CARTAGENA. La viabilidad del presupuesto de Cartagena se ha convertido en una tarea titánica del equipo de Gobierno. En diciembre se logró sacar adelante el de 2019, fecha en la que se debería haber presentado el de 2020 y ahora, para el de este año, el equipo de gobierno no ha terminado de ultimar las partidas presupuestarias.
La concejala de Hacienda, Esperanza Nieto, se excusaba aludiendo a la negociación -que ni tan siquiera se ha establecido- con los funcionarios municipales y el fallido convenio colectivo de trabajadores, para justificar el retraso de los presupuestos. Nieto indicaba que si bien no es de poner fechas ni plazos, espera que este próximo mes de febrero se pueda dar viabilidad al mismo.
"Estamos dándole los últimos ajustes. El capítulo 1, que habla del personal, ha retrasado las fechas que teníamos previstas. Estamos ultimando todos los datos para tenerlo listo cuanto antes".
Apelaba la concejala a la responsabilidad para elaborar el capítulo 1 "en función de los compromisos que tenemos adquiridos y que se puedan cumplir dentro de los límites que se establecieron por parte de los técnicos a nivel económico", o lo que es lo mismo: no pueden llevar a cabo la subida salarial aprobada en el convenio colectivo del pasado mes de abril porque generaría un agujero de 15 millones de euros a las arcas municipales los dos próximos años.
"Seguimos tendiendo la mano -a los funcionarios- para alcanzar un acuerdo y ver hasta dónde podemos llegar y el grado de cumplimiento que sea una cosa acordada entre todos", indicaba Nieto, quien anunciaba que "durante el mes de febrero tiene que estar presentado el presupuesto. Seguimos los pasos dentro del acuerdo programático".
Un grupo de unos quince funcionarios, algunos de ellos representantes sindicales, acudieron al pleno con carteles en los que manifestaban sus quejas por la suspensión del acuerdo de condiciones de trabajo. Los policías municipales que estaban vigilantes en el Pleno les retiraron los mensajes y les invitaron a salir media hora más tarde, cuando el grupo de funcionarios aplaudieron una moción que nada tenía que ver con ellos. "Bueno, pues ya tienen ustedes su foto", les espetó la alcaldesa Ana Belén Castejón, mientras abandonaban la sesión plenaria.
