MURCIA. El último episodio de mortandad de peces en el Mar Menor ha sido la gota que ha colmado un repleto vaso de lamentos de la laguna ante las agresiones externas que sufre. Y mientras los políticos se lanzan la pelota unos a otros sin actuar, la Fiscalía Superior de la Región de Murcia abrirá diligencias para depurar eventuales responsabilidades si se demuestra que se ha producido por un nuevo vertido agrícola o de otro tipo.
Los científicos lo achacan a "la subida de la temperatura del agua, que reduce el oxígeno", como explicaba el científico Javier Gilabert, profesor de Ingeniería Química de la UPCT, y miembro del Comité Científico para el Mar Menor. Pero el fiscal especial de Urbanismo y Medio Ambiente del TSJ, Miguel de Mata, ha pedido informes a la Comunidad y al Seprona para dilucidar las causas y se debe al ya de por sí maltrecho estado de la laguna, a un episodio de anoxia, a vertidos puntuales o a la referida ola de calor.
Y es que el episodio de mortandad de animales, en su mayoría alevines, trajo a la memoria de todos la anoxia que esquilmó a decenas de miles de peces en octubre de 2019 tras la DANA y que dejó unas imágenes que mostraron al mundo que la laguna salada estaba moribunda.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Región de Murcia, Antonio Luengo, anunciaba hace unos días que presentarán una denuncia ante la Fiscalía para que investigue "a la ministra Teresa Ribera por su inacción y falta de aplicación de medidas que contribuyan a la protección y recuperación del Mar Menor, y tras su decisión de abandonarlo, permitiendo que cada día entren al ecosistema 30.000 metros cúbicos de agua dulce y 5.857 kilos de nutrientes". Así, desde el mes de noviembre de 2019 son 19 millones de metros cúbicos de agua y 3,7 millones de kilos de nutrientes los que han acabado entrando por las ramblas.