CARTAGENA. Una superficie de 120 metros cuadrados y cerca de 40.000 euros de inversión es lo que costará la prueba piloto del plan sombra que se pondrá en marcha este mismo mes de octubre. La zona afectada es el inicio de la calle del Carmen junto con la Plaza del Icue, hasta la iglesia del Carmen.
Es la primera parte de este proyecto, que ha puesto en marcha el teniente de alcalde y responsable del Área de Turismo, Comercio, Sanidad y Consumo, Manuel Padín, que si consigue el objetivo marcado se ampliará a otras zonas de la ciudad con una inversión final de 400.000 euros para los que hay que buscar financiación extramunicipal. Se colocarán postes de cerca de cuatro metros de altura rematados con tejido de vela. El material utilizado es flexible, ignífugo, transpirable, transparente, por lo que evita el embolsamiento de agua, funciona como aislante térmico y mejora por tanto el ahorro energético y reduce el calor.
Una vez instalado el entoldado o cubierta, no solo se verá reducida la incidencia de la radiación solar y de las altas temperaturas, sino que actuará como pantalla acústica y frente a los agentes contaminantes. El modelo de sujeción elegido no afectará a las fachadas de edificios ni a las terrazas de bares o restaurantes o las entradas a las viviendas.
Manuel Padín ha buscado el consenso también con los hosteleros de Cartagena, de ahí que hace unos meses se reuniera con miembros de Hostecar, a los que explicó al plan sombra, pidió colaboración máxima y paciencia. Amparados en la experiencia de otros ayuntamientos para evitar los errores que se han cometido en otras ciudades, se comenzará en una calle del centro de la ciudad a modo de prueba, para después, y una vez comprobada la incidencia, poder extrapolarlo a otras zonas. "Lo que buscamos es un plan coherente, eficaz, y sostenible" recalcó Manuel Padín, quien añadía que "si la prueba no resulta viable, recogemos la instalación y la podemos readaptar a otro tipo de instalaciones de la ciudad, como parques o jardines. Buscamos soluciones prácticas y duraderas".
Son muchos los ayuntamientos que tienen en sus centros históricos y donde más vecinos y turistas transitan sus propios planes para llenar de sombra estos espacios, pero es que ayuntamientos como el de Barcelona o Madrid han puesto en marcha lo que se ha denominado refugios climáticos. Las intensas olas de calor que hemos sufrido este pasado verano son un toque de atención que nos advierte de la velocidad del cambio climático. Las altas temperaturas, ayudadas por el asfalto de la ciudad, son una bomba de relojería. Los refugios climáticos son lugares que tienen la capacidad de amortiguar y mitigar los efectos del cambio climático. Estos refugios pueden ser interiores, los cuales están acondicionados para estar en torno a los 26 grados, o exteriores, contando con zonas en sombra y agua para mitigar los efectos de las olas de calor.
Los refugios climáticos pueden ser desde bibliotecas a polideportivos, pasando por museos, centros cívicos, centros de mayores, parques o jardines. La idea es adaptar la ciudad, es decir, los espacios que ya están disponibles en el entorno, al calor. La primera ciudad que ciudad que puso en marcha estos refugios fue Barcelona, a las que se han unido Bilbao, Madrid (proyecto en marcha) y Sevilla.
Mientras llega la sombra y la prueba que lanza ahora Manuel Padín funciona, siempre nos queda Shadowmap, una web que permite conocer en tiempo real las zonas de sol y sombra. Es como un "Google Maps" para conocer las zonas de sombra según la posición del sol. Esto permitirá dar un paseo por cualquier zona conociendo exactamente cuáles serán las mejores zonas de sombra.