CARTAGENA. Empezada la campaña electoral autonómica y municipal, decenas de candidatos de todos los partidos concurrentes están jugándose su futuro. En muchos casos no solo su futuro político, sino también sus ingresos. Cada vez abundan más los candidatos cuya única fuente pecuniaria depende de que logren ocupar algún cargo político remunerado. Todo esto es obvio, pero menos lo es cómo influirá el resultado de las elecciones en una serie de personalidades de nuestra región que no son candidatos.
Consideremos el caso de Juan Antonio Pedreño. Nacido en una pedanía de Murcia en 1957, se licenció en Química en la universidad de Granada y obtuvo un título de postgrado en Cooperativismo y Economía Social en la universidad de Murcia. Esa es su verdadera vocación, el cooperativismo, donde ha desarrollado una trayectoria profesional extraordinariamente exitosa. El Tibio respeta el éxito basado en la constancia y el esfuerzo, así que chapeau para Pedreño, quien preside una pluralidad mareante de instituciones. Y varias de ellas desde hace un número mareante de años. Repasemos.
"PEDREÑO suele afirmar que su obligación es entenderse con políticos de todas las tendencias. Y lleva razón. Por eso no es extraño que asistiese al mitin de Pedro Sánchez y pocos días después se encontrase con el presidente Miras"
Desde 1986 preside la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región de Murcia (UCOMUR). O sea, la preside desde hace 37 años, un año más del que estuvo Franco al frente de su dictadura (1975-1939). Desde 1998 preside la Unión de Cooperativas de la Región de Murcia (UCOERM). Ese año hizo el Gobierno regional primer rector de la UPCT al Tibio, ya jubilado. Desde 2005 preside la Confederación Española de Trabajo Asociado (COCETA). Desde 2008, la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEEES). Desde 2015, Social Economy Europe. En resumen, ostenta las presidencias de las organizaciones relacionadas con el cooperativismo en la región de Murcia, en España y en Europa. Por si eso fuese poco, el 2013 fue nombrado catedrático de Cooperativismo y Economía Social en la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
Se preguntará el lector en qué puede afectar a un personaje tan poderoso el resultado de las próximas elecciones regionales. Posiblemente en casi nada. Su posición apenas variaría si, en vez del PP, gobernase el PSOE en coalición con Podemos. De hecho, Pedreño suele afirmar que su obligación es entenderse con políticos de todas las tendencias. Y lleva razón. Por eso no es extraño que asistiese al mitin del presidente nacional socialista Pedro Sánchez en Murcia y pocos días después se encontrase con el presidente regional pepero Miras en la Asamblea de UCOERM.
Ahora bien, si su futuro no depende de estas elecciones, otra cosa es el de los cooperativistas de la enseñanza. Como se dijo en la citada Asamblea, UCOERM había conseguido el pasado año todos los objetivos que se había marcado. Excelente. Solo que los había conseguido en colaboración con un Gobierno presidido por un militante del PP y, asombro mayor, con una consejera de Educación proveniente de Vox. ¿Qué ocurriría con los centros de enseñanza de tipo cooperativo si gobernasen en la región el socialista Vélez y la podemita Marín? A primera vista nada. Después de todo, hay una gran tradición de socialismo cooperativo.
A mediados del siglo XIX el británico Richard Owen ganó fama por gestionar empresas textiles desde una óptica cooperativa en plena revolución industrial. Sin embargo, un pequeño detalle ensombrece ese pronóstico. Como en el magnífico anuncio de don Nicolás, una cosita, los renos, que no vuelan, habría que decir cooperativistas de la enseñanza, una cosita, la mayoría de vuestros centros funcionan en régimen concertado. De hecho, las cooperativas de enseñanza asumen la mitad de la enseñanza concertada de la región. Y unas nueve de cada diez cooperativas de enseñanza han firmado convenios de concertación con el Gobierno regional. No hace falta que nadie les explique qué pasaría si gobernasen los socialistas o los podemitas porque lo saben por experiencia: en los pueblos con alcaldes de esos colores sudan tinta para abrir algún centro cooperativo de enseñanza.
Es bien sabido que cuanto más izquierdista sea un político, más inquina le tiene a la enseñanza concertada. Basta comparar las estadísticas de la implantación de ese tipo de enseñanza en las regiones tradicionalmente gobernadas por el PSOE, como Andalucía, con las de Madrid o Murcia. Así que cabe suponer que una consejera podemita de Educación se propondría reducir drásticamente el peso de la enseñanza concertada y, por ende, quizás se sintiese tentada de rescindir los conciertos de las cooperativas. Sería emocionante contemplar la lucha de titanes que se produciría si Pedreño tuviese que defender los conciertos educativos frente a Marín. Para comprar palomitas y sentarse a disfrutarlo.
Así que a Pedreño no le afectarán las elecciones y puede permitirse asistir a todos los mítines que le apetezca, incluidos los de Sánchez, pero a los cooperativistas de la enseñanza quizás le resulte menos indiferente lo que ocurra el 28M. Y también a los dirigentes de la UCAM, una fórmula que tampoco goza de las simpatías de los podemitas. Una universidad de la Iglesia comete un doble pecado: no es estatal y es católica. Lo mismo forma médicos objetores del aborto. Y, para colmo, Antelo, el candidato de Vox, jugaba al baloncesto en la UCAM. Quita, quita. Pero no es lo más importante. Después de todo, ahí Pedreño solo ocupa un puesto de catedrático, que no de dirigente. El lío está en la UCOERM.