CARTAGENA. Por el mismo precio de una, el Tibio comentará los resultados de las cuatro elecciones que más le han llamado la atención. En primer lugar, el presidente pepero Miras le ha ganado las elecciones regionales al presidente socialista Sánchez. Corrían rumores que se enfrentaba a Vélez, pero ambas partes acordaron que el duelo real en Murcia se daba entre Miras y Sánchez. Al ganar, acaba de obtener dos ventajas importantes. Por un lado, se independiza de su anterior mentor, Pedro Antonio, e indirectamente de su antecesor, Ramón Luis. Por otra parte, también se independiza del pecio de Ciudadanos. Ahora Miras va a ser, por primera vez, presidente sin mochila. Ha demostrado su propia capacidad (ya anticipada en la buena gestión de la pandemia) y también que CS se equivocó al presentar la automoción de censura.
En cambio, al presidente Sánchez le han pesado tanto sus pactos con Izquierda Republicaba de Cataluña y con Reunirse (Bildu en vasco) que no solo ha perdido en Murcia, donde ganó hace cuatro años, sino que se ha visto obligado a convocar elecciones anticipadas. Es verdad que el PSOE ha bajado mucho en el conjunto de España, pero ha mejorado posiciones en Cataluña. País Vasco y Navarra. La predicción del Tibio se ha cumplido: bajo la dirección de Sánchez, el socialismo se consolidaría en las regiones (muchos las llaman naciones) separatistas, pero declinaría en las españolistas (como Murcia). De hecho, entre los socialistas solo ha aguantado el españolista Page. Los demás, al hoyo electoral.
"¿quién liderará la lista del PP a las próximas elecciones nacionales?"
Y aviso a navegantes de cara a las próximas elecciones nacionales: visto el leñazo que les infligieron los tribunales y el éxito del 155, los separatistas vascos y los catalanes ya no quieren sacar de España a sus regiones, sino que ahora aspiran a sacar a España de sus regiones. Sin necesidad de declarar la independencia, quieren gobernar sus regiones como si no formasen parte de España, empezando por erradicar la lengua española de sus territorios. Por tanto, el dilema ahora será si queremos una España amputada o una España entera y la pregunta a los partidarios de la integridad nacional es ¿quién liderará la lista del PP a las próximas elecciones nacionales? Eso lo decidirá Miras, el gran triunfador, y hay curiosidad ahora que Teodoro García ya no cuenta. En su honor hay que decir que preparó los pactos con CS y después salvó la moción de autocensura que ese partido presentó. Pero ahora está en las criptomonedas y el PP necesita un candidato fuerte. ¿Quién será? Por favor, que nadie mencione a Patricia, que acaba de obtener su siguiente mayoría absoluta en Archena.
Sobre las elecciones municipales en la ciudad de Murcia poco hay que decir, pues Ballesta ha obtenido mayoría absoluta. Se trata de un personaje idóneo para esa Alcaldía. Tan apreciado que ha sacado más votos en la ciudad que Miras. Tranquilos, precisamente por eso, no sería un buen presidente regional, pues pecaría de exceso de centralismo. El gran derrotado, como en los demás sitios, es CS. De formar parte de dos gobiernos consecutivos a quedarse sin concejales. Consecuencias de las autocensuras y de tratar de apoyar en uno sitios al PP y en otros al PSOE.
¿Y qué decir de Gestoso? Ha mejorado mucho los resultados de Vox, pero la Alcaldía no depende de su grupo. Agridulce. Veremos cómo lo evalúa Antelo. En cuanto a Serrano, tan buena persona como insípido político, se ha visto en parte arrastrado por el aroma deletéreo que emana de su presidente nacional, aunque también ha cometido algunas torpezas de cosecha propia. Lo dicho: el exrector Ballesta es un excelente candidato para regir la ciudad, pero no el conjunto del territorio. ¡Ah! Y tanto los seguidores de Iglesias como los de Errejón han quedado fuera. Ni izquierda dura, ni izquierda cuqui. ¿Qué hará ahora Yolanda? O se entienden o habrá fracaso.
Para el Tibio la gran sorpresa ha saltado en Lorca. Cuando le preguntó un estudiante Ciencias Políticas de una universidad catalana, que estaba haciendo un trabajo académico sobre las elecciones en esa ciudad, el Tibio le respondió que daba un 60% de probabilidades de victoria al PSOE y un 40% al PP. ¿Por qué? Por el carácter afable y tolerante de Mateos, así como su disposición a defender los intereses de Lorca antes que los de su partido. Sin embargo, ha vencido el PP de Fulgencio Gil. Una pista: Miras ha sacado más votos en Lorca que Gil. Conclusión: mientras que a Mateos le ha perjudicado Sánchez, a Gil le ha beneficiado Miras, que trabajó en el hospital local. Acertó el Tibio al pronosticar el ascenso de Vox, pues fue Menduiña la que más apoyó a los ganaderos cuando el lío de la invasión de la sede municipal (menos mal que Sánchez ha derogado el delito de sedición). Una lástima que IU haya perdido uno de sus dos tradicionales concejales. Y eso que iba en coalición con Podemos. Y adiós al simpático Morales. Para uno que de CS que no armó líos a lo largo de la legislatura, se estropeó todo con la exposición de los bordados en Madrid. No se torture: posiblemente tampoco habría sacado escaño de no haber sido expulsado del equipo. Así es la vida.
