la empresa busca cuadruplicar producción con las nuevas instalaciones

La nueva fábrica de Muñoz Gálvez en Librilla se retrasa: no estará lista antes de finales de 2023

Imágenes por ordenador de la futura fábrica de DMG en Librilla: Fotos: DESTILERÍAS MUÑOZ GÁLVEZ.

18/07/2022 - 

MURCIA. Destilerías Muñoz Gálvez, la empresa murciana especializada en la fabricación y comercialización de fragancias y químicos aromáticos, aún tendrá que esperar para trasladar su actividad a la nueva fábrica que está construyendo en Librilla. Las nuevas instalaciones, que prometen multiplicar por cuatro su capacidad de producción, no estarán finalizadas hasta finales de 2023 o comienzos del 2024.

De esta forma, se retrasa en más de un año la fecha prevista para su puesta en funcionamiento, pues en un primer momento se calculaba que la obra estaría concluida en este 2022, tras lo que habría que comenzar a mover la producción desde la fábrica que la empresa mantiene operativa en Murcia. Por lo tanto, si antes se esperaba que la nueva fábrica estuviera plenamente operativa en el año 2025, ahora este momento se verá postergado hasta 2026 o 2027.

Este retraso se debe en buena parte a las ampliaciones que la compañía ha ido proyectando conforme avanzaba el proyecto, pues se trata de una inversión planeada desde 2008 que se ha ido adaptando a las nuevas necesidades que iba desarrollando la empresa con el paso del tiempo. 

En específico, Destilerías Muñoz Gálvez va a construir un segundo almacén, gemelo al primero, como consecuencia del "crecimiento que ha experimentado la compañía en los dos últimos años", con lo que podrán aumentar su capacidad de almacenamiento hasta las 3.000 toneladas de producto: "Se está demostrando en los últimos años, con la influencia del coronavirus, que el almacenamiento es vital para el buen funcionamiento de la compañía", explica el director general de la firma, Pedro Muñoz, en conversación con Murcia Plaza.

Precisamente la covid también ha resultado protagonista en la demora en la construcción de la fábrica, pues como consecuencia de la pandemia se han ralentizado las licencias necesarias para continuar con la obra.

En un primer momento, la empresa presupuestó una inversión de 40 millones de euros para la puesta en marcha de esta nueva fábrica en Librilla, una cifra a la que habrá que sumar el coste añadido de las ampliaciones y los retrasos. No obstante, Muñoz asegura que "no se prevén desviaciones económicas sustanciales".

Aumento de la plantilla

Con la intención de preparase para el aumento en la producción que supondrán las nuevas instalaciones, Destilerías Muñoz Gálvez ya está comenzando a ampliar plantilla, pasando de los 102 trabajadores a los 115 empleados con los que cuenta la empresa en estos momentos. De hecho, el objetivo es llegar a los 120 en total, lo que supondría un incremento del 20%.

Este aumento en la plantilla se produce pese a los retrasos en la construcción de la fábrica debido a que los periodos de formación son largos en este tipo de compañías, pudiendo abarcar desde los 2 a los 6 años en algunos puestos.

La superficie de las nuevas instalaciones, cinco veces superior a la actual, alcanza los 70.000 m2 y contará además de una planta fotovoltaica con una potencia instalada de autoconsumo de 480 Kw que permitirá reducir hasta en un 35% el consumo energético de fuentes externas.

Según fuentes de la compañía estas instalaciones permitirán a DMG incrementar su producción, mejorando además su eficiencia y la seguridad de sus procesos mediante la implantación de un sistema de control distribuido de última generación.

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