MURCIA. En el País Vasco, Asturias y Castilla-La Mancha no existe el riesgo de una repetición electoral. A diferencia del resto de comunidades autónomas, como la propia Región de Murcia, sus parlamentos autonómicos cuentan con mecanismos para evitar el bloqueo de la investidura y lograr que siempre salga elegido un presidente. En la segunda votación solamente se puede optar entre un 'sí' o una abstención, no se puede votar 'no'. Con esa fórmula se garantiza una elección y se evita que los diputados puedan tumbar todas las candidaturas.
A este clavo ardiendo se agarra ahora Fernando López Miras, que ve cómo su idea de formar Gobierno en solitario no convence al único partido que en la Región de Murcia podría permitírselo: Vox. El líder los populares murcianos y presidente en funciones reprocha "el bloqueo" que a su juicio está ejerciendo la formación de José Ángel Antelo contra un partido "que se quedó al borde de la mayoría absoluta" y pidió en una entrevista en el programa Herrera en COPE que la Región se sumara a los modelos del País Vasco, Asturias y La Mancha, donde "no se puede bloquear la formación de los Gobiernos" porque, adujo, "los parlamentos están para construir, no para destruir".
Fuentes populares aseguran, a preguntas de Murcia Plaza, que no hay previsto, al menos en el corto plazo, trasladar a la Asamblea Regional una iniciativa parlamentaria para modificar el proceso de investidura, que además requeriría de una reforma del Estatuto de Autonomía. De hecho, esa idea tendría todos los visos para ser tumbada por los otros grupos (PSOE, Vox y Podemos IU), que cuentan con mayoría absoluta, tal y como han demostrado en las dos votaciones de investidura fallidas. Pero el PP sí quiere plantear el debate, a modo de reflexión, como así expuso el presidente en una radio de alcance nacional.
La Asamblea Regional, al igual que la mayoría de autonomías, traza un sistema similar a la elección de un presidente del Gobierno de España, que tiene un plazo de dos meses para obtener la confianza del Congreso de los Diputados y si no lo consigue se convocan nuevas elecciones. El reglamento del Parlamento regional así lo recoge taxativamente en su artículo 164 del primer capítulo del título VIII, dedicado a la investidura: "Si transcurrido el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura ningún candidato hubiera obtenido la confianza el presidente de la Asamblea la disolverá, convocándose nuevas elecciones".
Así las cosas, y dado que López Miras sufrió su primer revés el pasado viernes, en la primera votación, el contador de la repetición electoral lleva ya varios días activado en la Región de Murcia. Si el PP no consigue que alguien le abra la puerta, el 7 de septiembre la presidenta de la Asamblea está obligada a disolver la Cámara y se convocan elecciones autonómicas en la Región de Murcia. De nada habría servido el 28 de mayo: los ciudadanos estarían llamados de nuevo a las urnas.
En cambio, el Estatuto de Castilla-La Mancha recoge que si no hay una mayoría simple en un plazo de dos meses, se designa de forma automática al candidato con mayor número de escaños. En el País Vasco y en Asturias, donde la investidura se denomina designación del Gobierno, no existe el voto en contra. De esa manera, los diputados pueden votar por un candidato o abstenerse. Si no hay mayoría absoluta, bastaría con ser el más votado en una segunda votación.
El País Vasco, de hecho, siempre ha funcionado con este sistema y eso que nunca ha conocido una mayoría absoluta a lo largo de su historia. Con todo, cabe puntualizar que los modelos manchegos, vascos y asturianos garantizan la investidura, pero no la gobernabilidad, que es otra cosa bien distinta. Ahí no queda más remedio que pactar con el resto de fuerzas. Es un sistema similar a la elección de los alcaldes, donde se impone la lista más votada siempre y cuando no exista un alternativa que sume una mayoría absoluta.
¿Debería ser así en la Asamblea Regional? El debate está servido.