Y sigue el misterio en Cartagena. Al igual que en Lorca, la candidata local, Noelia, se ha visto ayudada por Miras, que ha logrado más votos que ella en la ciudad. Afortunadamente, la ley electoral garantiza que haya alcalde en cualquier ciudad: si nadie obtiene mayoría absoluta, hay que nombrar al primero de la lista más votada. En este caso, hay que nombrar a Noelia, con sus 10 de 27 concejales. Coherentemente, se ha definido como centrista, lo que le permitirá, afirma ella, pactar tanto con Vox (4 concejales) como con el PSOE (4 concejales). No es nada nuevo: era alcaldesa gracias al pacto que asumió con el CS de Padín y con el PSOE de Ana Belén. No tuvo la culpa de que el PSOE cometiese el error de expulsar a Ana Belén, privándose así de participar en un gobierno que ha funcionado razonablemente bien hasta casi el final de la legislatura.
Pero Noelia puso de su parte. Solo que ahora acaso dependa de negociaciones que excedan su capacidad de influencia. Es obvio que el PP necesitará a Vox en varios ayuntamientos (si nos ponemos bordes, incluso en la Asamblea), de modo que habrá que espera a ver cómo enfocará Antelo las negociaciones con Miras. Si lo hace plaza a plaza, Noelia podría aplicar su política centrista, pero si Vox se enroca y plantea una única negociación en bloque, puede que tenga que decantarse por Vox. En opinión del Tibio es lo más probable, sobre todo vista la escasa inclinación socialista a pactar con los peperos. La palabra la tiene Torres, pero formaba parte del equipo que anatemizó a Ana Belén, así que lo más probable es que se instale en la oposición. En suma, en ausencia de Padín, Noelia tendrá que llegar a alguna clase de acuerdo con Salinas. No le será difícil, dado el carácter moderado del bancario.
No sería leal con Cartagena obviar al Movimiento Ciudadano. Aspiraba a más (o ese declaró el césar López al Tibio), pero solo ha podido mantener sus 8 concejales. No son suficientes para alcanzar la Alcaldía ni siquiera con apoyo del PSOE. Y sería extremadamente extravagante que lograse aunar los apoyos de PSOE con los de Vox, lo que le daría la mayoría absoluta. Aparte de que Noelia subiría la puja con Vox para evitarlo. Así que MC permanecerá en la oposición cuatro años más. Por otra parte, ha estado a punto de entrar en la Asamblea Regional, pero al final ha quedado fuera. No obstante, tiene su mérito: sacó mejores resultados que Somos Región en su momento. Al parecer, no hay sitio para un partido regionalista en Murcia. La expectativa de un Murcia Existe se difumina en una región claramente españolista.
Y quedan los otros dos miembros del tripartito que ha gobernado en Cartagena en la recién acabada legislatura. Por un lado, Padín acaba de darse de baja en CS, tal como había anunciado que haría. Siempre elegante, ha permanecido hasta el final en su partido de origen, que lo desestimó tempranamente como candidato. Aconsejó el Tibio a Ana Belén, que venía de fundar Sí Cartagena, que llegase a alguna clase de acuerdo preelectoral con Padín, pero no consideró oportuno la vicealcaldesa hacerlo. Estaba en su derecho y también hay que entender que los demás miembros de su partido tendrían sus legitimas expectativas, máxime si sobre ellos recayó buena parte del esfuerzo de popularizar al nuevo partido.
El resultado es que Ana Belén ha obtenido su escaño, fruto de una potente campaña, pero resulta irrelevante a efectos de alianzas. No le basta para completar la mayoría de Noelia, ni a la suma de MC y PSOE; por otra parte, tanto el PSOE como Vox no lo precisan para dar la absoluta al PP. En suma, por sí solo, el escaño de SíC es insuficiente para completar ninguna mayoría absoluta y, además, es innecesario para cualquiera de las absolutas que pudieran conformarse. No obstante, dada la inmensa vocación política de esta señora, no cabe descartar que no se conforme con ejercer de testigo en Ayuntamiento y trate de sacar adelante alguna de las iniciativas que preparó como vicealcaldesa. Todo dependerá de la voluntad de Noelia para acogerlas. Pero la pregunta es inevitable ¿qué habría ocurrido si Ana Belén y Padín hubiesen llegado a algún acuerdo? ¿Habrían sumado lo suficiente para sacar los cuatro concejales que le faltan a Noelia? Nunca lo sabremos.