fundada en 2011

Inarquia, el portal para la unidad de la construcción que impulsa la vivienda industrializada

19/10/2022 - 

MURCIA. Hay sectores que, pese a las posibilidades que ofrecen, la tradicional baja cualificación en algunos tramos del proceso productivo, y la poca elasticidad de la demanda a nuevos productos, cuesta que se abran a nuevas formas de producción. Ha sucedido en algunos momentos de la historia en campos como la construcción. Algo que pretende cambiar Inarquia, una plataforma web de información y contacto entre los profesionales y usuarios de la construcción industrializada, prefabricada, modular y pasiva. "Pretendemos fomentar la colaboración entre todos los sectores de la construcción", afirma Fuensanta Carmona, fundadora de Inarquia, arquitecta, consultora y formadora especializada en Desarrollo de Negocio y Estrategias de Marketing Digital. Inarquia es una de las empresas que participó en el programa Global Startup Softlanding del Ceeic y el Info.

Las casas prefabricadas, a diferencia de las tradicionales, están hechas a partir de componentes que se construyen en una fábrica y posteriormente son transportadas al terreno donde se situará la casa para ser ensamblados. Una casa prefabricada es una casa hecha con contenedores de carga, con material PVC u otra materia prima. Se caracterizan por su gran movilidad. Son casas más pequeñas que los modelos modulares y tienen un proceso de construcción mucho más rápido. Sin embargo, no cuentan con los controles de calidad que si tienen las casas modulares. Por lo anterior, son casas económicas, elaboradas con materiales de calidad baja o media y con durabilidad reducida.

Por otro lado, las casas modulares son casas construidas en una fábrica o taller. Se elaboran a través de módulos y se pueden transportar al lugar en donde se instalará la vivienda. Por su parte, una casa pasiva es un tipo de construcción o de casa en la que se utilizan los recursos de la arquitectura bioclimática combinados con una eficiencia energética muy superior a la construcción tradicional. Se trata de una construcción con un consumo energético muy bajo, y que ofrecen durante todo el año una temperatura ambiente confortable sin la aplicación de la calefacción convencional

"La idea nace en 2011, con la crisis de la construcción. Apenas había trabajo en la construcción y me planteo enfocar mi trabajo en la construcción sostenible y en digitalizar el sector. Nace como un blog sobre la construcción y poco a poco ha ido transformándose en una plataforma que pone en contacto y ofrece información entre los profesionales de la construcción industrializada", explica Fuensanta Carmona, creadora y fundadora de Inarquia. "La idea principal es dar a conocer a todos estas empresas, fabricantes de viviendas industrializadas", añade. La plataforma ofrece además información sobre este tipo de construcción menos conocido que poco a poco debería ser una alternativa a la construcción tradicional más respetuosa con el medio ambiente.

Un sector, el de la construcción industrializada, poco desarrollado en España. En Países Bajos, el 50% de la construcción es industrializada, mientras que en Suecia casi la totalidad de la construcción es de este tipo. En España apenas alcanza el 1% (1.000 viviendas), aunque la estimación es que en 2022 se alcance las 4.000 viviendas. "Falta información porque los beneficios y la reducción energética que ofrecen este tipo de casas son muy altos. Uno de los problemas que encontramos es que el sector de la construcción es muy tradicional.  En España, casi el 58% de las viviendas se construyeron antes de la primera normativa de eficiencia", afirma Carmona. "Se tiende a pensar que las casas prefabricadas son de menos calidad, pero hay de todo tipo y el precio puede llegar a ser muy similar al de la tradicional. Con la ventaja de que a la larga se ahorra en el consumo de energía", añade.

Y es que, en la Unión Europea, los edificios representar el 40% del consumo de energía final. Se estima que en la vivienda industrializada se reduce un 60% las emisiones de CO2 en el proceso de construcción, un 30% las emisiones durante su uso y entre el 40 y el 75% del consumo de energía para su climatización. "Muchos actores del sector nos ven como competencia, pero no debería ser así. La vivienda tradicional y la industrializada pueden ser perfectamente coexistentes y, además, la existencia de otras formas de construcción es una manera de reactivar el sector en momentos de baja actividad".

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