MURCIA. Indignación total en el PP por la moción de censura de PSOE y Ciudadanos contra el alcalde de Ceutí, Juan Felipe Cano. González Adalid, la sede regional de los populares, echaba humo este miércoles tras conocerse finalmente que su anterior socio, Ciudadanos, daba la mano al PSOE para derrocar al regidor y gobernar juntos el municipio en lo que resta de mandato hasta 2023, el año de las elecciones.
El PP se aferraba a que las negociaciones entre socialistas y naranjas no prosperaran y el partido pudiera mantener su feudo en Ceutí, un municipio de 11.700 habitantes gobernado por Cano desde 2011. Desde 2019 lo hacía en coalición con la única concejala de Cs, María Ángeles Martí, y con el apoyo de Vox.
El PP, además, perderá un escalón en la batalla del poder local, ya que se quedaría con 18 Alcaldías frente a las 22 del PSOE, a las que se sumaría Ceutí. Ciudadanos, por su parte, se mantiene con Aledo y Cehegín (ambas gobernadas en coalición con el PP). Totana, con Izquierda Unida al frente, y Torre Pacheco, con el Partido Independiente (PITP), completan el mapa municipal.
El pescozón duele además por el hecho de que el golpe procede de Ciudadanos, el partido que en 2019 estaba llamado a ser su aliado natural para gobernar y con el que ya acumula varios encontronazos sonados en la legislatura. "Con la moción de censura en Ceutí, el PSOE y Ciudadanos vuelven a demostrarnos quiénes son y a qué han venido al poder", reaccionaba el secretario general del PP regional, José Miguel Luengo (y alcalde de San Javier).
Con Ceutí, serán cuatro las localidades de la Región gobernada en coalición entre PSOE y Ciudadanos, tras Lorca, Las Torres de Cotillas (estas dos desde 2019) y Murcia (desde 2021). Populares y liberales se mantienen juntos en otras cinco poblaciones: Caravaca de la Cruz, Fuente Álamo, Pliego, así como Cehegín y Aledo. A ellas se añade Cartagena, gobernada por PP, el grupo de Ana Belén Castejón y Ciudadanos.
En el seno del PP todavía está muy presente la doble moción de censura contra el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Murcia, las dos piezas más codiciadas del poder. Una de ellas fue desactivada, pero la otra no, lo que supuso la pérdida de un bastión intocable desde 1995, la Glorieta de Murcia. Precisamente uno de las grandes damnificados de aquella operación, José Ballesta, se unió este miércoles a Luengo y propio Felipe Cano en la rueda de prensa tras conocer la maniobra de Ceutí.
Murcia, advertía el excalcalde murciano, "ha sido como una especie de laboratorio de experimentación, una especie de conejillo de indias para luego extrapolarlo al resto de España". Es decir: "Un ejercicio de menosprecio a los murcianos, tratándonos de ciudadanos de segunda".
Luengo fue quien más elevó la voz en la comparecencia: "Esos partidos", en referencia a Ciudadanos, "hablaban de nueva política y de transparencia, que se ha ido desmoronando, como si fuera un castillo de arena". Pero, apostilló, esas maniobras tienen un coste político: "Esto ya ocurrió en la Comunidad Autónoma y los que participaron en aquella operación desaparecieron", en alusión explícita a los líderes regionales de ambos partidos en aquel momento, Diego Conesa (PSOE) y Ana Martínez Vidal (Cs): "Salieron por la puerta de atrás por aquel fracaso".
Por su parte, Cano esgrimió su razón por la cual no ha permitido el traspaso de poderes a la edil de Ciudadanos, tal y como acordaron en 2019: "“El PP no puede poner a alguien como alcaldesa con una presunta ilegalidad porque estaríamos dando un mal ejemplo a los ciudadanos y hay que ser honrado con la gestión del dinero público", dijo, refiriéndose a las "anomalías" encontradas en una decena facturas emitidas entre la Concejalía de Martí y una empresa propiedad de un familiar, según detectó la Intervención Local. Esa facturas, añadió, "demuestran y acreditan la compra directa a un familiar directamente por su Concejalía, algo que es una ilegalidad".
El todavía primer edil de Ceutí aseguró también que convocó una reunión con Ciudadanos en Centrofama (la sede de los naranjas en Murcia), pero antes de que se celebrara recibieron el aviso de que Ciudadanos rompía con ellos: "Mantuvimos la reunión, llevé los informes y facturas y le hablamos con mucho respeto para intentar buscar soluciones”, pero, afirmó, "ellos ya tenían claro que no aceptaban la dimisión de ella" que era lo que el PP le pedía. "La concejala tenía la opción de presentar su dimisión y pasar al siguiente de la lista para que el PP apoyara la investidura del alcalde", agregó.
Cano se mostró orgullos de su gestión -"Tras 28 años de Gobierno del PSOE en Ceutí dejaron un desastre en el Ayuntamiento con una deuda de 47 millones de euros, ni las nóminas podíamos pagar" y también negó salir por la puerta de atrás: "Salimos por la puerta grande, por ser transparentes y legales y no permitir que una persona que ha cometido una irregularidad se ponga donde no proceda estar".
Luengo, de hecho, le expresó el apoyo de la ejecutiva regional: "Juan Felipe es el alcalde de los vecinos, estando muy cerca de cada uno de ellos, y nos ha enseñado cómo hay que hacer las cosas y cómo elaborar los planes de gobernanza". Y destacó su labor "impecable" en unas "circunstancias difíciles, donde ha llegado a acuerdos permanentemente para dar estabilidad y esperanza a los vecinos de Ceutí".
Ballesta también le arropó: "Le digo que se mantenga sereno y al mismo tiempo firme y decidido para responder a tu pueblo, el que masivamente te votó, hace ahora tres años porque cada uno de esos votos son más valiosos que cualquier otra cosa que pueda suceder en política".
Y concluyó lanzando una advertencia a Ciudadanos: "Las cosas que se hacen por la puerta de atrás siempre acaban mal. Esto ya está acabando mal en muchos sitios y queda un año para las elecciones municipales y autonómicas en la Región de Murcia".