Ese papel mágico, ese documento en PDF o ese mail que todos vemos todos los días es la Biblia de la política. El que lo tiene, y ese es Pedro Sánchez, manda, gusten o no gusten las cesiones a nacionalistas e independentistas. Así que ahora a Núñez Feijóo le toca remar con todas las herramientas que tiene a su disposición y no lo tiene fácil.
Gobierno a cara de perro. Y no estoy pensando en el histórico dobermán o a lo mejor sí. Núñez Feijóo deberá dar la réplica si quiere mantener la tensión parlamentaria. Sánchez ha elegido a leales con mucho carácter y alguno con mucha locuacidad incluso agresiva. Félix Bolaños es el vicepresidente emboscado. El que más manda o eso parece, porque en realidad Sánchez es quien controla en ese triunvirato de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Justicia. Todos los poderes del Estado en uno, con un acólito como Bolaños para defender el reino, perdón el poder. Bolaños seguirá negociando entre bambalinas cual fontanero primus inter pares, luego veremos a Óscar Puente - que ya hace de las suyas y se gusta-, Pilar Alegría y algún alumno aventajado más.
No ha querido innovar en los ministerios de Estado, Margarita Robles en Defensa, el más que 'quemado está es Fernando Grande Marlaska en Interior, en Economía con Nadia Calviño, a expensas de su salida al Banco Europeo de Inversiones, Hacienda con María Jesús Montero que cuando se vaya la gallega pugnará con José Luis Escrivá ahora solo con Transformación Digital, para heredar ese departamento. Y los Ministerios de Sumar son un acomodo de las huestes de Yolanda Díaz. El diplomático y europarlamentario y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun con Cultura -los taurinos ya están a la expectativa-, la combativa Mónica García en Sanidad, Pablo Bustinduy, el fundador de Podemos que partió peras con Pablo Iglesias hace años, y Sira Rego también es muy reivindicativa.
El poder de Puigdemont se confundirá con el BOE y la Ley de Amnistía. O eso quiere él. De momento, le hemos visto tan pimpante de espectador como europarlamentario en Estrasburgo mientras el PP conseguía llevar el debate a la cámara europea ¡Qué cosas! Al final Puigdemont y el PP en la misma senda. Mira que ha peleado el líder de Junts por internacionalizar su 'conflicto' y resulta que el PP le da satisfacción con esa puesta en escena. La política tiene a veces estas extrañas coincidencias. Digamos que el Parlamento Europeo estaba casi vacío, solo los españoles con un Puigdemont relajado y pendiente de lo que se decía y su compañero Toni Comín que tomaba la palabra para afearle al PP y compañía su conducta en el tan manido 'conflicto' y la politización de la justicia española. En fin, que el de Waterloo se sabe con poder. Controla a distancia todo lo que se pueda hacer en España con su nuevo 'amigo/aliado' Sánchez que le franqueará su futuro. Esa Ley de Amnistía saldrá adelante en unos cuantos meses y después le veremos en el BOE y regresar como si fuera Josep Tarradellas o eso pretende él. Creo que la comparación no se sostiene, que se lo digan al sacrificado líder de ERC, Oriol Junqueras, y los compañeros que pasaron por prisión.
La justicia en solfa. Y no solo por el superministro Bolaños, también porque el Consejo General del Poder Judicial no se renueva y en este asuntos todos son culpables, socialistas y populares. Decía el comisario de Justicia Europeo, Didier Reynders, que hay que hacer caso de las recomendaciones de la UE sobre el poder judicial, hay que acabar aseguraba con las 'puertas giratorias' entre políticos y jueces. A todo esto, el control por parte del Gobierno de la Justicia es un hecho en el Tribunal Constitucional con Cándido Gómez-Pumpido,y demás órganos judiciales. Va a mantener al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a pesar de la decisión del Supremo por el ascenso a su predecesora Dolores Delgado. Digamos que en los últimos tiempos, jueces, magistrados, fiscales, asociaciones judiciales se han mostrado respondonas/es con el Gobierno. Llegará el momento del sosiego. Tendrán que cambiar las cosas y no por la vía del decreto-ley o reinventar nuevos caminos jurídicos y judiciales para sacar adelante la Ley de Amnistía. Habrá contestación de todos los operadores jurídicos y no digamos política
PSOE: Pedro Sánchez y su futuro. A simple vista cuatro años más en Moncloa con este Gobierno de coalición con Sumar y sus socios variopintos. Sera una legislatura compleja, habrá que responder a una oposición identificada como una sola cosa: PP+Vox. Y habrá que lidiar a fondo con los socios de investidura. Insistía Sánchez y sus negociadores que habían alcanzado acuerdos para la legislatura. Creo que a Puigdemont y Junqueras les da absolutamente igual. Buscan su redención y exculpación de delitos y, eso sí, el traspaso de la gestión de los impuestos, las cercanías y otras bagatelas. También el PNV está en ello y añade sumándose a Cataluña lo del concepto de nación.
