el pasico del aparecido / OPINIÓN

Ecología, economía y política

20/11/2021 - 

CARTAGENA. En contra de lo que dice Vox, el Centro de Estudios Murcianos de la Opinión Pública (CEMOP) no realiza teoencuestas ni en su sentido divino ni en el ciezano, sino, bajo la dirección del competente Ismael Crespo, buenos sondeos. Según el más reciente, el principal problema regional es el desempleo, seguido muy de cerca por la degradación del Mar Menor, que los encuestados atribuyen a los residuos agrícolas y, en menor medida, al turismo. Responsabilizan de la situación al Gobierno regional y, en segundo lugar, al nacional, en consonancia con lo cual se aprecia, respecto de la anterior encuesta, un suave retroceso electoral del PP, sin que el PSOE avance, y un cierto resurgir de los partidos más jóvenes, Unidas Podemos (UP) y Ciudadanos (Cs), permaneciendo Vox estancado. 

"UNIDAS PODEMOS está logrando eludir el desgaste de formar parte del Gobierno socialista nacional"

Mientras que UP está logrando eludir el desgaste de formar parte del Gobierno socialista nacional, habilidad acentuada tras el relevo de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz, es pronto para saber si la leve mejoría de Cs se debe a la sustitución de Ana Martínez Vidal por María José Ros o al disgusto de un sector del electorado del PP por la degradación del Mar Menor, dos factores que, por cierto, no son excluyentes. A la vista de esos datos cabe prever que ningún partido logrará formar gobierno por sí solo, viéndose abocado el PP a gobernar en coalición con Vox, y el PSOE con UP. Normal, pero más significativo es que los comentaristas hayan situado a Cs en el bloque del PSOE y UP. Aunque en la vecina comunidad valenciana, y en otras regiones, Cs esté planteándose concurrir a las elecciones en una lista común con el PP, aquí sus escaños irían a apoyar un gobierno socialista. Las cosas, claras.

El sondeo también ha aclarado que la mayoría de los encuestados opina que la mejor solución sería, como propone el denostado Gobierno regional, aplicar el plan Vertido Cero y, en segundo lugar, conceder personalidad jurídica al Mar Menor que propone la ILP elaborada por un grupo de profesores afines al ecologismo radical. Curiosamente, muchos votantes del PP no consideran incompatible esa ILP con el Vertido Cero, igual que los de Unidas Podemos la compatibilizan con convertir el Mar Menor en Parque Regional y los de Cs con el liberalismo verde que predican. 

"los que niegan el problema ecológico actual y proponen actuar solo con criterios económicos, al estilo de Trump, nos están engañando"

Esas contradicciones conceptuales suelen aparecer en casi todos los estudios sociológicos cuando los factores emocionales predominan sobre los racionales en la población, como ocurre ahora con el Mar Menor. Tampoco sorprende la tendencia de los ciudadanos a esperar que sus representantes políticos solucionen problemas que los propios electores han originado, pues la idea de que la culpa siempre es de otro está muy extendida en la cultura actual. Moraleja: todo político electo tendrá que bregar con las aspiraciones declaradas de sus electores, que no siempre se comportarán según lo que digan preferir; por tanto, el político exitoso será el que sepa manejarse en esa dualidad. Cabalgar contradicciones, que decía Iglesias. En cambio, los intelectuales no deben transigir con las incoherencias, so pena de resultar estériles o convertirse en meros aplaudidores de este o aquel partido político.

Es notable que los encuestados haya juntado el desempleo, la agricultura y el turismo (tres problemas económicos) con la degradación marina (un problema ecológico). En opinión del Aparecido, esa vinculación es correcta. De hecho, el británico Darwin llamaba "economía de la Naturaleza" a lo que luego el alemán Haeckel llamó "ecología". Y, en efecto, toda actividad económica tiene consecuencias ecológicas, pues suele consistir en trasformar algunas sustancias y energías tomadas del ambiente para obtener el producto deseado, pero emitiendo unos residuos, normalmente contaminantes, y calor, lo que es inevitable en todo intento de convertir energía en trabajo. Dada la ingente actividad económica mundial, la contaminación química y térmica de origen antrópico está produciendo un tremendo impacto ambiental, del que el Mar Menor solo es un pequeño ejemplo. Admitir esa realidad constituye la primera condición para elaborar cualquier política ecológica viable. No al negacionismo ecológico.

Ahora bien, tampoco existen actuaciones ecológicas que carezcan de repercusiones económicas, se reconozca o no. De hecho, los grandes pioneros de la economía ecológica, como Georgescu o Daly, propusieron el decrecimiento económico planificado, discutiendo si convenía retornar a los métodos anteriores a la revolución industrial, sustituyendo los tractores por arados y los coches por caballos, como decía el primero, o bastaría con volver solo a la etapa de los años setenta del siglo XX, cuando el nivel de renta era sensiblemente inferior al actual en España y en nuestra región. 

Conclusión: los que niegan el problema ecológico actual y proponen actuar solo con criterios económicos, un poco al estilo de Trump, nos están engañando, pero también nos engañan quienes hablan de actuaciones ecológicas sin repercusiones económicas, un poco al estilo de Thunberg. El Aparecido solo está dispuesto a aceptar las alternativas ecologistas que resulten compatibles con la economía (o mejor aún, que la favorezcan) y, viceversa, las iniciativas económicas que minimicen su impacto ambiental. Le resulta rechazable, pues, cualquier propuesta que obvie alguno de los dos polos, el económico o el ecológico. Será tarea del próximo Pasico concretar los puntos principales de una alternativa ecologista amistosa con el crecimiento económico y, por tanto, capaz de satisfacer las aspiraciones sociales que, sin imposibilitarlo, vayan más allá de disfrutar de un ambiente propicio a los humanos.

JR Medina Precioso

jrmedinaprecioso@gmail.com

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