CARTAGENA. Cartagena sufría hace once años una profunda transformación en su casco histórico con la peatonalización de algunas de sus calles más importantes, entre ellas Puertas de Murcia, Carmen, Sagasta y Santa Florentina. De esta manera la zona vieja de la ciudad se abría de par en par a los habitantes y a los visitantes como nunca antes había sucedido.
A punto de entrar en 2020, Cartagena se prepara para una segunda fase de peatonalización que abarcará más calles y que dejará fuera al vehículo rodado. El círculo concéntrico se extenderá para abarcar otras zonas que han asumido este tráfico que ya no pasa por las vías antes mecionadas.
La propuesta está sobre la mesa porque desde el Ayuntamiento ya se trabaja en un Plan Integral de Rehabilitación del Casco Antiguo. "Lo tenemos muy avanzado", expresaba la alcaldesa, quien añadía que abarcará desde Sor Francisca Armendáriz hasta la Serreta y Gisbert y desde la Subida de San Diego hasta la Morería Baja y San Fernando, incluyendo la plaza de la Merced y el Monte Sacro.
"El objetivo del Gobierno es empezar a rehabilitar esta zona de forma ordenada y planificada y consensuada. Este plan podría incluir, claro que sí, la peatonalización, pero siempre y cuando esté consensuada con vecinos y comerciantes".
En el intento de revitalizar la zona, degradada en algunos casos como el tramo de Sor Francisca Armendáriz hasta la Morería Baja, el Ayuntamiento anunciaba la construcción de viviendas para jóvenes, un barrio para emprendedores y la recuperación del Mercado de Gisbert.