el gato en la talega / OPINIÓN

La luz de enero

31/01/2023 - 

MURCIA. La luz que entra por mi ventana ilumina los documentos que hay sobre mi mesa. Lo hace alternando barras horizontales de luces y sombras al filtrarse a través de la persiana interior. Son documentos de trabajo, que abarcan una historia laboral iniciada en junio del año 2000 en el mismo centro en el que estoy. Continuamente se actualizan y se enriquecen, en el seno de una carrera investigadora semejante a una competición sin descanso que baila con la precariedad laboral en una pista de tendencia al infinito.

Esa misma luz roza parte de la mesa que sustenta el ordenador, en cuya pantalla siguen apareciendo documentos revestidos de nuevas tecnologías, réplicas modernas de los que se sustentan sobre papel. Las plantas que me acompañan han encontrado su hábitat y lucen hermosas entre fotografías, acuarelas, carteles, acreditaciones de congresos, el último póster, varias de mi Mar Menor y creaciones con mensaje que han sido obsequio de amigos y amigas con el don del arte. Me siento rodeada de cosas vivas y las flechas luminosas dotan de un movimiento imaginario a las cosas. Si extiendo los brazos puedo sentir las conexiones y no sé si el ojo que todo lo ve es el responsable, pero estoy viendo en una plataforma digital una serie japonesa subtitulada en español y me doy cuenta de que esa capacidad de conectar con el entorno y apreciarlo que envuelve cada escena, ha traspasado la pantalla para fortalecer la mía propia.

"identidad e ignorancia pueden ser armas en manos de creadores de 'fake news' o de personas con perfil sectario y manipulador"

Es por las conexiones por lo que normalmente compro mis libros en librerías con solera rodeada de palabras escritas y de sus amantes. Descarto comprar libros, y casi todo, online, en un intento de conservar las heterogéneas sensaciones que forman parte de una compra. Por avatares varios, buscando el último libro, acabé en la sección destinada a ello de El Corte Inglés, yendo a contracorriente de mi propio criterio selectivo sobre establecimientos. Debe de ser una cosa genética, pero por más que lo intento no logro comprar nada en esta gran superficie ni antes, ni durante, ni ahora. Para mí se trata de un espacio rígido, de creatividad limitada y en algunos casos, hasta trasnochado. Ciertas cosas, y personas, envejecen sumando arrugas y deterioros que en lugar de hacerlos perder belleza, la incrementan y hace única. Pues esta es una de las cosas que no sucede con El Corte Inglés. De pequeña, sus dependientes y no digamos, sus encargados, me daban miedo, envueltos en esa luz entre el blanco y el ocre del local, vestidos uniformados en tonos grises y oscuros, con un halo permanente de superioridad y mala leche. Sus caras para mí, perdida la percepción auditiva de voces educadas, eran máscaras. Con el tiempo he añadido la escasa utilidad de su servicio a mis apreciaciones. Hoy, la sensación de intimidación ha virado en hastío y en una selección sobre los lugares amables en los que quiero invertir mi tiempo y dinero.

En la búsqueda de textos impresos pregunté por los trabajos de dos mujeres que escriben libros tan interesantes como lo son sus intelectos. Una es Renata Salecl y su Pasión por la ignorancia y otra, Elisabeth Roudinesco con su libro El yo soberano, que trata sobre las derivas identitarias. Siempre me ha atraído la identidad. La crisis de identidad actual es tan tremenda como la fijación de una identidad de forma reaccionaria. Del mismo modo, la ignorancia es a veces un sistema de protección. Ambas cosas, identidad e ignorancia, pueden ser armas en manos de creadores de fake news o de personas con perfil sectario y manipulador.  

Ante la desinformación estratégica adquirir un conocimiento especializado, cercano a la excelencia en un área concreta, no garantiza la autoprotección en la era de las tecnologías de la comunicación. Cada vez es más necesaria la inclusión de asignaturas de alfabetización mediática en todas las etapas educativas. Junto a ella, la práctica del diálogo. 2023 es el Año Internacional del Diálogo como Garantía de Paz. Diálogo como herramienta para una construcción social que se aleje de la deriva autodestructiva. Alfabetización mediática y diálogo para ser nosotros mismos y expresarnos, empatizando con el mundo y dejando una pequeñita huella de mejora a nuestro paso. Ambas cosas para decir no y decir sí siendo conscientes, para ser libres y dueños de nuestra propia persona. Ambas para evitar la corrupción en un cargo público, la violencia policial, el fanatismo religioso, las guerras por la ambición, el desprecio por el valor de la vida de los demás seres vivos.

Enero concluye siempre con reflexiones, asemejado más a un final de ciclo que a un principio. Por eso este texto contienen flashes que no parecen estar ligados entre sí. Sin embargo, esos haces de luz invernal portan pequeñas motas de polvo unidas en una misma proyección que conforman un todo coherente. En su puesta en escena aparecen más inclinados que los de verano y son agradables; nos llaman a aproximarnos para calentarnos en invierno, y para iluminarnos. Así que ese falso final es realmente una pausa brevísima, un instante "darte cuenta" imprescindible sobre el que avanzar que convierte a Janus con sus dos caras, la que mira hacia el pasado y la que lo hace hacia el futuro, en el mes que termina con celebración y esperanza.

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