Opinión

Opinión

Women talks: Aprendiendo de ellas / Cátedra Mujer Empresaria y Directiva

Lo importante no se ve (pero se nota)

Publicado: 06/07/2025 ·06:00
Actualizado: 07/07/2025 · 09:07
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

A menudo se habla del liderazgo como una cuestión individual, pero la realidad es que, sin un buen equipo, ningún liderazgo se sostiene. El verdadero valor está en las personas que te rodean: las que proponen, las que cuestionan, las que empujan contigo, incluso en silencio.

Con los años, he aprendido que rodearse de personas buenas —y no solo en lo profesional, también en lo personal— es uno de los mayores privilegios que se pueden tener en una organización. Porque el talento sin actitud no construye. Porque la inteligencia sin generosidad no transforma. Porque el “yo” sin el “nosotros” no llega lejos.

Cuando estás al frente de un proyecto, de un área, de una iniciativa, enseguida descubres que la diferencia no está en tener ideas brillantes, sino en tener personas capaces de ejecutarlas contigo. Que no se limiten a cumplir, sino que se involucren, que cuiden los detalles, que te reten desde el respeto, que trabajen contigo y no para ti.

Tengo la suerte de trabajar con un equipo comprometido, con actitud positiva y muchas ganas de aportar. Nos dedicamos a la mejora continua, una tarea que exige cuestionarse lo establecido, proponer nuevas formas, hacer más con menos… y no siempre es fácil. Pero con este equipo, el reto se convierte en motivación.

Tengo la suerte de trabajar con un equipo comprometido, con actitud positiva y muchas ganas de aportar. Nos dedicamos a la mejora continua, una tarea que exige cuestionarse lo establecido, proponer nuevas formas, hacer más con menos… y no siempre es fácil. Pero con este equipo, el reto se convierte en motivación.

Cada persona aporta algo único: hay quienes son extraordinariamente organizados, quienes nunca se conforman con lo de siempre, quienes son constantes y meticulosos, o quienes dan un paso al frente sin que se lo pidan. Son personas con valores muy distintos, pero perfectamente complementarios: responsabilidad, proactividad, energía, ilusión y muchas ganas de aprender. De equivocarse, de volver a intentarlo, de proponer mejoras y aceptar retos. Y eso, para quien lidera, lo cambia todo. Sin ellos, nada sería igual. Sin su forma de ser y de estar, muchas cosas no serían posibles.

Me ha pasado más de una vez: creer tenerlo todo resuelto, hasta que las personas que me rodean —con su experiencia o su mirada fresca— me muestran otro camino. Esa mezcla de perspectivas es un regalo.

También ha habido días difíciles. Momentos de frustración, de cansancio y de dudas que a veces se acumulan sin avisar. Y, aunque no lo diga, ellos lo captan enseguida. Una sonrisa, una propuesta, un gesto de apoyo… pequeños detalles que, sin saberlo, te salvan ese día. Porque no siempre hace falta una gran solución; a veces, basta con sentirte acompañada.

Por mucho que sepas o que te esfuerces, no puedes con todo. Necesitas otros ojos, otras manos, otras formas de ver. Y cuando tienes eso cerca, lo mínimo que puedes hacer es valorarlo, cuidarlo y agradecerlo.

Por mucho que sepas o que te esfuerces, no puedes con todo. Necesitas otros ojos, otras manos, otras formas de ver. Y cuando tienes eso cerca, lo mínimo que puedes hacer es valorarlo, cuidarlo y agradecerlo.

Ojalá pongamos más en valor lo colectivo, y dejemos de premiar solo al que “lidera”, porque sin equipo no hay rumbo, ni constancia, ni resultados. Y, por supuesto, no hay alegría en el camino.

 

Laura Nicolás González

 Responsable de Métodos y Tiempos y Organización de FRIPOZO.  

Recibe toda la actualidad
Murcia Plaza

Recibe toda la actualidad de Murcia Plaza en tu correo