CARTAGENA. Los mercadillos de Cartagena han recuperado gran parte del vigor perdido en los últimos años, aunque no han alcanzado la afluencia de clientes con la que contaban antes de la pandemia. Así lo ha asegurado Pedro Furió, representante de los vendedores, quien indicaba que el encarecimiento de los productos, entre otros aspectos, a lo que hay que añadir la actual crisis o las altas temperaturas, que impiden que se vendan los textiles de invierno, hacen complicada la venta en estas fechas "sigue siendo difícil vender todo lo que nos gustaría".
La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, recorría los puestos del mercadillo que se instala los miércoles en Ribera de San Javier junto al representante de los vendedores, Pedro Furió, y la edil de Comercio, Belén Romero. Lo ha hecho para conocer la evolución de las ventas esta Navidad después de que el Ayuntamiento de Cartagena autorizara, a petición de los comerciantes, la apertura de los puestos también los sábados de diciembre.
Con el estreno este año del mercadillo de El Albujón, son 13 los mercadillos semanales con más de 1.240 puestos autorizados, ha informado la alcaldesa. De este modo, hay mercadillos abiertos todos los días de la semana, menos los sábados (quitando el mes de diciembre junto al Cénit). Los mercadillos abren al público en los barrios y diputaciones de Cartagena seis días de la semana: desde el más pequeño en El Llano, con 5 puestos, hasta el del Cénit, con 282 puestos autorizados.
"Dan el sustento a muchas familias, son una opción de compa de proximidad en muchos barrios y diputaciones y añaden atractivo a zonas turísticas", ha expuesto Noelia Arroyo. Desde la Concejalía de Comercio la edil Belén Romero ha recordado que en la actualidad se está realizando una campaña de comunicación para la promoción de sus ventas en Navidad. Con motivo de la crisis derivada por la pandemia recibieron ayudas por valor de medio millón de euros.
La edil de Comercio ha explicado las mejoras para el mercadillo de Cabo de Palos. Así, ha recalcado que la reestructuración de los puestos y la inclusión de una zona de foodtrucks están habladas y consensuadas con las asociaciones de vendedores. En las reuniones ninguna asociación ha manifestado su oposición a esta novedad que, lo que busca, es dinamizar el mercadillo y atraer a nuevos clientes.