O sea, será una temporada que según los momentos se le puede hacer eterna a Sánchez. Algunos dicen que con estas negociaciones se ha inmolado definitivamente y que no repetirá como candidato a unas elecciones. No lo sé, pero su manual de resistencia tiene muchos capítulos por escribir y pueden ser glosados en España y, por qué no, en Europa que ya se sabe que la cosa internacional le gusta mucho. Se ha rodeado de fieles combativos. Algunos como Óscar Puente han visto la luz. Estaba en el momento oportuno y en el sitio adecuado. Que se lo digan a Núñez Feijóo
PP: Alberto Núñez Feijóo y sus urgencias. Las tiene. Debe darle réplica a Sánchez y su Gobierno de manera equilibrada pero también combativa con la idea de desmarcarse de Vox, su rémora fundamental en el corto y medio plazo. El lunes próximo anunciará su remodelación en Génova y en las Portavocías de Congreso y Senado. Ya se sabe que Cuca Gamarra seguirá de secretaria general; así que tendrá que despejar cargos en la dirección del partido, son demasiados. Quinielas todas, pero solo acertará una. Como portavoz en el Congreso suenan Miguel Tellado, Carmen Fúnez y Esteban González Pons. Tampoco descartemos sorpresas, aunque siempre se diga que Feijóo es previsible. Tiene una tarea ardua por delante y deberá calibrar bien sus pasos para estar al quite de cualquier contingente que se presente. Pero ahora toca asumir con todas las consecuencias su papel como líder de la oposición.
Vox: Santiago Abascal y la sobreactuación. Pasa de estar desaparecido a estar 'aparecido'. Lo hemos visto en las atrabiliarias y violentas manifestaciones en la sede del PSOE en Ferraz, día sí, día también. También en Estrasburgo y quiere marcarle el paso a Feijóo. Incluso le pide un nuevo encuentro para marcar estrategia contra el Gobierno. Y el líder popular lo quiere cuanto más lejos mejor, en la calle, en el parlamento o donde sea. A veces parece maniatado por los poderes internos en su formación con una la no dura, durísima. Se ha permitido amenazar a Feijóo que si no sigue su senda peligrarán los pactos en gobiernos autonómicos. Veremos si es una bravata o solo busca su relato
Sumar: Yolanda Díaz y sus lágrimas. De felicidad por repetir y por haber podido sacar a Podemos de la ecuación. Me malicio que más por lo segundo que por lo primero. Sus ministros reúnen sensibilidades como los Comunes -Ernest Urtasun-, Más Madrid -Mónica García-, IU -Sira Rego-, y la pata de Podemos no es error. Pablo Buistinduy fue uno de los cinco fundadores con Iglesias de la formación. Luego rompieron y el ahora ministro dejo la política hasta que Díaz le ha rescatado para Asuntos Sociales, es decir, hereda a Ione Belarra. ¡Qué despedida de Belarra e Irene Montero! ¡Nos echan porque lo hemos hecho bien! Digamos que los cargos son de servicio público, no para servicio propio y con esa reacción demuestran poco sentido común y empatía con los ciudadanos.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: "Este es un Gobierno de alto perfil político con ministros de altura, para una legislatura de alto perfil político para dotar de estabilidad al país". ¿Altura? ¡Pues toca poner en marcha la dialéctica de confrontación con la derecha y con sus nuevos socios/amigos que se lo van a poner difícil!
Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP: "Yo creo que hay un tic patológico que sería bueno estudiar por los que saben de esto". ¡Por aquí no va bien. No era necesario, le quita valor a la bravata y risotada de Sánchez!
Óscar Puente, flamante ministro de Transportes: "Si no hubiésemos necesitado la ley de amnistía para la investidura, se habría impuesto en la legislatura". ¡O sea, que ha sido todo pragmático. Como nos hacían falta los siete votos de Junts, tenemos amnistía. ¿Ha sido ocurrencia propia lo de verbalizarlo o es que Puente es así de locuaz?!
Alfonso Guerra exvicepresidente del Gobierno con Felipe González y ahora amigos: "¿Dónde se ha visto que las leyes las redacten los delincuentes? En la vida uno puede tener ideas alocadas, pero hay que tener sensatez". ¡El verso suelto histórico poniendo voz a las críticas de propios y ajenos!
Didier Reynders, comisario Europeo de Justicia: "Cataluña es un asunto interno de España pero La Unión Europea estudiará con detenimiento, independencia y objetividad la ley de amnistía". ¡Ejercicio diplomático de Europa. O sea asunto interno que estudiaremos. Les vale a todos!
Irene Montero, exministra de Igualdad muy a su pesar: "Ministra, que no te dejen sola y que tengas la valentía para incomodar a los hombres de 40 y 50 años amigos del presidente del Gobierno. Sánchez ha echado del Gobierno a Podemos". ¡Qué necesidad. Los ministerios no son propiedad y la política es así. Los vinos y las rosas no duran siempre!
Pilar Llop, exministra de Justicia: "En los sitios hay que saber estar, pero sobre todo de los sitios hay que saber irse", ¡Lo suscribimos y vale para todo y para todos!