MURCIA. El resultado electoral de julio determinó un escenario político endiablado para los partidos mayoritarios. Ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos entre las fuerzas mayoritarias PP y PSOE, como ocurre en gran parte de los países de la UE, la llave del Gobierno de España quedó en manos de los partidos independentistas.
La necesidad de obtener una mayoría suficiente para formar Gobierno ha provocado que el criterio del PSOE, hasta ese momento, de clara oposición a las demandas de los secesionistas (amnistía y autodeterminación) salte por los aires. Hasta conocer los resultados de las elecciones generales del 23 de julio, el PSOE mantenía la imposibilidad de encajar una posible amnistía en nuestro marco constitucional.
La sociedad española, adormecida y resignada desde la crisis de la covid-19, ha soportado estoicamente toda clase de iniciativas que día a día han ido recortando las libertades individuales. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido una clara reacción popular diciendo basta ya, hasta aquí hemos llegado.
"es necesario responder activamente para recuperar nuestra democracia"
Cientos de miles de ciudadanos están manifestando su oposición al intento de abolir el principio de seguridad jurídica y la separación de poderes mediante la aprobación de una ley de amnistía para los encausados por malversación de dinero público, violencia, terrorismo o corrupción y del denominado lawfare para investigar decisiones judiciales que no gusten al gobernante de turno.
La aprobación de una ley de amnistía para extinguir la responsabilidad penal de quienes participaron en el procés, la ruptura de la gestión nacional de la Seguridad Social y el compromiso de una financiación a medida para el País Vasco y Cataluña constituyen una grave amenaza que atropella los derechos de la ciudadanía, la independencia judicial y la verdad histórica con objeto de hacer pasar por gesta heroica lo que fue una intentona golpista.
Además, los acuerdos para conseguir la investidura podrían fomentar la comisión de actos ilícitos en el futuro esperando una nueva redención política. Incluso algunos plantean si, aprovechando la situación, también se estaría gestando el indulto a los condenados por los ERES de Andalucía y otros políticos afines.
Frente a la deriva política que nos quieren imponer las minorías secesionistas y comunistas, es necesario responder activamente para recuperar nuestra democracia. Prácticamente todos los estamentos sociales se están pronunciando en contra de la ley de amnistía. Las calles se llenan de ciudadanos indignados que se sienten engañados por quienes hasta hace pocos días negaban tajantemente lo que ahora pretenden hacer.
¿El 23-J se hubiera votado igual conociendo lo que hora se pretende hacer?
Los independentistas y la extrema izquierda están consiguiendo sus objetivos por unos pocos votos: reescribir la historia, quebrar la cohesión social y asaltar las instituciones. Pretenden implantar un nuevo modelo político que recorta las libertades individuales y pone en peligro el progreso de nuestra sociedad.
Es el momento de que los ciudadanos independientemente de nuestra adscripción política defendamos nuestra democracia, la seguridad jurídica, la separación de poderes y la libertad.
Hay que dar una respuesta contundente en las instituciones locales, autonómicas, nacionales y europeas para recuperar el consenso constitucional y defender la democracia de los supremacistas que desde hace años intentan socabar los pilares del Estado.
Una sociedad moderna, democrática y justa no se merece gobiernos que cedan al chantaje de las minorías para su propio beneficio. Como manifestó en su momento Santo Tomás de Aquino, "serán injustas las disposiciones dictadas por el gobernante no para el bien común sino para la propia ambición, avaricia o gloria…".
Es la hora de no resignarse y resistir contra la injusticia, la desigualdad y la arbitrariedad.
No todo vale para formar un gobierno. ¿El 23-J se hubiera votado igual conociendo lo que hora se pretende hacer?
Miguel Ángel Cámara Botía