el pasico del aparecido / OPINIÓN

La disciplinada consejera Campuzano

9/10/2022 - 

CARTAGENA. La reciente incorporación al Grupo Mixto de la Asamblea Regional del diputado Pascual Salvador, de Vox, y de la consejera Campuzano, proveniente de Vox, no obedece a motivaciones personales, sino a una estrategia política perfectamente diseñada. No estamos ante un caos político consecuencia de los caprichos de algunas individualidades inmaduras, sino ante sendos gestos de disciplina en provecho de las correspondientes superioridades. Todo empezó en Andalucía. Aunque la candidata de Vox, Macarena Olona, obtuvo mejores resultados que su antecesor, la mayoría absoluta conseguida por el pepero Bonilla la redujo a la inoperancia. Sin tratarse propiamente de un fracaso, así lo entendieron los dirigentes de Vox y mucha otra gente. No obstante, nada más habría ocurrido si Olona se hubiese conformado con ejercer su papel en el Parlamento Andaluz, pero quiso adornarlo con un puesto de senadora. La negativa de Ortega Smith, junto al temor a padecer una grave enfermedad, desembocó en la dimisión de Olona y su salida de Vox. 

Recuperada de la enfermedad, y sin que se confirmase el peor diagnóstico, Olona se dedicó a mantener viva su presencia en los medios de comunicación. En esa tarea la acompañaron varios políticos del entorno de Vox. Uno de esos actos fue la conferencia impartida en la Universidad de Murcia (ver Pasico anterior), organizada por los diputados Liarte y Carrera, procedentes de Vox. La sospecha de que Olona podía estar tramando fundar un nuevo partido político cundió en diversos círculos. Esa sospecha se acentuó cuando Olona declaró que adoptaría las decisiones oportunas una vez analizado si Vox seguía siendo relevante tras las próximas elecciones municipales y autonómicos. Estaba claro: el objetivo de Olona se situaba en las elecciones nacionales. Una encuesta predijo que su partido lograría arrastrar uno de cada veinte votos de Vox, lo que se traduciría en uno o dos escaños en el Congreso. Por simplificar: mejores perspectivas que Ciudadanos. Había partido, en el doble sentido, deporte y política, de la expresión.

Esa perspectiva fue recibida con agrado por la izquierda gobernante: dividir el voto del ámbito de Vox la ayudaría a mantener el Gobierno en alianza con los separatistas. Sin que se notase, se dispusieron a procurar que Olona no pasase desapercibida. De ahí la conveniencia de los escraches que, en vez de enmudecerla, contribuían a popularizarla. Y, además, se luchaba contra el fascismo.

Por el contrario, la cúpula de Vox decidió cercenar cuanto antes la emergencia del posible nuevo partido. En nuestra región, el diputado Salvador fue conminado a pasarse al Grupo Mixto con vistas a disolver el grupo parlamentario de Vox. Se lograrían así dos efectos sinérgicos: privar de financiación a los diputados aliados con Olona y restarles protagonismo parlamentario. Tras amenazarlo con la expulsión, finalmente Salvador cedió. La primera fase de la operación antiOlona había culminado.

"Murcia era el único sitio donde era factible comprobar si el PP estaba dispuesto a merecer la confianza de Vox con vistas al próximo ciclo gubernativo"

Solo faltaba que el PP adoptase las complementarias decisiones, toda vez que el sacrificio de Salvador habría sido irrelevante si se hubiesen mantenido los tres expulsados de Vox en el grupo parlamentario. Se abrieron conversaciones entre Vox y el PP. Había prisa: todo tenía que estar cerrado antes del 8 de octubre, fecha en la que se inauguraba en Madrid el festival nacional de Vox, al que convenía llegar sin flecos pendientes. Las opiniones en el PP estaban divididas. Por un lado, una vez conseguidos los votos de Ciudadanos, el factor Olona podía trasvasar votos de Vox al PP; por otro lado, debilitar demasiado a Vox podía poner en riesgo el proyecto de desplazar a la coalición gubernamental. Incertidumbre. El objetivo de Feijóo siempre fue gobernar sin depender de Vox, como en Galicia y Andalucía, pero los resultados de las encuestas eran tenaces: en España no podría gobernar sin el apoyo de Vox. ¿Y en las comunidades autónomas? También en la CARM sería necesario Vox, por no hablar de la Comunidad Valenciana o de la manchega, pero en esos sitios gobernaba el PSOE. En resumen: Murcia era el único sitio donde, a corto plazo, era factible comprobar si el PP estaba dispuesto a merecer la confianza de Vox con vistas al próximo ciclo gubernativo. Resultado: Campuzano recibe la sugerencia de emigrar el Grupo Mixto. Disciplinada, lo asume. De ese modo, refuerza su estabilidad en el Gobierno. Segunda fase, culminada.

En el futuro inmediato solo quedará la incógnita de Liarte y Carrera. Arrojados al Grupo Mixto en contra de su voluntad, sus dos votos decidirán la mayoría absoluta en la Asamblea. Eso, suponiendo, como es razonable, que Campuzano y Salvador voten con los políticos que apoyan al gobierno.

Como se ve, no ha habido ninguna improvisación, ni desmadre irresponsable, en esta operación política. Sobran, pues, las lamentaciones sobre el supuesto desdoro de que se acumulen ocho personas de distintos orígenes en el Grupo Mixto. Por si nadie se había percatado, se llama Mixto precisamente porque lo previsto en el reglamento es que se componga de elementos heterogéneos. Lo anormal era que, como ocurría en las legislaturas anteriores, en ese grupo solo figurasen los diputados de Izquierda Unida o de Podemos. En ese sentido, ahora la Asamblea va a disponer de un genuino Grupo Mixto, no de un grupo de izquierda radical falsamente titulado Mixto. Un avance.

JR Medina Precioso

jrmedinaprecioso@gmail.com

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