MURCIA. Fernando López Miras vuelve a ser objeto de críticas por una fotografía en un restaurante. El PSOE ha denunciado que el presidente de la Comunidad "vuelve a saltarse las normativas" de la hostelería al revelar eldiario.es una imagen en la que se ve al jefe del Ejecutivo regional brindando con otros siete comensales, todos ellos sin mascarilla. La Comunidad tiene fijado en seis el límite máximo de personas que se pueden sentar en un local de restauración. "López Miras debe dimitir", exigió el secretario de Organización del PSRM-PSOE, Jordi Arce. "Sus actos son una clara irresponsabilidad y una falta de respeto para toda la Región".
Por su parte, el presidente, que este miércoles ha asistido a Cartagena al estreno de un nuevo punto de vacunación, ha reconocido, ante las preguntas de los periodistas sobre este tema, que "no debió acercarse a brindar" aunque negó incumplir la normativa covid y también aseguró que sólo conocía a uno de los siete comensales que aparecen en la fotografía.
Según su testimonio, el presidente se encontraba en "las inmediaciones" de una terraza de Cieza con su pareja cuando "uno de los señores de la foto", el único que Miras dice conocer, le requirió "con insistencia que por favor pudiera acercarse a saludarlos, a hacerse una foto con ellos y a brindar". Y agregó: "Ante la insistencia, me acerqué en un momento en el que nos hicimos varias fotos y ese brindis. Y evidentemente y aun a riesgo de parecer grosero no debí haber aceptado ese requerimiento, esa petición que me hicieron", admitió el mandatario ante los periodistas.
No es la primera vez que Miras se ve envuelto en una polémica similar. En abril, PSOE y Podemos criticaron una imagen en la que se veía a seis dirigentes del PP (el propio Miras, así como Teodoro García Egea, Marcos Ortuño, Antonio Luengo, José Miguel Luengo y Francisco Abril) sentados junto con un séptimo participante, departiendo en la sobremesa de un conocido restaurante murciano.
PSOE y Podemos reaccionaron con dureza y censuraron la escena por "saltarse sus propias normas" para la hostelería y exigieron responsabilidades políticas. En cambio, desde el PP negaron los hechos, que calificaron de "bulo", y tildaron las acusaciones como "ridículas".