MURCIA (EFE). El Ayuntamiento de Murcia dejará de ingresar en 2022 unos 7,7 millones de euros por la congelación de todos sus impuestos y tasas y el mantenimiento de la exención de pago a los hosteleros por la instalación de terrazas para apoyar al sector por la crisis del coronavirus.
Así lo ha indicado este lunes el concejal de Gestión Económica, Enrique Lorca, durante el pleno extraordinario en el que se ha aprobado con el voto favorable de todos los grupos políticos, excepto Vox, la modificación de las ordenanzas fiscales para 2022.
La congelación de tasas e impuestos por noveno año consecutivo, ha dicho el edil, supondrá que el Consistorio ingresará unos 6,3 millones de euros menos que si esos precios públicos se actualizaran con el valor del IPC. Además, la exención de la tasa por la instalación de terrazas en la vía pública, como ya se ha aplicado este año, supondrá un ahorro para los hosteleros de unos 1,4 millones de euros. Ambas medidas contribuirán a la recuperación económica de ciudadanos y empresarios tras la pandemia del coronavirus, ha insistido.
La medida ha sido apoyada por el socio del gobierno local, Ciudadanos, cuyos ediles no han entrado en el debate, y por Podemos, cuyo portavoz, Ginés Ruiz, ha recordado que estas medidas estaban ya recogidas en el plan de recuperación económica que suscribieron todos los partidos excepto Vox el pasado ejercicio.
También ha votado a favor el PP, cuyo concejal Edudardo Martínez Oliva ha señalado que su partido ya había tomado esas mismas medias cuando estaba en el Gobierno, pero ha lamentado que las ordenanzas no incluyan ninguna mención a la anulación del cobro del impuesto de plusvalías, que afectará a los ingresos municipales.
El edil ha opinado que la modificación legal que este mismo lunes tiene previsto aprobar el Gobierno central para adecuar el cobro del impuesto a la sentencia del Tribunal Constitucional que la anulaba es “fruto de la improvisación”, ya que ese tributo está “herido de muerte” y solo se le está “poniendo un parche”.
Por su parte, Inmaculada Ortega, de Vox, ha defendido el voto de su partido en contra de las ordenanzas porque considera que los tributos no solo deberían congelarse, sino reducirse, dado que la fiscalidad municipal debería moverse en una horquilla del 0,4 y el 0,75 por ciento y se sitúa en su franja más alta, el 0,65 por ciento, por lo que hay margen para una bajada. También ha lamentado que no se incluyan sus propuestas para bonificar a las familias numerosas en el pago del IBI.