DESDE MI ATALAYA  / OPINIÓN

¿Fomentar el emprendimiento y dificultar la actividad empresarial?

24/11/2023 - 

MURCIA. En el último informe publicado por el GEM-Observatorio del Emprendimiento en España 2022-2023 se pone de manifiesto que el porcentaje de personas con intención de emprender en los próximos tres años es el más alto desde 2012, alcanzando el 9,4%.

Un incremento que se ve impulsado por la necesidad de auto emplearse ante la falta de otras opciones, tal y como manifiestan 3 de cada 4 de los que han emprendido, pero al que sin duda están contribuyendo también el ingente esfuerzo que se está realizando desde todos los estamentos de la sociedad, tanto públicos como privados.

Sin ánimo de ser exhaustivo, sólo en la Región de Murcia, contamos con iniciativas desde:

  • Los Ayuntamientos, en el marco de programas como Acelera Start Up, de ferias municipales de empleo y emprendimiento, o de su Centro de Iniciativas Municipales, como es el caso de Murcia.
  • Las Universidades: la UMU con su programa UMU Emprende y +Spin Off; la UPCT con su programa CORE de la Oficina de Emprendedores y ETBs; y la UCAM con su HiTechCEO Academy, programa formativo para CEOs de start ups tecnológicas y científicas.
  • Las ESFL -Entidades Sin Fines de Lucro-, como la AJE -Asociación de Jóvenes Empresarios- o la FREMM, que cuentan también desde hace poco con oficinas Acelera PYME para, entre otros objetivos, apoyar emprendedores; o la CROEM con su Programa INCOOVA.
  • La CARM, a través de su gran promotor del emprendimiento, el INFO, con un amplio conjunto de actuaciones como: Murciapreneurs; los premios mensuales al emprendedor; eventos como el Waykup, un foro de inversores y emprendimiento; la estrategia C(i*EMP) 2022-2025 financiada con fondos FEDER; el Programa Tracción a través de la RED Punto Pyme; ayudas a los Centros Tecnológicos para fomentar la innovación y el emprendimiento; o la financiación de los Centros Europeos de Empresa e Innovación, CEEIM y CEEIC, con sus programas de alojamiento y aceleración de start ups, entre otros.
  • Incluso el ámbito privado, como la iniciativa de PC Componentes dirigida a Start Ups en fase de pre seed o seed que encajen dentro sus retos o necesidades; o el Ricote Valley Hub, un punto de encuentro para el emprendimiento, la innovación y la transferencia de conocimiento en el sector agroalimentario y biotecnológico.

Y otro tanto se podría decir en el ámbito nacional, con su red de puntos de atención al emprendedor, o el CIRCE -Centro de Información y Creación de Empresas-, o la iniciativa Emprende 3 en colaboración con la FEMP –Federación Española de Municipios y Provincias-.

Y ni qué decir de las políticas de la UE en estas materias, que obvio describir por no abrumar al lector.

En definitiva, una oferta más que abundante, tal vez incluso excesiva. El fomento del emprendimiento está de moda.

Y sin embargo, a pesar de este esfuerzo, y del incremento en el número de potenciales emprendedores en España en los últimos años, todavía estamos lejos del 58% que manifiestan su intención de hacerlo en otros países, según el estudio realizado en 15 países por Amway en su Global Entrepreneurship Report 2023.

"no ayuda a querer ser empresario un entorno hostil a la actividad de las empresa"

Además, según el citado estudio del GEM, en España emprendemos más tarde que en otros países. Así, el 80% de los emprendedores recientes tiene entre 25 y 54 años. Con el añadido de que el 75% de los emprendedores potenciales también está en el mismo rango de edad, lo que asegura un perfil emprendedor de más edad en España que en nuestros países vecinos en los próximos años. Por otra parte, uno de cada tres emprendedores abandona, principalmente los más jóvenes.

Es decir, menos emprendimiento y de más edad en comparación con otros países. O dicho de otro modo, nuestros jóvenes son menos emprendedores y cuando emprenden su resiliencia también es menor.

Se apunta en los estudios reiterados como una de las causas principales manifestada por los entrevistados la falta de recursos económicos para empezar la actividad empresarial. Una barrera que en el análisis de Amway puede llegar a afectar hasta al 40% de los emprendedores.

Pero para mí que esta escasez puede operar también en sentido contrario, es decir, que el que tiene algo que perder sea más temeroso y precavido a la hora de lanzarse a una aventura empresarial que le puede llevar a  perder lo que tiene. Porque emprender es asumir riesgos, entre los que destaca el económico: son muchos los que dedican sus escasos ahorros o los de sus familiares para ello.

Hace tiempo leí una interesante reflexión sobre el alto porcentaje de jóvenes que emprenden en Israel y que vinculaba este hecho con el servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años. Los hombres deben servir en las FDI durante 32 meses y las mujeres durante 24 meses. Después, la mayoría de los israelíes pasan a la reserva militar hasta que cumplen 40 años y pueden ser llamados en casos de emergencia, como la actual guerra contra Hamas. Durante dicho servicio aprenden a lidiar con el conflicto y el riesgo en circunstancias de extrema peligrosidad, por ejemplo, vigilando y controlando puestos fronterizos, como hemos podido comprobar recientemente. Pues bien, estos jóvenes, que han sido arrancados de su zona de confort y han vivido de cerca la posibilidad de perder lo más valioso que tienen, la vida, ¿qué miedo van a tener a emprender una aventura empresarial?

Por otra parte, se me ocurre pensar que en la actitud menos emprendedora de nuestros jóvenes también les puede influir el observar, muchos de ellos en sus progenitores o familiares que tienen pequeños o medianos negocios, las dificultades que tiene que afrontar a diario, el sacrificio, la carga emocional y, en definitiva, la mala vida que llevan para poder salir adelante, mientras ven cómo otros parientes, empleados por cuenta ajena, viven mejor. Y en todo esto opino que sucede como con los niños chicos, a los que es difícil engañar con las palabras si éstas no van acompañadas de hechos, según el viejo adagio de que "hay que predicar con el ejemplo".

Ciertamente, no ayuda a querer ser empresario un entorno hostil a la actividad de las empresas: deterioro de la seguridad jurídica, mayor presión fiscal y nuevos impuestos, coste disparatado de la factura de la energía y la factura de la luz (de la que una gran parte son gravámenes recaudatorios), incremento del salario mínimo interprofesional y reducción de la jornada, crecientes costes asociados al personal (permisos de maternidad, bajas, mutuas o prevención de riesgos), un mercado laboral cada vez más rígido, o nuevas trabas protocolizadas en materia de protección de datos, control horario, auditorías medioambientales, de salud y seguridad, o de acoso laboral, entre otras dificultades.

Tampoco ayuda, como ha sucedido en nuestro país, los mensajes lanzados desde las más altas instancias del Gobierno demonizando a determinados empresarios de éxito.

Si queremos fomentar el emprendimiento, facilitemos la actividad empresarial y trabajemos la actitud de nuestro jóvenes frente a las dificultades.

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