MURCIA. #NoOsImportamosUMU se ha convertido esta semana en trending topic por muchos motivos. Las imágenes de aulas y pasillos llenas cuando las cifras de contagios baten récords es chocante. La movilización forzosa de más de 30.000 estudiantes, avalada por las mismas autoridades que nos piden que nos quedemos en casa y limitemos los contactos sociales, es un absurdo. Que el 16 de mayo, con apenas 8 contagios diarios, comenzara una convocatoria de exámenes totalmente online y que ahora se estén celebrando exámenes presenciales con más de mil casos al día es un disparate.
Pero, ¿quién es el responsable de este despropósito? Vayamos por pasos.
"Mucho espíritu crítico, pero lo que esperan es justamente eso: futuros trabajadores obedientes"
Los jerarcas universitarios. Aunque el foco esté en el rector Luján, no debemos olvidar que no es un monarca absoluto. Tampoco que la situación afecta a las tres universidades de la Región: la Universidad de Murcia, la Politécnica de Cartagena y la UCAM. La mayoría de los decanos, los que mandan de verdad en una institución tan jerarquizada, quieren exámenes como los de siempre. Y aunque solo sean un puñado y cada vez estén más solos en su torre de marfil, tienen más poder que la inmensa mayoría de docentes y estudiantes. Dijeron que Bolonia acercaba la universidad a la sociedad, pero solo se referían a la empresa privada y su gestión ultravertical. Eso de "una persona, un voto" todavía está por llegar a la universidad.
El consejero de Universidades del Gobierno regional, Miguel Motas. ¿Y ése quién es? En teoría el máximo responsable de las universidades en la Región de Murcia. En la práctica ni está ni se le espera. La labor del consejero Motas se limita a pasarle la pelota a los rectores, los rectores se la pasan a la Consejería de Salud, la Consejería de Salud se la devuelve a Motas y los rectores y vuelta a empezar de nuevo. Señores, ha nacido el tiki taka. En el centro de este rondo están los pobres estudiantes y la mayoría de docentes sin olerla.
La Consejería de Salud del Gobierno regional y sus normas arbitrarias. ¡Quedaos en casa, pero id a los exámenes! ¡Limitad al máximo los contactos sociales, pero sí os podéis juntar con 50 alumnos en un aula! ¡Hostelería cerrada, pero centros comerciales y bares de apuestas abiertos sin restricciones! Y así hasta el infinito... Incompetentes.
Mención especial merece también el consejero de Fomento, Díez de Revenga. Solo a un cum laude en inoperancia se le ocurriría dejar en mínimos el transporte público en plena pandemia. Pocos autobuses, pero bien llenos. La rentabilidad es lo primero.
El presidente López Miras. Ni una palabra a la comunidad universitaria en su mensaje del viernes para anunciar las nuevas medidas. Parece que la salud de estudiantes y docentes le importa una mierda. ¡Qué fácil era todo cuando todo lo que tenía que hacer era salir para echarle la culpa a Sánchez e Iglesias! Lo de gobernar ya es otra cosa.
El sistema. Sí, ese ente abstracto también tiene la culpa. En el fondo de esta polémica está el temor de los decanos, que temen que los estudiantes se copien. Pero, ¿no habíamos quedado en que los exámenes deben potenciar la reflexión y no los conocimientos memorísticos? ¿Dónde queda eso de Bolonia y la evaluación continua? Nos dicen también que el objetivo del sistema educativo es formar personas críticas, pero a la más mínima discrepancia te acusarán de deslealtad, generar confusión... ¡y hasta de violento! Arrrrr. Formen filas. Si la gente sigue yendo a trabajar, ¿por qué los estudiantes no iban a hacer sus exámenes presenciales? Ahí le has dado. Mucho espíritu crítico, pero lo que esperan es justamente eso: futuros trabajadores obedientes. Que pongan en riesgo su salud si es necesario para que siga funcionando la empresa y la económica. No puede parar ni unos días. Los exámenes son un ensayo.
Ángel Luis Hernández
Secretario de Organización de Podemos Región de Murcia.