo de mujeres profesionales en el ámbito de la comunicación, la moda, el retail y la gestión empresarial para su nuevo equipo directivo.
Se trata de perfiles diferentes y complementarios que buscan crear un equipo multidisciplinar que permita abarcar la gestión de la marca desde cada uno de los departamentos, de forma coordinada y simultaneando su aportación a la marca con sus labores profesionales habituales. Así, la exconcejala de Murcia y exconsejera del Gobierno regional Adela Martínez-Cachá es la nueva directora de Estrategia; María Huertas es la directora de Marketing y Comunicación; Rocío Rubio es la directora de Compras y Susi De Nicolás es la directora de Ventas, que se suman al proyecto entre otras incorporaciones, como ha podido saber Murcia Plaza.
Pequeña Moma apuesta por "una expansión focalizada en el sur y el levante español". Fuentes conocedoras de la compañía aseguran que "el esfuerzo por parte del grupo inversor ha sido importante, se han mantenido abiertas al público todas las tiendas durante meses en un duro proceso de transición, con la seguridad de que Pequeña Moma saldrá reforzada de esta situación".
Pequeña Moma se estrenó en un bajo del paseo Alfonso XIII de Cartagena en 2013 con su primera tienda de ropa y complementos para niños. La expansión del negocio fue meteórica. De esa pequeña tienda en Cartagena pasaron a abrir en la costa (La Ribera, Cabo de Palos) y Murcia, y lograr en cinco años a tener más de 20 puntos de venta repartidos por España. Pero su empuje definitivo vino de la mano de El Corte Inglés, una fuerte alianza que le llevó a tener su marca en 13 de sus centros: tres en Madrid, Valencia, Sevilla, Córdoba, Málaga, Jaén, Cádiz, Albacete, Cartagena, Murcia o La Coruña.
Tras crear e impulsar su página web, los efectos de la pandemia, la dificultad para hacer frente a los créditos ICO y la subida de costes de la energía lastraron el negocio de la marca, que entró en concurso de acreedores. La empresa de ropa y complementos había sufrido un fuerte varapalo desde la pandemia. Pero lo golpes con la subida de precios de la energía, la electricidad y el combustible la llevaron a pedir el preconcurso de acreedores para renegociar la deuda, algo que no fue posible tras 4 meses de negociaciones.
El juzgado de lo Mercantil Número 1 de Murcia dictó hace seis meses una sentencia que nombraba administrador concursal al decano del Colegio de Economistas de la Región, Ramón Madrid, en representación de Bnfix Mediterráneo Auditores. Por lo que se abrió el proceso de liquidación. Madrid buscó una salida en forma de la venta de la unidad productiva, que recayó en el grupo de inversores murcianos que la han reflotado. Y Pequeña Moma ya nada en manos de otros propietarios tras la salida de su cofundadora e imagen hasta hace unos meses, Paloma Jáudenes.
