MURCIA/CARTAGENA. El Real Murcia lleva un tiempo sin ser el primer club de referencia del fútbol murciano en lo deportivo y la próxima temporada será la quinta consecutiva en la que aparezca en una categoría inferior a la del Fútbol Club Cartagena, con el que mantiene una rivalidad histórica que se decanta a favor de los blanquinegros durante el último lustro.
El Murcia es el club más arraigado de la Región, con mayor masa social y el que tiene mejor palmarés -es centenario y el único representante de la Comunidad que militó en la Primera División futbolística, algo que hizo en 18 temporadas, la últimas de ellas la 2007/2008-.
Sin embargo, los resultados no favorecen al conjunto grana últimamente y, tras su fracaso en el intento por ascender a LaLiga Hypermotion, que es ese segundo escalón, afrontará su quinta campaña seguida a la sombra del Efesé, entidad fundada en 1995 y que deportivamente sigue un peldaño por encima desde su ascenso a la categoría de plata en 2020.
Los blanquinegros, que lograron la permanencia tres jornadas antes de que concluyera el campeonato, cumplirán su quinto año del tirón en Segunda.
Los granas, por su parte, que ni siquiera se clasificaron para la promoción de ascenso al ser séptimos en el grupo 2 de la Primera RFEF tras despedir el campeonato con un 3-1 en contra ante el Atlético de Madrid B, acometerán su tercera campaña consecutiva en la Primera RFEF, que no tendría que ser su sitio pero lo es.
El Murcia no está en alguna de las dos primeras divisiones, lo que está tipificado como fútbol profesional en España, desde el curso 2013/2014 y la próxima será la undécima temporada sin pisar la Primera ni la Segunda y en esa década habrá acumulado diez presencias en el tercer nivel -Segunda B y Primera RFEF- y uno en el cuarto, el de la 2021/2022 que acabó con el ascenso desde la Segunda RFEF.
En esos mismos 11 años el Efesé, decimotercer clasificado y que este domingo, con los deberes hechos, perdió por 0-2 ante la Sociedad Deportiva Huesca y cerrará el ejercicio visitando al Real Club Deportivo Espanyol, habrá estado seis en Segunda B y cinco en Segunda.
"Fue una temporada intensa y agotadora en la que, tras hacer una higiene de vestuario y con mucho trabajo, empezamos a competir de verdad. Contando sólo la segunda vuelta estaríamos entre los equipos que pelearían por subir", dijo Pablo Alfaro tras la derrota en la ciudad deportiva de Majadahonda y que le hace terminar la Liga con 58 puntos sumados en 38 jornadas quedándose a cuatro de la promoción.
El técnico zaragozano, quien apuntó que está pendiente de reunirse con la dirigencia para abordar su todavía posible continuidad al frente del equipo, atisbó un futuro alentador para el club.
"El murcianismo tiene muchas razones para ilusionarse. En estos siete meses que llevo aquí, en lo deportivo se mantuvo la ilusión hasta la penúltima jornada. Luego haber metido a cerca de 20.000 persona en varias jornadas seguidas tiene mucho valor. Y a nivel institucional la entidad está creciendo a pesar de tener una gran losa pesada y creo que el Real Murcia va a dejar atrás estos años difíciles, aunque no va a ser sencillo", reconoció el maño.
Si el futuro de Alfaro en el Murcia es incierto todo apunta a que Julián Calero abandonará el Efesé tras haber sido artífice de una reacción que llevó a la permanencia a un equipo que era colista con 15 puntos al término de la primera vuelta y ahora tiene 51.
"Estoy muy feliz porque lo que hemos hecho en la segunda vuelta ha sido brutal y yo le doy muchísimo mérito", expuso tras la derrota frente al Huesca.
"Lo que ha conseguido la ciudad y el equipo fue por la unión que hubo entre todos y eso no se puede perder. De este modo Cartagena puede alcanzar muchas metas", añadió el madrileño.