Exposición en la galería de murcia

Artista, impresionista, sufragista... el universo femenino de Mary Cassatt cobra vida en La Aurora

2/10/2022 - 

MURCIA. Escenas de mujeres cotidianas, muchas relacionadas con la maternidad o con situaciones tan sencillas como cerrar un sobre con la lengua, probarse un vestido, asearse, tomar el té o hacer un viaje en omnibús. Son obras de Mary Cassatt (Estados Unidos, 1844-Francia,1926) -la gran artista impresionista y feminista que logró hacerse un hueco en un mundo del arte copado por hombres barbudos-, que ya se pueden contemplar en la galería murciana La Aurora, en la exposición que lleva por título Mary Cassatt: 10 punta secas y aguatintas.

La artista estadounidense, que vivió gran parte de su vida en Francia -donde contó siempre con la amistad y defensa incondicional de Degás-, hizo protagonista de su obra a la mujer corriente de finales del XIX. Muchos de sus cuadros representan escenas de amor entre madres en hijos -la pintora nunca se casó ni tuvo descendencia-, algunos de los cuales, aunque hoy puedan parecer de lo más conservadores, escandalizaron a la sociedad en su momento. Es el caso de uno de sus baños a niños, que se consideró inapropiado por la desnudez del menor.

Lo cierto es que Mary Cassatt -procedente de una acomodada familia de origen francés- fue una feminista a ultranza y apoyó activamente el sufragio femenino, que en Francia, su país de adopción, llegaría en 1944; mientras que en su país natal, Estados Unidos, las mujeres blancas pudieron votar desde 1920 -las negras tuvieron que esperar, no obstante, hasta 1967-. Es por ello, que se ha escrito mucho sobre la intencionalidad de Cassatt a la hora de reflejar con su pintura todas estas escenas de la vida privada y social aparentemente intrascendentes, donde se ensalza la entrega, el amor maternal y, a veces, la soledad y la melancolía de mujeres de la época.

Cassatt admiraba a los impresionistas y forjó una gran amistad con Edgar Degás, quien fue quien se la presentó al grupo de artistas que formaban el movimiento, siendo una de las cuatro mujeres aceptadas por ellos (junto con Berthe Morisot, Eva Gonzalès y Marie Bracquemond) y una de las primeras en exponer en el Salón de París. Asimismo, la artista estadounidense jugó un papel importante en dar a conocer el impresionismo en su páis natal.

En la obra expuesta en La Aurora se percibe la influencia del arte japonés en el estilo de Mary Cassatt, también admiradora de Velázquez y Rembrandt. Su trabajo recuerda otras épocas en las que a las mujeres se les cerraban muchas puertas. En el caso de Cassatt, tuvo que romper barreras -empezando por la oposición paterna y el rechazo de otros pintores- para convertirse en una artista que miró a su propio universo femenino.

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