El PP sufrió una sonora derrota parlamentaria el pasado viernes. La oposición, formada por partidos de ideologías antagónicas como son, por un lado, PSOE y Podemos-IU, y, por otro, Vox, doblegó al Gobierno en la Asamblea Regional al tumbar el decreto conocido como Vivienda Asequible, una norma que buscaba promover la construcción de hasta 25.000 hogares en un lustro por un precio de hasta 170.000 euros. “Quien pierde es la Región de Murcia y sus ciudadanos”, se afanaba en decir Joaquín Segado. “Hoy han tumbado la ilusión de miles de jóvenes y familias de la Región, cuyo futuro es más incierto gracias a Vox”. Lo cierto es que, al margen de otras consideraciones, la derogación del decreto deja también una lectura política: el Gobierno de López Miras fue incapaz de superar el corte del Parlamento para sacar adelante una de sus medidas estrella de la legislatura.
Esta debilidad parlamentaria no es algo que pilló de nuevas al PP, pues ya sabe desde hace tiempo que Vox no es un aliado en la Asamblea. Si quiere sus votos, necesita pactar, como pasó con los Presupuestos. Y en esta ocasión no hubo llamadas entre ambos partidos. El diálogo brilló por su ausencia. La propia patronal de la construcción afeó al Gobierno regional y la oposición la falta de conversaciones: “No se ha producido el necesario diálogo previo entre el Gobierno regional y los grupos parlamentarios. No se ha buscado consenso”, lamentaba, con cierto malestar, Frecom, que se ha implicado en la elaboración del decreto. “Esta forma de actuar genera frustración, paraliza soluciones y transmite inseguridad jurídica”, se quejaban amargamente.
El varapalo de la Asamblea culmina una semana de rechazos profundos de Vox a su antiguo socio, el PP. No le ha concedido ni agua. Empezando por el calendario parlamentario -fijando los plenos el mismo día que las reuniones del Consejo de Gobierno- y terminando con la revocación del decreto, sin olvidar la ruptura de la coalición de Yecla. Segado, en el pleno, no pudo evitar reconocer su contrariedad tras conocer el resultado de la votación. “Hoy a Vox se le ha caído la careta. Está más cerca de Pedro Sánchez que del PP”, recriminaba mientras se quejaba de que “incluso dejan hablar al diputado del PSOE y al del PP no”. Si hace dos años eran socios de un Gobierno en coalición que hacía todos los esfuerzos por mostrar sintonía, hoy la amplia distancia entre ambos es pública y notoria.
Nada de esto perturba a Vox, que sigue con su hoja de ruta: ser decisivo en el Parlamento e intentar dominar la pugna por el relato político. El contador electoral ha empezado ya la cuenta atrás. Y Vox se siente mucho más cómodo en la arena de la Asamblea que en la moqueta de San Esteban. José Ángel Antelo aplica en la Región el argumentario que ya usó en las elecciones europeas: PP y PSOE son, a su juicio, lo mismo. Y lo repite cada vez que puede. “La única vivienda que hace el socialismo y el PP es para comprar viviendas para ilegales”, decía en la Cámara.
Antelo también se apoya en mantras que sólo aplauden sus fieles –“La única solución habitacional que hacen es poner hoteles para inmigrantes ilegales en primera línea del Mar Menor”-, pero también deslizó una clave, compartida con el PSOE y que explica el fracaso de la votación: no hubo diálogo. “Hemos votado que no porque cuando se trae un decreto a esta Cámara se negocia previamente, no se impone un trágala”. El líder socialista, Francisco Lucas, por su parte, tachaba el episodio de “gran fracaso” del presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, por su “incapacidad para dialogar con otras formaciones políticas”.
👻🎃 La coalición 𝗣𝗦𝗢𝗘 - 𝗩𝗢𝗫 en la #RegiónDeMurcia da mas miedo que #Halloween.
— Antonio Landáburu (@Landaburu_Anto) October 31, 2025
𝐇𝐨𝐲 𝐡𝐚𝐧 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐃𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐕𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚 𝐀𝐬𝐞𝐪𝐮𝐢𝐛𝐥𝐞, 𝐡𝐚𝐧 𝐝𝐞𝐫𝐨𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝟐𝟓.𝟎𝟎𝟎 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝟓… pic.twitter.com/ZSxrHbPS7v
Los populares, sin embargo, agudizan su relato de la pinza. Diputados y consejeros insisten en ese argumentario, para marcar distancias: "Vox y el PSOE se enredan en una pinza política que bloquea avances en la Región de Murcia", como así criticaba la consejera de Política Social, Conchita Ruiz. El parlamentario aguileño Antonio Landáburu, uno de los más activos en señalar la alianza de sus adversarios, ironizaba en redes: "La coalición PSOE - Vox en la Región de Murcia da más miedo que Halloween".
Sin embargo, el corolario es que el PP comienza el curso político con el pie cambiado, víctima de su debilidad parlamentaria y su falta de alianzas. Esta primera semana de reveses -horribilis para el PP- queda como advertencia para el devenir de la legislatura: Vox y el PSOE no van a dar regalar nada, y mucho menos si ni siquiera se descuelga el teléfono para negociar cualquier medida. Por eso los populares no ocultan que están explorando la vía, inédita en 43 años de autonomía, de prorrogar un Presupuesto. Pero eso no servirá con el resto de leyes parlamentarias. El fracaso del decreto es una prueba de ello: el Gobierno deberá buscar otras fórmulas para no echar a perder las medidas que contenía el texto.