En el anterior articulo recogía la realidad socioeconómica de la Región y que se encuentra entre 15 y 18 puntos por debajo de la media nacional en cualquier ratio socioeconómico. El 21 de septiembre el INE publicaba los Índices de Cifras de Negocios de la Industria que, en tasa interanual al mes de julio, suponía una caída para la Región del 17,8%, muy por encima de la media nacional que decrecía el 6,3%.
También publicaba los Indicadores de Actividad del sector de los Servicios en tasa interanual al mes de julio. En este caso, la Región crecía al 1,3%, por debajo del crecimiento medio nacional del 1,5%, evidenciando la debilidad de este sector y el ensanchamiento del diferencial negativo con la media nacional.
En el año 2021, según el INE, el PIB de la Región crecía un punto por debajo de la media nacional. En el año 2022, de acuerdo con los datos anticipados por el BBVA Research, ha crecido 0,5 puntos por debajo de la media nacional. Los datos de la AIReF del segundo trimestre de 2023 confirman un crecimiento en tasa interanual del 1,6%, por debajo de la media nacional del 1,8%. Toda esta información se encuentra en el libro La Región de Murcia y su peso en el total nacional publicado por la Universidad de Murcia.
"el Ejecutivo debe concretar la reducción del diferencial existente al que se compromete en esta legislatura"
Poner en valor todas las ventajas comparativas con las que cuenta la Región para reducir el diferencial negativo con la media nacional debería ser el principal compromiso del Gobierno. De esta forma se podría conseguir que la Región se sitúe entorno a la media nacional en el horizonte del 2030, por lo que el Ejecutivo debe concretar la reducción del diferencial existente al que se compromete en esta legislatura.
La realidad regional es muy complicada, como se puede constatar del análisis de su estructura productiva y de su aportación al total del VAB nacional, pues resulta más intensiva en trabajo que en producciones de alto valor añadido. Aportamos al total nacional el 2,83% de las empresas, el 3,23% del total de los ocupados y solo el 2,67% al total del PIB, lo que evidencia una menor productividad que la media nacional. A modo de ejemplo, Aragón aporta el 2,61% de las empresas, el 2,92% del total de ocupados y el 3,32% al PIB nacional.
Al analizar la estructura productiva regional por sectores, constatamos que la agricultura aporta al total del VAB regional el 5,25% (2,89% a nivel nacional), y su aportación al total del VAB nacional es del 4,85%. La industria aporta al total del VAB regional el 18,97% (16,94% a nivel nacional) y al total nacional el 2,99%, mientras que la construcción que aporta al total del VAB regional el 5,51% (5,58% a nivel nacional) y al total del VAB nacional el 2,63% y los servicios aportan al total regional del VAB el 70,27% del total del VAB regional, muy por debajo del 74,59% de España, que deja su aportación nacional en el 2,51%.
La Región sufre singularmente en los servicios a la venta, cuya participación en el total del VAB regional es del 49,74% (mientras que la media nacional es del 55,35%), y su aportación al total nacional del VAB es del 2,40%, evidenciando que la gran debilidad de la Región se encuentra en los servicios avanzados, así como en el turismo y la logística.
El sector industrial, que ha venido siendo el motor de la actividad productiva en la Región, está creciendo por debajo del resto de España, y el sector de los servicios sigue creciendo por debajo de la media nacional y ensanchando el diferencial negativo.
Los principales problemas que precisan ser afrontados -además de la educación, la formación profesional, la sanidad y los servicios sociales- para cambiar la actual situación y poner en valor todas sus potencialidades, se encuentran en:
1).- La financiación. Requerimos una financiación que responda a su realidad poblacional y en igualdad con el resto de las comunidades.
2).- El agua. Es necesario un plan nacional de interconexión de las cuencas para llevar el agua desde donde sobra hasta donde falta y luchar contra el avance del desierto que es una amenaza creciente en el sureste español.
3.- Las infraestructuras. Resulta imprescindible la programación de la realización de todas las infraestructuras pendientes y retasadas por lustros, como son:
4).- La privatización de la televisión y la radio pública regional.
5).- La adecuación territorial recuperando la provincia de Cartagena y configurando La Manga y su entorno como Municipio.
6).- La drástica reducción de la burocracia, a la vez que la reforma y adecuación de la Administración publica a la nueva realidad digital y municipal. Se debe concretar los plazos máximos para la respuesta de la administración ante las peticiones de manera que el emprendedor o inversor sepa que la respuesta a sus proyectos positiva o negativa es conocida, a la vez que la implantación del silencio administrativo positivo.
7).- Un plan para la externalización de la realidad regional desde las ventajas que ofrece para el turismo, tanto religioso con el Camino de la Vera Cruz y la Ciudad Santa de Caravaca, como cultural con su muy importante legado histórico como el Teatro Romano de Cartagena. También hay que destacar el ocio y descanso, con los campos de golf, sus playas y la realidad única de La Manga del Mar Menor o de lugares como Bolnuevo (Mazarrón) y Águilas.
8).- La puesta en marcha de un plan de apoyo a la transformación de la estructura productiva hacia los sectores industriales y servicios avanzados con producciones de mayor valor añadido, así como para la atracción de talento e inversores, tanto en los servicios avanzados como apoyando fiscal y urbanísticamente la construcción de nuevos hoteles y el desarrollo y modernización de los existentes.
Cambiar la situación actual y recuperar el crecimiento por encima de la media nacional es absolutamente necesario para reducir el diferencial negativo. Para ello es preciso poner en valor todas las ventajas y oportunidades de la Comunidad, dada su estratégica situación en la fachada mediterránea y en el Arco Mediterráneo español, por lo que se precisa de un acuerdo por la Región, que evidentemente conllevará renuncias, e incluso sacrificios, por unos y por otros.
La evolución de la economía regional en el tiempo pasado ha confirmado que precisa para su total puesta en valor de un gran pacto regional, en su doble vertiente de negociar y conseguir del Gobierno nacional la programación y realización de todas las infraestructuras pendientes, y de un plan para hacer la Región atractiva para los inversores y el talento. En este sentido, hay que aprovechar su realidad de tres universidades y centros de investigación y tecnológicos de primer nivel y, en consecuencia, poner en valor todas sus ventajas diferenciales para situar a la Región en el entorno de la media nacional en el horizonte del año 2030.