La casa de la abuela de Rosa en Cartagena: un hogar para mirar al futuro sin olvidar el pasado
La casa de la abuela de Rosa en Cartagena: un hogar para mirar al futuro sin olvidar el pasado
Foto: Adriana Martínez
MURCIA. Tener una casa en la playa y una gran familia es sinónimo, a veces, de un verano lleno de risas, reuniones 'a la fresca' y partidas de cartas... pero también de caos, falta de espacio, alboroto, desorden y alguna que otra discusión por cuestiones cotidianas. Lo ideal sería contar con un lugar de encuentro y disfrute donde estar con la familia "sin sufrirla", como ocurre en esta vivienda en La Torre de la Horadada, un proyecto de la arquitecta murciana Flora Cánovas Otón bautizado como Casa Summertime.
Y es que esta espectacular y mediterránea residencia de dos plantas sobre rasante y semisótano en la población alicantina está pensada para que puedan convivir en paz y armonía, juntos pero no revueltos, tres generaciones de una familia murciana compuesta por 14 personas (abuelos, hijos y nietos). El sueño de los abuelos era el de veranear todos juntos, por lo que toda la familia tuvo algo que decir en este proyecto de Flora Cánovas Otón.
El resultado es que esta casa que se gira y se pliega persiguiendo el mar, la brisa y las vistas a 'la torre de la Torre', cuenta con espacios comunes, pero también con un espacio tranquilo para los abuelos y tres apartamentos independientes -con 2 o 3 dormitorios y un baño- para cada núcleo familiar. La casa tiene un total de ocho dormitorios.
Cuenta la arquitecta, que partieron de un solar en esquina, en tercera línea de playa, "con una orientación complicada, el deseo de ver el mar y esa torre que le da nombre a la localidad", así como con "la necesidad de que los cuatro núcleos familiares tuviesen independencia". Para articular todo ello, Flora Cánovas ha jugado con varias ideas como son los rituales playeros; el color del verano, una mezcla los tonos del mar y el de los toldos verdes de muchos pueblos costeros; y las vistas.
El color q-ue según señala la arquitecta "te cambia la forma de ver el mundo"- se ha empleado en la medianera paralela al mar y en los huecos expuestos al sol, protegiéndolos con una versión contemporánea de las mallorquinas. La fachada sur-este es la principal y se abre a la playa. Desde ella se puede ver el mar, desde cinco de las habitaciones y la terraza principal. Por ella se accede al interior, desde el punto más cercano a la playa, que es el camino más transitado todos los días. La fachada oeste se cierra y es por donde se accede al garaje.
Señala también Cánovas Otón que en el exterior se han utilizado dos tipos de deploye, uno más permeable en planta baja que es la más social y otro más opaco en planta primera que es la planta más privada.
Además de con dos terrazas, la vivienda tiene un patio interior para favorecer la ventilación cruzada y la iluminación natural. La terraza principal en planta baja cuenta con una ducha exterior para disfrutar del placer de ducharse al aire libre y también para evitar que la casa se llene con la arena de la playa. Esta ducha tiene acceso a un baño común sin necesidad de entrar a la vivienda. Este baño da a dos caras: a la terraza y al salón.
El salón y la cocina, por su parte, se abren a la terraza mediante dos grandes carpinterías correderas que se ocultan en fachada. La cocina puede cerrarse al salón mediante unos paneles correderos de OSB y policarbonato, que se han diseñado junto con el mueble de la televisión. La cocina cuenta también con salida directa la zona de la terraza donde está la barbacoa.
En planta baja, en la zona más aislada, también se ha dispuesto la habitación con baño en suite y terraza interior para los abuelos, para evitar el ruido en la siesta y el nocturno.
Asimismo, los espacios de servicio están duplicados para garantizar un reparto más equitativo del trabajo. Al final de la cocina se crea un espacio de servicio para los abuelos y en planta primera hay un cuarto de lavado, planchado y almacenaje para los hijos y los nietos.
Se ha utilizado el mismo pavimento tanto en el exterior como en el interior de la vivienda. Excepto en la escalera, para la que se diseñó un terrazo con los colores de la vivienda. La escalera, por la ubicación, la forma y la luz, es uno de los puntos focales del proyecto. Conecta los tres espacios más sociales de la casa: el salón, la zona de estar de los niños de planta primera y las dos terrazas con vistas al mar.
En planta primera se configuran los tres apartamentos independientes para cada una de las familias, creando un espacio común intermedio, multiusos y de doble altura pensado para los nietos. La idea es amueblar este espacio para que pueda funcionar como segunda zona de estar y de juego., así como un sistema de climatización y cierre independiente
La cubierta del edificio es parcialmente inclinada a dos aguas y una zona planta transitable a la que se accede mediante la escalera exterior perforada del patio.
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