Desde que comenzó la legislatura, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cartagena ha demostrado que su prioridad no es Cartagena, sino obedecer al Gobierno regional murciano. Y eso tiene consecuencias: más promesas vacías, menos inversiones reales, más fotos… y menos soluciones.
¿Dónde está el liderazgo que Cartagena necesita?
Cartagena sigue sin rumbo claro, sin proyecto de ciudad, sin planificación a medio plazo. En lugar de defender nuestra autonomía y nuestras necesidades, el gobierno local ha optado por agachar la cabeza ante Murcia y callar ante los agravios.
Sanidad colapsada, educación olvidada, transporte abandonado.
Las inversiones autonómicas no llegan, los problemas se agravan y el Ayuntamiento mira para otro lado. El Rosell sigue sin ser el hospital que necesitamos. Las infraestructuras educativas no avanzan. Y el transporte metropolitano sigue sin coordinarse ni financiarse como es debido.
Cartagena, moneda de cambio político.
El gobierno local no ha sabido -ni querido- plantar cara al Gobierno regional. Su papel ha sido el de cómplice silencioso. Pactos entre partidos sin beneficio para nuestra ciudad, paralización de propuestas que no sean "de los suyos" y una gestión más preocupada por la propaganda que por el día a día de nuestros barrios y diputaciones.
Cartagena necesita ser escuchada. Pero para eso hay que alzar la voz.
La sumisión a Murcia solo ha traído más abandono. El gobierno municipal ha actuado con opacidad, sin diálogo ciudadano, sin abrir la puerta a la participación vecinal ni a la oposición. Cartagena merece un gobierno valiente, transparente y que no tema enfrentarse a quien sea necesario para defender lo nuestro.
Es momento de cambiar el rumbo.
Cartagena no puede seguir siendo la gran olvidada de la Región de Murcia. Necesitamos exigir la financiación, las infraestructuras y la autonomía que nos corresponden como segunda ciudad de esta comunidad. No más silencios. No más fotos. Es hora de tomar la palabra por Cartagena.
Jerónimo V. Navarro. Coordinador de Si Cartagena.