El nuevo Gobierno regional, como ha confirmado el presidente, Fernando López Miras, se conforma como un bloque unido y con compromiso cierto de impulsar el desarrollo social y económico de la Región. Esta es una excelente noticia ante la difícil situación en que se encuentra la economía regional, con un crecimiento del PIB inferior a la media nacional en estos últimos años, pues se sitúa entre 16 y 18 puntos por debajo tanto en Renta como en PIB por habitante se encuentra entre 16 y 18 puntos por debajo de la media nacional.
Conocer el compromiso del nuevo Gobierno y en cuántos puntos se compromete a reducir el diferencial negativo con la media nacional al final de la Legislatura es absolutamente necesario. De esta forma se podrá avanzar en el camino para situar a la Región en el entorno de la media nacional en el horizonte del 2030.
Quizás el exceso de ruido del entorno no nos permita percibir en toda su extensión la difícil situación en que se encuentra la Región, pues aunque la economía seguirá creciendo, esta lo hará menos que la media nacional y, en consecuencia, se irá ensanchando el diferencial negativo.
En unas recientes declaraciones, el vicepresidente del Gobierno regional, José Ángel Antelo, manifestaba que entre los grandes retos de esta Legislatura se encuentran la realización de las infraestructuras y la reducción de los diferenciales negativos con la media nacional. El establecimiento del silencio administrativo positivo, anticipado por el vicepresidente, es fundamental que los inversores conozcan los plazos concretos de respuesta de la Administración.
Por su trascendencia para el desarrollo social y económico, recogemos el estudio -Capital humano y competitividad Empresarial-, realizado por la profesora de la Universidad de Loyola, Pilar Campoy-Muñoz, sobre el nivel de formación de la Población activa por Comunidades autónomas en 2018.
En el informe se constata que, en población con estudios terciarios, es el País Vasco el que cuenta con la mayor población activa con estudios universitarios, que se sitúa en el 53,6% del total, y con estudios secundarios el resultado es del 43,3%. En total, el 96,9% de la población activa cuenta con estudios medios o superiores, por lo que solo el 3,1% cuenta solo con educación primaria. En la parte opuesta se encuentran Extremadura cerrando la clasificación, seguida de Castilla la Mancha, Baleares, Andalucía y Canarias, mientras que la Región de Murcia se sitúa en el puesto 12.
Esta ampliamente constatado que la educación es el motor fundamental para el desarrollo personal y profesional, y a su vez también de los territorios. Por ello es de resaltar que uno de los aspectos más preocupantes es la tasa de abandono escolar, que en 2022 situaba a la Región con el 18,3%, muy por encima de la media nacional del 13,9%. El Informe PISA, en los últimos datos publicados, la Región en Comprensión Lectora se sitúa 10 puntos por debajo de la media nacional, en Competencia en Matemáticas 7 puntos por debajo y en Competencia en Ciencias 4 puntos por debajo.
Mientras que las compañías demandan profesionales y no los encuentran, el total de parados en la Región supera las 90.000 personas que, por unas razones u otras, no cuentan con la formación que demandan las empresas. Para cambiar esta situación es necesario realizar un plan extraordinario de formación, en colaboración con las organizaciones sindicales y empresariales que, como la Fremm, cuentan con centros para que los trabajadores adquieran la formación necesaria para poder encontrar un empleo.
La principal debilidad de la Región se encuentra en el sector de los servicios a la venta que, excluido el comercio, aportan al total del VAB regional el 25,99%, lo que supone 7,34 puntos por debajo de la media nacional del 33,33%. Las actividades que integran el sector de los servicios son fundamentales para impulsar el desarrollo social y económico. Cambiar esta situación es una absoluta necesidad y, para ello, hay que transformar debilidades en fortalezas con políticas activas que incentiven la atracción de talento e inversión.
Es un hecho constatado que la Región no ha podido poner en valor todas las ventajas comparativas con las que cuenta como consecuencia del continuo retraso en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones, que ha actuado como freno a su desarrollo, y a la falta de un plan por la Región consensuado entre los partidos políticos, sindicatos y empresarios para poner en valor todas sus potencialidades. Los estudiosos confirman que la Región de Murcia tiene la mayor capacidad de desarrollo del Arco Mediterráneo español, singularmente para la implantación y el desarrollo de los servicios avanzados, el turismo y la logística.
