MURCIA. La Región de Murcia estrena una nueva era con la 'nueva normalidad', que llegará aparejada de la apertura de las 'fronteras', tanto nacionales -con el fin de las restricciones de la movilidad- como comunitarias -salvo Portugal- . La Comunidad, uno de los territorios españoles menos afectados por la pandemia, se adentra en territorio desconocido. Ante la escasa incidencia del virus en tierras murcianas,el riesgo se concentrará ahora en lugares como los municipios costeros, pues previsiblemente atraerán la venida de residentes de otros lugares del país. Hasta la fecha, todos los indicadores reflejan la buena evolución de Murcia en la contención de la covid-19, pero a partir de este momento se abre una gran incógnita, oteando en el horizonte: ¿Qué pasará ahora?
El Gobierno regional aboga por no establecer un aforo máximo dadas las dificultades para controlar a los bañistas. La Comunidad esgrime que, ante todo, se trata de una cuestión de responsabilidad individual. Si uno cumple, ayuda a los demás. ¿Y cuáles son las medidas a seguir? La receta es de sobra conocida, el triple ritual: distancia de seguridad, uso de mascarillas y lavado constante de manos. En el caso de las playas, no será obligado la mascarilla, pero sí se exigirá la separación de metro y medio salvo que sean miembros de un núcleo familiar.
La costa reabrió en la Región el pasado 25 de mayo, con el pase a la fase 2. Pocos días después, especialmente durante el fin de semana, el litoral murciano dejó imágenes de playas repletas de bañistas. Sin embargo, esta afluencia masiva no se ha traducido en contagios. Por fortuna. Al menos, así lo recoge el último informe de Epidemiología, con fecha al 17 de junio, que prácticamente no tiene constancia de infecciones originadas en las localidades costeras en las dos últimas semanas.
En concreto, Epidemiología señala que, en los últimos catorce días, no se ha detectado ningún caso de coronavirus en los municipios marmenorenses de San Javier, San Pedro y Los Alcázares. Tampoco en se han registrado positivos por PCR en Águilas ni en La Unión. Del resto de municipios con playas de la Región, únicamente se han conocido nueve positivos en Lorca (cuatro casos), Cartagena (tres) y Mazarrón (dos). El informe no detalla si estas infecciones se han producido en lugares relacionados con la costa, pero, en cualquier caso, la cifra es casi insignificante.
No en vano, el número de casos activos en la Comunidad sigue siendo bajo, por debajo del centenario de pacientes. La Región apenas ha sufrido sobresaltos, más allá de determinados rebrotes muy concretos en Archena, Totana -ambos ya superados- y los jornaleros que viajaban a la Provenza francesa. Son focos que la Comunidad siempre ha asegurado tenerlos muy controlados. De hecho, la pasada semana, la Consejería de Salud expresaba su preocupación al Ministerio de Sanidad porque "todos los casos positivos de la Comunidad son todos importados y de un mismo origen".
La escasa incidencia de la covid-19 es el mejor logro de la Región, pero también es su mayor riesgo: solamente el 1,6% de la población está inmunizada. Por eso resulta clave el comportamiento individual para no sufrir de nuevo la pesadilla. La 'nueva normalidad' llega, por tanto, con incertidumbres. Incluso el propio consejero de Salud reconoce que ignora qué va a pasar en la nueva era. "Entramos en una etapa vital en la que no sabemos qué va a pasar, por lo que la responsabilidad de cada uno es vital", manifestaba Manuel Villegas. La Región vuelve a someterse a un nuevo examen Hasta la fecha, la ciudadanía ha respondido con nota -a tenor de los datos-.