El frenesí legislador en el que ha entrado el Gobierno es síntoma de que las cosas están muy ajustadas y de que no las tienen todas consigo. En estos momentos, las pulsiones demoscópicas tienen de los nervios a unos y otros. En la izquierda resulta que la división a la izquierda del PSOE puede restarle en vez de 'sumarle'. Y en la derecha, la más que probable desaparición de Ciudadanos y la presencia de Vox pueden no ser suficientes para gobernar.
Acelerón legislativo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere tener despejado 2023 de conflictos y asuntos sin resolver. Por eso las prisas de acabar este mes de diciembre no solo con los Presupuestos sino con otras leyes sociales. Ocurre que estas normas le mantienen en un enfrentamiento constante con sus socios de Gobierno. Unidas Podemos quiere rentabilizar estas conquistas y venderlas como propias, cosa que Sánchez no quiere que ocurra, a fin de cuentas él es el presidente. Con negociaciones imposibles de leyes que provocan encontronazos con su socio de gobierno y dentro del propio PSOE -la ley del solo sí es sí, que tiene dividido al feminismo clásico-, cesiones incomprensibles -sedición y malversación para ERC y compañeros mártires del procés- y gestiones y decisiones interesadas -designación de sedes de la Agencia Espacial Española a Sevilla, gobernada por el PSOE, o también la Agencia para la Inteligencia Artificial en A Coruña también con alcalde socialista-, con todas las autonomías enfadadas y muchas dudas con la continuidad de las ayudas para superar la inflación -bonificación de carburantes o rebaja del IVA en el recibo de la luz-. Así que estamos en plena carrera electoral. La doble vuelta o no de comicios autonómicos y municipales y las generales marcarán el próximo año. Y todo lo que se decida será en clave electoral.
Gobernar y oponerse a golpe de encuesta. Por momentos da la sensación de que todos los partidos están más pendientes de lo que marquen los trackings y sondeos privados y públicos -ese CIS haciendo de las suyas- que de gobernar o hacer oposición. Es una larga partida y campaña electoral. 2023 marcará el futuro tanto del Gobierno como la oposición actual. Ocurre que ellos solos no se valen. No les salen las cuentas. Si damos crédito a los estudios demoscópicos, tenemos dos situaciones. El PSOE no pierde apoyos de momento pero a su izquierda resulta que hay un espacio fragmentado en estos momentos y que en principio no tiene visos de aunarse. Si Sánchez gana las elecciones pero no tiene fuerza a su izquierda es como si no hubiera hecho nada. Necesita a Yolanda Díaz o a quien sea para 'sumar' la coalición con las ayudas externas de nacionalistas e independentistas. En el caso de la derecha, la situación es perversa. Núñez Feijóo necesita sumar votos. Parece que tendría los de Ciudadanos y de Vox arrastra muy poco, de ahí que mantenga el perfil de Isabel Díaz Ayuso para contrarrestar votos en ese sentido. Al PP no le gustaría tener que pactar con Vox, pero en estos momentos la distancia con el PSOE parece que se equilibra y no estarían tan alejados. Así que es muy importante en ambos bloques el papel que desempeñen los partidos más extremos.
En Moncloa están muy preocupados por la falta de unidad entre Unidas Podemos y el proyecto de Yolanda Díaz. Muchos dicen que la vicepresidenta es la que tiene la clave del futuro y de mantener la coalición. A recordar lo ocurrido en Andalucía donde la izquierda acudió dividida y obtuvo muy malos resultados. Y en el otro lado, tras el fiasco de Vox con Macarena Olona, que no obtuvo los votos esperados y que al final rentabilizó Juanma Moreno que obtuvo una mayoría absoluta que nadie esperaba para sorpresa de muchos. El caso de Moreno es de estudio. En su día Pablo Casado le dejó cocerse en su salsa porque creía que sufriría una derrota y tendrían justificación para relevarle. La historia nos recuerda que ha gobernado en coalición con Ciudadanos, que ha desaparecido de Andalucía y ahora es uno de los bastiones de Alberto Núñez Feijóo, porque Pablo Casado ya es historia.
Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha: "Proponen una cosa rayana con la moralidad. Quieren un código penal con nombres y apellidos". ¡El cálculo político puede volverse en contra. En los gobiernos autonómicos lo saben muy bien!
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid: "Estamos despistados con los de Cataluña, pero esto va de Griñán". ¡Otra vuelta a la cuestión. Malversación atenuada para los propios!
Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo: "Unidas Podemos tiene posición propia, pero con rotundidad no vamos a presentar enmiendas que tengan que ver con malversación". ¡Estrategia electoral. Pero no se sabe si habla por Sumar o por toda la coalición!
Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional del PP: "Los golpistas alemanes o Castillo en Perú solo pagarían aquí por desórdenes públicos al derogarse la sedición". ¡Legislar a la carta puede beneficiarte, pero puede ser un arma de doble filo electoral!
Joaquín Leguina, socialista ex presidente de la Comunidad de Madrid: "Mi expulsión es una tomadura de pelo. Soy socialista, pero no sanchista". ¡Ya está de vuelta de todo. Muchos en el PSOE se preguntan si la expulsión era necesaria hora y qué mensaje se quiere lanzar!
Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP: "Creo que Ciudadanos en este momento es un partido que debe despedirse del ámbito político de la forma más digna posible porque si no, en las urnas no va a tener representación". ¡Urgencias electorales y necesidad de sumar votos para no necesitar a Vox".
Luis Enrique, ex entrenador de la selección: "Tengo más salidas que el metro". ¡Pues mucha suerte. O le quieres o le odias. Habrá que pasar página de lo ocurrido en Qatar. No se ha visto una idea de equipo y muchos dicen que lo del tiqui taca ha pasado a mejor vida!
Joan Manuel Serrat, cantante: "Me retiro del escenario pero voy a seguir escribiendo y viviendo la vida". ¡Larga vida y composiciones maravillosas que seguro llegarán!