La realidad de la Región es que en el año 2021, aunque aportaba al total nacional el 3,23% del total de los ocupados, solo aportaba el 2,67% al total del PIB nacional. Los ingresos medios anuales netos por persona en el año 2021 fueron de 10.632 euros, el 81,73% de la media nacional. La tasa de Riesgo de Pobreza relativa se sitúa en el 29,40%, muy por encima de la media nacional del 20,40%.
Como se recoge en el cuadro, según los datos publicados por el INE, entre los años 2000 y 2021 el PIB por habitante de la Región crecía el 61,71%, lo que supone 1,19 puntos por debajo del crecimiento medio nacional y se situaba en 21.236 euros, el 83,28% de la media nacional. Según los últimos datos publicados, la Renta Disponible Bruta de los Hogares por habitante en el año 2020 era de 13.191 euros, el 83,4% de la media nacional
La EPA del segundo trimestre de 2023 confirma el crecimiento en el total de ocupados, pero en menor grado que a nivel nacional, y su aportación al total nacional ha pasado del 3,18% del primer trimestre al 3,16% en el segundo trimestre. El total de parados se reduce y se sitúa en 93.700, lo que supone el 3,39% del total nacional y supera el 3,24% del primer trimestre. Por su parte, la tasa de paro se sitúa en el 12,35%, por encima de la media nacional del 11,6%.
La tasa de productividad se encuentra muy por debajo de la media nacional al situarse en el 85,42% de dicha media. Otro aspecto fundamental, el gasto en I+D suponía en la Región el 1,09% del total del PIB regional, muy por debajo del 1,43% de la media nacional.
La estructura productiva regional está conformada por la agricultura que aporta al total del VAB regional el 5,25% (2,89% a nivel nacional), por la industria que aporta 18,97% (16,94% a nivel nacional), por la construcción que aporta el 5,51% (5,58% a nivel nacional) y por los servicios que aportan el 70,27% (74,59% a nivel nacional).
"no se ha hablado durante las pasadas elecciones, regionales y generales, de los problemas reales de la Región"
Dentro de los servicios encontramos los servicios públicos, que aportan al total del VAB regional el 20,53% (19,24% a nivel nacional), y los servicios a la venta, que aportan al total del VAB regional el 49,74% (55,35% a nivel nacional), evidenciando que la gran debilidad de la región se encuentra en los servicios avanzados, el turismo y la logística.
Salvo error u omisión por mi parte, que deseo que así haya sido, no se ha hablado durante las pasadas elecciones, regionales y generales, de los problemas reales de la Región y en consecuencia de las propuestas para transformar dichas debilidades en fortalezas y recuperar el crecimiento perdido.
La situación financiera es altamente preocupante. Según el Banco de España, al primer semestre de 2023, la deuda de la Comunidad era de 12.072 millones de euros, el 32,1% del Producto Interior Bruto regional, una deuda que dobla el Presupuesto de la Comunidad y que, con el camino que lleva, seguirá creciendo. A ella se sumará el incremento de los intereses, una deuda que la Región no puede pagar.
Una deuda que es, principalmente, consecuencia de su insuficiente financiación y también de una estructura de gasto corriente que hay que reducir drásticamente. No obstante, todo parece indicar que se va en sentido contrario, que en vez de reducir la estructura del Gobierno se esta incrementando, a pesar de las nuevas tecnologías y de ser uniprovincial, cuando lo que precisa es ser más reducida y ágil.
Es necesario un cambio real y profundo, pero para ello se precisa de un compromiso cierto por la Región, con un plan de actuaciones que debería liderar el presidente del Gobierno. Un plan consensuado con partidos políticos, sindicatos y empresarios para conseguir del Gobierno de España la programación y realización de las infraestructuras pendientes recogidas en el acuerdo del 6 de marzo de 2020 como motores fundamentales para el desarrollo de la Región.
Por otra parte, también es necesario impulsar la transformación de la estructura productiva regional hacia producciones de mayor valor añadido, poniendo en valor todas las ventajas diferenciales con las que cuenta la Región dada su estratégica situación en la fachada y Arco mediterráneo. De esta forma se podrá atraer talento e inversores que permitan situarla, en el horizonte de 2030 en el entorno de la media nacional en Renta y PIB por habitante.
La Región de Murcia ha afrontado en estos últimos cinco años algunos de los mayores desafíos que se recuerdan y que han generado un clima económico de pura incertidumbre en el que los empresarios han tenido que navegar. Sin embargo, las empresas murcianas han puesto de manifiesto su habilidad para capear el temporal y mejorar sus resultados