MURCIA. Aprovechará los largos días de verano para deshojar la margarita y decidir si vuelve a abandonar su "paraíso perdido" en la universidad para aspirar a recuperar la Alcaldía de Murcia para el PP en las elecciones municipales de 2023, de la que fue desalojado con una moción de censura. Aunque seguro que la decisión no será fácil, José Ballesta lo reconocía este jueves, pero aclaraba que estará condicionada a que el partido apoye (oficialmente) su candidatura.
Sólo cuatro meses después de asegurar que "dejaré el Ayuntamiento y me voy a reincorporar a mi cátedra en la Facultad de Medicina de la UMU", su sentido de la responsabilidad y la presión del partido, ya que es el favorito del hombre que decide personalmente los candidatos más idóneos, el ciezano Teodoro García Egea, han llevado a Ballesta a replantearse su futuro político.
Y es que la carrera electoral ya está en marcha en el PP, con 'Teo', secretario general nacional del PP y mano derecha de Casado, activando los candidatos pese a que faltan casi dos años para los comicios. En su reciente visita a Murcia, y preguntado por los candidatos en Murcia, García Egea señalaba que "mucha gente, incluso quienes no votaron al PP, han podido revisar el trabajo de uno y otro. Y echan de menos el trabajo del PP y de José Ballesta y su equipo".
Mientras, y tras las alabanzas del hombre fuerte del partido en Madrid, el exregidor reconocía que está en un "momento de reflexión y análisis" sobre la posibilidad de encabezar las listas del Partido Popular en los próximos comicios locales. De cara a la galería, el concejal del PP aclaraba que su postura definitiva dependerá de que su partido le haga "el inmenso honor" de confiar en él para encabezar esa candidatura y de su propia decisión. "Ojo, esto es cosa de dos", apostillaba.
Ballesta indicaba que no es una decisión "fácil" porque dirigir un municipio como Murcia es "entregarse y dedicarse sin reserva de ningún tipo durante cuatro años a una labor fascinante". Sin embargo, apuntaba que el apoyo de los concejales y representantes del PP en las pedanías y barrios, así como de "incontables" personas que le "llaman, citan y convocan" para otorgarle su confianza, "llama a la puerta de tu corazón y tu cerebro".
Ballesta tomó el bastón de mando de La Glorieta el 13 de junio de 2015, cuando mantenía la Alcaldía para el PP gracias a la abstención de Ciudadanos, de un Mario Gómez, que ya le avisaba en aquel entonces que no le daba un cheque en blanco y que ha terminado provocando su salida en la moción impulsada por su partido y los socialistas tras los continuos enfrentamientos que ha tenido con el PP.
Durante los casi seis años que ha estado como regidor se ha caracterizado por los grandes proyectos como eje de sus políticas: 'Murcia Río', la rehabilitación de la Cárcel Vieja, Murcia 'Smart City', Huerta 2030, Las Fortalezas del Rey Lobo, ADN Urbano y últimamente 'Conexión Sur' son algunos de los ejemplos.
Pese a ser considerado como un megalómano en muchas ocasiones por la oposición, que además lo acusaba de mimar el centro de Murcia y olvidarse de las pedanías, quienes lo han tratado siempre lo han considerado como un hombre "educado y especialmente culto". Algo que refrenda un historial profesional, académico y personal envidiable para muchos: es doctor en Medicina y Cirugía y catedrático de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, una institución de la que fue rector entre 1998 y 2006.
Su vida política, vinculada al Partido Popular de la Región, se inició en 2007, cuando fue elegido diputado en la Asamblea Regional. Desde julio de ese año y hasta 2011 fue consejero de Obras Públicas, Vivienda y Transportes, asumiendo después nuevas competencias en materia de Puertos y Ordenación del Territorio. Posteriormente, fue portavoz del Gobierno regional y consejero de Universidades, Empresa e Investigación hasta 2014.
Un año después lograba la Alcaldía de Murcia en una vuelta a primera línea política en la que ha destacado durante sus años como alcalde de Murcia por ser considerado por muchos dentro del propio PP como 'un perfil independiente'. Y es que la figura de Ballesta parecía estar un escalón por encima de un PP municipal que lleva unos meses batallando en la oposición con la portavoz 'popular' municipal, Rebeca Pérez, dando la cara y el propio Ballesta en la retaguardia para dar el salto de nuevo a la primera línea y recuperar el bastón de mando en 2023.