Escribo este texto desde la costa balear en mitad de una tormenta perfecta, para empezar porque es mi primera “despedida de casado” y no sabía que estas cosas ahora se celebran a lo grande. Para seguir, porque para variar, un evento de la UNE en Madrid me hace perderme la mitad de tan importante celebración.

A un buen amigo le ha tocado una de esas prejubilaciones forzosas a la que, dentro de un ERE, ha decidido sumar un divorcio para darle más emoción a esta nueva etapa de su vida. Ojo al caso porque es tendencia en estos momentos: Persona productiva en su departamento y no ha sido retirado por no ser rentable, las últimas oleadas de despidos en tecnológicas vienen impulsadas con una nueva tendencia. No despachan por no ser rentable, lo hacen por “algo o alguien” mucho más rentable. Ya no llega con ser bueno, hay que ser el mejor.

Mientras tanto, siempre hay algún pato despistado que intenta reinventar la enésima aplicación de dietas que nadie va a usar. Nos dicen que la IA no te quitará tu trabajo, que lo hará alguien que sepa IA. Pero por favor, cuantas revoluciones tecnológicas van ya… Que hay que tener mega aceptado a estas alturas que el telar, el tractor y la luz eléctrica eliminaron completamente oficios y la clave es adaptarse lo antes posible, no la falsa tranquilidad. Hay que tener un ojo en todo, diversificar, abrirse a montar desde un call center innovador hasta vender pokes…  Y sobretodo perder el miedo a sincronizar tu vida con la nube con la excusa de que pueden robar tus datos… Malas noticias, ya lo tienen todo, llevas un micrófono en tu mano todo el día sin preocuparte; están en la fase dos del plan.

Ahora bien, conspiraciones a parte, el cambio tecnológico está siendo tan rápido esta vez, que sí que puede existir un problema nuevo. Problema en la línea de que, según donde uno mire o la métrica escogida, también es tendencia en España el divorcio. Entre un 50% y un 70% (según los más alarmistas) y puede ser cierto ya que, si bien antes los clubs estaban llenos de universitarios, ahora los jubilados han tomado la revancha… ¿Serán las mismas personas que no se han ido? Al menos ahora las pastillas que vuelan en estos antros vienen con receta médica.

No despachan por no ser rentable, lo hacen por “algo o alguien” mucho más rentable. Ya no llega con ser bueno, hay que ser el mejor.

Tanta gente no lo puede hacer mal en el amor, así como pasa lo mismo en el trabajo. ¿Qué demonios está pasando? Simple, todo son ciclos y llegó la era del CAOS. Toda buena empresa debería crear un departamento con este mismo nombre y aprender a gestionar rarezas de todo tipo. Con una lideresa mujer, semigótica y dónde quien mande sea su gato. 

Y si, toca aceptar ese caos y navegar en la tormenta más apasionante desde que el mundo es mundo. La meritocracia ahora depende de la intrusión de algoritmos de corporaciones donde si antes eras un número, ahora no eres ni eso. Hay tantos números que no merece la pena ni codificarte. Las empresas ya no buscan siempre al mismo “profesional” en un equipo y en el mundo de la pareja pasa lo mismo con tu “personalidad”. El criterio en ambos mundos ya no cambia cada 20 años sino cada 20 meses y o te adaptas o te quedas sin amor y sin dinero.

Las empresas ya no buscan siempre al mismo “profesional” en un equipo y en el mundo de la pareja pasa lo mismo con tu “personalidad”. El criterio en ambos mundos ya no cambia cada 20 años sino cada 20 meses y o te adaptas o te quedas sin amor y sin dinero.

Hablamos de giros del tipo la porcelana horrible que heredaste y que durante años escondiste en tu trastero, de la noche a la mañana, es un regalo de valor incalculable. Wallapop y pasear con cazatesoros le puede cambiar la vida a uno en segundos en esta época donde ya no se hacen descuentos por una cara bonita. 

Un paseo de cinco kilómetros no pesa nada, si quien camina a tu lado hace que el tiempo desaparezca. Incluso si tu calzado es el peor posible o no tienes el conocimiento necesario para despuntar en un proyecto, el antiguo difícil es el nuevo fácil y lo imposible ahora es el nuevo difícil.

CAOS, llegó el CAOS, y la eterna batalla entre perros y gatos se verá amenazada por la era del Pato.

Ismael Novo

(Consultor tecnológico) 

@ismael_novo