Si restamos los menores de 12 años y los que recelan de la vacuna nos encontramos con que la Comunidad de Murcia no alcanzará el porcentaje necesario para la inmunidad de rebaño
MURCIA. La vacunación se ha encontrado con un muro infranqueable en la Región. Pese a que el 72% de la población murciana está ya inmunizada, nuestra Comunidad se encuentra ahora lidiando con aquellos que aún tienen dudas sobre su eficacia y seguridad. Si a este grupo le sumamos los menores de 12 años que aún no pueden vacunarse de forma segura encontramos que el objetivo de la inmunidad de grupo es inalcanzable. Como afirmó el portavoz del Comité Covid, Jaime Pérez, las dosis han dejado de ser el problema y "ahora lo que faltan son brazos".
Así lo afirma el jefe del Servicio de Inmunología de la Arrixaca e investigador principal del IMIB, Manuel Muro, en conversaciones con Murcia Plaza. En concreto, Muro explica que la variante Delta ha provocado un cambio en las reglas del juego ya que, aunque antes se creía que con alrededor de un 70-75% de la población inmunizada sería posible una inmunidad de rebaño, ahora sabemos que se requiere entre un 80% y un 90%.
Esto se debe a que esta mutación esquiva con mayor facilidad la defensa que otorgan las vacunas, que resultan menos eficaces contra esta nueva amenaza. Al fin y al cabo, estas nacieron para combatir el virus original detectado en Wuhan.
De esta forma, nos encontramos con la suma de aquellos reacios a vacunarse y de los menores de 12 años que no pueden hacerlo, lo que ofrece como resultado que la Región no alcanzará nunca el porcentaje que indica la entrada en la inmunidad de rebaño.
En concreto, no se espera que el grupo de nacidos a partir de 2009 vaya a recibir pronto sus dosis, pues Muro explica que el computo riesgo-beneficio no resulta favorable en esta franja de edad, ya que en caso de infectarse los síntomas serían muy leves en comparación a los de una persona más adulta. Por tanto, las únicas soluciones pueden ir encaminadas a convencer a los que aún tienen dudas de las ventajas de la vacunación.
Inmunidad de rebaño no es más que el nombre que recibe la capacidad del proceso de vacunación de cortar la propagación de contagios cuando una parte considerable de la población está inmunizada. En concreto, se da cuando la covid se queda sin víctimas a las que infectar y la transmisión se reduce.
De esta forma, nos encontramos con que si ahora (70% vacunados) resulta necesario estar en contacto con 3 personas para que una tenga un riesgo alto de contraer el virus, con la inmunidad de grupo se requerirán cinco (80% vacunados) o diez (90% vacunados) contactos para que se produzcan los mismos contagios.
En cualquier caso, el jefe del Servicio de Inmunología de la Arrixaca recuerda que, a pesar de la pérdida de eficacia a la hora de detener los contagios, las vacunas continúan resultando imprescindibles para "prevenir la hospitalización y la muerte". De hecho, considera que "si no fuera por el elevado porcentaje de inmunización la variante Delta habría hecho una escabechina este verano". De hecho, el 80% de los pacientes UCI de la Región no habían sido vacunados contra la covid.
En este sentido, Muro recuerda que las personas con ambas dosis administradas y sin patologías previas no suelen entrar en los hospitales, sino que tienen una infección muy leve o directamente asintomática. No obstante, el investigador del IMIB también reconoce que "no resulta sencillo convencer a las personas de que se vacunen" y, lejos de dar una clave para la campaña de concienciación, recuerda a ese 5% de trabajadores sanitarios que aún recelan de las vacunas.
Aunque la vacunación de refuerzo a inmunodeprimidos pueda resultar beneficiosa para este grupo de población en concreto, Muro no considera que una tercera dosis sea necesaria para la población general. Así pues, argumenta que la memoria inmunológica debería ser suficiente para proteger al cuerpo de la infección.
De todas formas, recuerda que no todas las vacunas funcionan de la misma forma, pues está demostrado que Moderna genera una mayor cantidad de anticuerpos que Pfizer, por lo que los vacunados con esta última tendrían más posibilidades de necesitar un refuerzo en un futuro.
En cualquier caso, demanda a las compañías farmacéuticas que, en caso de trabajar en una tercera dosis, lo hicieran con las variantes en mente y no trabajando en exclusiva sobre el virus original de Wuhan para aumentar la efectividad contra las mutaciones. De hecho, la española Hipra ha sido elaborada sobre la variante Alpha (británica) y Beta (sudafricana).
Asimismo, expone que una de las mayores claves de cara a los próximos meses será aumentar el porcentaje de vacunados en los países en los que aún se encuentre reducido, pues la amenaza de una nueva variante más infecciosa podría poner en peligro el retorno a la normalidad.