MURCIA. La pandemia continúa bajo control en la Región de Murcia. Hace un mes, las terrazas de los bares volvían a recibir clientes, al abrigo de una tendencia a la baja. Marzo ha dado un respiro tras el preocupante mes de enero, que puso contra las cuerdas al sistema sanitario regional. Desde mediados de febrero, la Comunidad ha levantado paulatinamente las restricciones. Lo hacía cada lunes, el día fijado en el calendario para la reunión del Comité de Seguimiento de la Covid.
El Gobierno murciano es partidario de abrir el abanico de restricciones con cautela e insiste en remarcar a la ciudadanía que "no hay que relajarse", pero siempre ha flexibilizado las medidas conforme la pandemia lo permitía. En la última reunión se concedió a la hostelería la posibilidad de recibir hasta cuatro clientes por mesa en el interior de los locales. El Comité se volverá a reunir este lunes para valorar si proceden nuevas aperturas.
A día de hoy persiste el cierre perimetral de la Comunidad, una medida que no se prevé que se levente. Y menos con la cercanía de la Semana Santa. También continúa el toque de queda, fijado entre las 10 de la noche y las seis de la mañana. Las reuniones en domicilios están prohibidas, si bien se permiten encuentros de un máximo de cuatro no convivientes en lugares públicos.
La hostelería sigue soportando las principales restricciones. Los bares no pueden abrir más del 30% del aforo de sus interiores, si bien sí pueden hacerlo al 100% en terrazas. El servicio en barra sigue prohibido. Los comercios tampoco pueden albergar al 100% de su capacidad: están limitados al 75%.
"Queremos evitar la aparición de brotes y los picos de contagios tal y como sucedió después de los encuentros en Navidad", explica el consejero de Salud, Juan José Pedreño. En el recuerdo permanece la experiencia navideña, cuando se dispararon los contagios en la Región. La tercera ola fue vertiginosa y sus efectos fueron letales.
Con todo, la situación actual es esperanzadora. La incidencia acumulada en 14 días se encuentra en 58 casos por cada 100.000 habitantes, lejos de los umbrales de peligro. Únicamente Librilla supera el umbral considerado de riesgo extremo, al soportar una tasa de más de 600 contagios por cada 100.000 habitantes. El municipio, de hecho, se encuentra confinado perimetralmente precisamente por esta razón.
El resto de la Región evoluciona favorablemente. El último parte de Salud depara 64 contagios, una cifra asumible para el sistema sanitario. Los hospitales, de hecho, acogen a 114 hospitalizados, de los que 43 permanecen en la UCI. En total hay 790 infectados (entre pacientes graves y leves o asintomáticos). Este escenario no tiene nada que ver con el inicio del año. El pasado 21 de enero se contabilizaron hasta 18.329 casos activos. Fue el récord de la pandemia. Los hospitales llegaron en febrero a una situación límite, con 1.136 pacientes ingresados el 25 de enero y con 176 enfermos críticos el 4 de febrero.